La felicidad tiene nombre: Izan y Alicia

 

Me encantaría dibujar con los sentimientos que me provocas un millón de estrellas y colorearlas con tus besos.

Hoy, 5 de abril, soy abuela, por segunda vez.

ABUELA. Qué hermosa palabra. Se saborea en el paladar al pronunciarla, pero el dulzor se siente en el pecho, en el corazón.

Parece que fue ayer que nació tu hermana, y ya han pasado diecinueve meses. Parece que fue ayer incluso, que nació tu madre, y fíjate, ya me ha regalado dos nietos.

Ser abuela es...ser alguien capaz de doblar el tiempo en pliegues de cosquillas y besar la luna cantando una nana que acaricie tu bella carita, mi querido Izan, mi querida Alicia.

Hoy, has visto por primera vez la luz del sol, y después, cuando no lo esperabas, has visto la luz de quién sujeta al sol con un cordón como si fuese un globo, para regalártelo.

Aún no te ha dado tiempo a comprender lo que es el amor, pero lo harás, porque hay mucho a tu alrededor. Yo tengo tanto, tantísimo en mi corazón, que después de entregártelo sin medida, todavía me quedará más; porque el amor es como la buena cosecha, cuánto más entregas, más crece.

Bienvenido Izan, ni te imaginas lo feliz que soy de ser TU ABUELA.

Ya te quiero como si llevases toda una vida a mi lado.

Mi amado Izan.

Mi amada Alicia.