De Tutucán a Cantutú, Irene Genovés

 

Siempre he defendido que volar en dragón es una forma de viajar como otra cualquiera, eso sí, no libre del peligro de que el dragón tenga un mal día y chamusque algo de camino, que todo puede pasar en esta vida. 

Pero claro, mientras sí, y mientras no, seguimos viajando de forma tradicional; así nos va. Si es que somos unos aburridos, ¿no creéis? 

Pero bueno, que me voy por las ramas, cuando lo que quiero es irme por los cielos y océanos y proponeros un viaje, un viaje de Tutucán a Cantutú...¿Qué? ¿Te animas tú?

De Tutucán a Cantutú es la historia de un viaje. Un viaje entre cinco reinos sorprendentes donde nada es lo que parece a simple vista. Porque todo depende de la perspectiva desde la que se miren las cosas. En el camino encontrarás un príncipe que estornuda por las manos, una princesa que sabe muy bien lo que quiere, un pincel enamorado de una goma de borrar, una sardinita y un tiburón que trabajan juntos por alcanzar sus sueños y un pueblo que caza palabras para alimentarse de historias. Un recorrido lleno de aventuras, de lirismo y de imaginación en el que se ponen en alza valores como la integración, la diversidad, la igualdad o el espíritu de superación para poder ser feliz y construir entre todos un mundo mejor.

Sabéis que disfruto de una buena historia sin tener en cuenta a qué edad va dirigida. Pues eso me ha pasado con este libro. 

Cinco historias, cinco reinos, cinco motivos para pensar y cinco moralejas, que además se dan la mano, pues la autora termina el libro con el capítulo que bien puede enlazar con el primero. 

Una princesa de cabello rojo fuego de la que se ha enamorado un dragón, un príncipe que no puede dejar de estornudar y la forma en que aprende a convivir con ello, otro príncipe tan tremendamente sano que se ve sobrecargado, un pincel que ama la blancura de la limpieza y una goma de borrar que ama el color que le obligan a borrar; una pescadilla que no puede hablar y una ballena que canta fenomenal; un mundo del revés, un pueblo que caza palabras para alimentarse de historias y que descubre que no todas las historias alimentan igual...

 

 

Unas ilustraciones preciosas que dan imagen al texto, y unas metáforas que me han hecho soñar. Lo cierto es que opino que este libro no solo es para niños, al menos a mí, me ha encantado. 

¿Alguna vez os habéis planteado la importancia de los cuentos? Desde tiempos inmemoriales los cuentos han servido para explicar aquello que no se entendía, para alimentar la imaginación, para hacer soñar, para narrar leyendas, para ayudar a comprender. 

En este libro hay valores muy importantes sobre la amistad, el amor, las propias elecciones, la influencia del entorno, la consecución de metas y el valor. 

 

 

Toda una aventura que he disfrutado con intensidad, porque además, al fin y al cabo, soy de las que en más de una ocasión viajo en dragón, me alimento de historias y trazo nuevas metas cada día, al igual que Irene. Ella es incansable, imaginativa, creativa, y sobre todo, trabajadora. Sabe muy bien como comunicar y al mismo tiempo, dibujar con palabras.