Raiz olvido, de Jesús Cárdenas y Jorge Mejías

Hola amigos, hoy quiero hablarles de una obra que llegó a mis manos el pasado día 2 de junio. Pido disculpas a sus autores por no haber podido hacer antes la reseña. Lo cierto es que bebí sus páginas de inmediato, pero otros asuntos que ahora no vienen al caso, me impidieron hablarles antes de él. 

RAÍZ OLVIDO. 

Durante la presentación del libro sentí que el tiempo se había detenido. El verso y la pintura se dan la mano y avanzan unidas en una concordancia maravillosa. Una combinación que da lugar a reflexiones que se transforman en imágenes sensibles que conforman un viaje mágico. 

Villa Clara. Capítulo 1

Capítulo 1

El camino hasta hace poco empolvado, se vestía ahora con el color de aquellas hojas caídas que lo convertían en una alfombra incitadora. La cantidad de arboleda que rodeaba aquella antigua vía de paso de cabras, le daban al lugar una apariencia de paz y sosiego que Nacho necesitaba y buscaba. Los auriculares y la música siempre iban con él, alternándose con aquellos días en los que le silencio era primordial. Escuchar el trino de los pájaros o cruzarse con algún que otro huésped del bosque, formaban parte del paseo. Nacho lo asimilaba bien siempre y cuando fuesen “animales” y no “personas” quienes se cruzaran en su camino.

Venganza. Capítulo 5

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4

Capítulo 5

Karim observó el mismo ritual anterior. La segunda de las hermanas volvió a su lugar sobre la alfombra, mientras, la más joven, aquella de ojos claros, ocupaba su lugar ante él.

Ésta, de forma más tímida, dejó caer su túnica mostrando un cuerpo joven y terso, inusualmente pálido. Tenía los pechos más pequeños que sus hermanas y las caderas más estrechas, pero había algo en ella que le atraía sobre manera.

Karim la observó acercarse cohibida, pero cual fue su sorpresa al sentirla cerca. Antes de besarle, ella quedó a escasos milímetros de sus labios, hasta que al fín, posó su boca sobre la él, resultando ser la más atrevida de las tres, dejando sus labios en contacto durante unos segundos y haciéndole saborear su esencia.

¡Dos añitos ya! ¡¡Gracias!!

¡DOS AÑITOS YA! Ainsss, ¡qué ilusión! No amigos, no tengo pensado dedicarme a la repostería, que tampoco me importaría dicho sea de paso, pero yo para la cocina soy un poquito fullerilla, que casi siempre llevo prisa y me sale comestible a medias, y desde luego, no merecedor del brillo de ni tan solo una estrella. Yo soy más de reflexiones, de sueños e imaginación que adopta forma de letras, de historias que contar y mensajes para reflexionar, de audios para quién tiene la vista cansada, de imágenes que compartir con el alma.  

Venganza. Capítulo 4

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3

Capítulo 4

La segunda hermana, se descubrió, como antes hizo su predecesora, al tiempo que le sonreía con lascivia, para después sentarse ante él, rozando sus labios con los de él, de forma casi posesiva, y dando lugar a que él no pensase más que en ella.

Después, le miró a los ojos, y con una voz igualmente cantarina, comenzó su historia. La historia de la joven curiosa. 

La historia de la joven curiosa.

Érase una vez una joven que era muy curiosa. Lo era tanto que...

¿Quién dijo miedo?, de Mª del Carmen Fernández Fernández

¿Qué tal amigos? ¿Cómo va ese comienzo de semana? ¿Asustados por el calor? ¿Quizás por las notas de los peques? ¿Miedo a la factura de la luz? ¿Terror a un fantasma en el baño? Pero bueno… ¿Quién dijo miedo?

No, no me he vuelto loca ni tampoco la mujer más valiente del mundo. Es solo que hoy quiero hablarles de eso, del miedo, pero no en los adultos, sino en los más peques. Miedos que a veces pueden hacerlos despertar en mitad de la noche, o no conciliar el sueño, temiendo a algún que otro monstruo, dentro o fuera del armario.

Venganza. Capítulo 3

Capítulo 1
Capítulo 2

Capítulo 3

Él asintió, curioso e impaciente, por el pago prometido. Fuese cual fuese el problema que atañía al padre de aquellas criaturas enviadas por Alá, él lo resolvería.

La mayor de las hermanas le sonrió, mientras sus hermanas, procedieron a sentarse sobre sus tobillos, tras ella, con el fuego recortando sus figuras y manteniendo las cabezas ligeramente agachadas.

A continuación, la muchacha procedió a dejar caer su fina túnica de tela de tal forma que sus pechos eran visibles a través del tul de la prenda que había debajo, dirigiendo el hechicero de nuevo su mirada hacia ella con una lascivia desmesurada, mientras ella se sentaba frente a él, justo delante, acercando sus labios y besándole la mejilla,  dejando que él inhalase su aroma. Después, enderezó su cuerpo y procedió a comenzar su relato con voz suave…