Érase una vez un hombre obsesionado con el tiempo. Tanto era así... que lo encerró bajo llave.
El paso de los días formó grietas y fisuras y de estas nacieron relojes, de cuyas manecillas emergieron nuevas puertas que a su vez se fisuraron.
El hombre comprendió que el tiempo es imparable.
Solamente podría haberlo conseguido si él mismo hubiera desaparecido, muy bueno Margarita, un abrazo!
ResponderEliminar¡Hola María Cristina! ¡Así es! Un beso muy fuerte preciosa :D
EliminarEl tiempo con su paso imparable ("ni para ni tropieza" decía Quevedo) puede llegar a obsesionar. Garci en su película Asignatura aprobada, creo, presentaba a una mujer que cada día al pasar frente a una obra veía un cartel que decía "quedan x días para terminar esta obra", y cada mañana la cifra era menor de forma imparable y aquel detalle le generaba angustia por el paso de la vida. A mi sin embargo me encantan los relojes analógicos con manecillas que si te acercas al oído parece que palpitan con vida propia. Un saludo
ResponderEliminar¡Hola Joaquín! A mi ese sonido del reloj me parece como un compás para mecerse. Es cierto que el tiempo avanza (para mí) muy rápido. Pero también es cierto que vivir el instante ayuda a que "ese tiempo" no sea vacío, sino intenso y vivido. He visto esa película y me gustó mucho, por cierto. Besos :D
EliminarEl tiempo es algo maravilloso para mi no tiene comienzo ni final.Simplemente es
ResponderEliminarBello todo lo que escribes
Muchísimas gracias Mucha. Besos :D
EliminarEl tiempo y todo cambia sin que nos demos cuenta, bello escrito, un relato que dice una gran verdad.
ResponderEliminarCariños.
mariarosa
Muchisimas gracias preciosa. Besos :D
EliminarJamais se conseguirá travar o tempo. Gostei muito de ler.
ResponderEliminar.
Cordiais cumprimentos
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Muchisimas gracias Rykardo. Besos :D
EliminarMuy buena reflexión. Un beso enorme.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Rocío. Besos :D
EliminarMe encantó, realmente muy bueno, el tiempo no puede detenerse, por eso hay que vivir a pleno sin desperdiciarlo, mi abuela siempre decía" el tiempo perdido no se recupera jamás".
ResponderEliminarUn abrazo PATRICIA F.
Totalmente de acuerdo. Muchos besos Patricia :D
EliminarQué parón debió suponerle encerrar el tiempo! Menos mal que el tiempo lo liberó escapándose y que por fin entendió que no se detiene.
ResponderEliminarSe daría cuenta de viejo? Igual detener el tiempo produce el mismo efecto que viajar a la velocidad de la luz y lo que parece un instante de tiempo detenido puede llegar a ser una década o más. Da juego tu historia, me ha gustado Un abrazo Margarita
Intentó hacer algo imposible. El tiempo ha de ser nuestro aliado, no nuestro prisionero. Un beso muy fuerte preciosa :D
EliminarBellísima mujer
ResponderEliminarGracias Mario. Besos :D
EliminarCon la narrativa de siempre. Creadora y original.
ResponderEliminarAbrazos Maragarita.
Muchísimas gracias amigo mio. Besos :D
EliminarMuy original. Un beso
ResponderEliminar¡Gracias Susana! Besos :D
EliminarMe encantó el micro cuento! Es muy potente.
ResponderEliminarBesitos.
¡Muchísimas gracias Noelia! Besos :D
EliminarY como el tiempo es imparable, y sigue sin nuestro consentimiento hacia adelante, vivamos cada instante, cada respiro como si fuese el ultimo, me ha encantado tu cuento y su brevedad
ResponderEliminarUn abrazo
¡Muchísimas gracias Carmen! Besos :D
EliminarComo reflexionamos sobre el tiempo... que es relativo, que todo lo cura, que el tiempo perdido hasta los santos lo lloran, que a todo le llega su tiempo, y como la muerte es inevitable. Besos
ResponderEliminarHola Pau, así es preciosa. Besos :D
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