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Mi querido amigo, si los deseos fuesen suficientes, ya tendrías todo lo mejor del mundo. Mientras que esto sucede, disfruta de los amaneceres, y acaricia los atardeceres. Besa la luna, ama como si fuese tu última vez, sonríe con el corazón y carcajea con el alma, cuida tu cuerpo, pero sobre todo tu mente. Vuelve a ser un niño y colorea tus sueños, zapatea los problemas y haz galletas de jengibre con lo que aprisiona tu corazón.
Disfruta de todo lo bueno que hay en tu vida, sé fuerte para afrontar lo que no es tan bueno, y no olvides dedicar unos minutos de cada día tan solo para ti, para recordarte a ti mismo que las posibilidades se acrecientan con la perseverencia, la voluntad y la suerte... pero que la cabezonería también ayuda.
El mundo no es de color de rosa, pero todos los colores, incluyendo el negro tienen su valor.
Feliz año 2019