Mi familia es de otro planeta. De un planeta hecho con algodón de azúcar y envuelto en puro acero. Están todos como una regadera, locos de atar, ¿Y saben por qué? Porque creen en unicornios, luciérnagas parlantes, fantasmas hechos con hilos de cordel, puertas mágicas, y en mí.
Sí. Creen en mí.