Capítulo 1
Capítulo 2
Antonio corrió con toda la
rapidez que sus todavía cortas piernas le permitían. Corrió como el que huye de
algo o tiene prisa por enfrentársele. El aliento le faltaba y las rodillas le
amenazaron en más de una ocasión con doblarse y hacerlo caer. Pero él siguió y
siguió corriendo hasta que el porche de su casa apareció ante su mirada.
- ¡Mamá! ¡Papá! ¡Me lo han
dado! ¡Me lo han dado!
El chiquillo se detuvo en
seco cuando observó la cara de sus padres. Ambos permanecían sentados en torno
a la mesa con un montón de papeles ante sí y la palidez compartida de sus
rostros.
Antonio no era tonto. Nada
de tonto. Al contrario, era un chaval que destacaba en el colegio hasta el
punto de que aun estando en sexto de primaria, había sido propuesto para ir a
un Campamento especial de escritores. Unas jornadas que podían ayudarle en su
afición de crear historias nacidas de cualquier cosa que pudiese ocurrir a su
alrededor.
Durante un tiempo, su
padre bromeaba con él diciéndole que iba a ser un gran periodista cuando
creciese. Eso era porque el niño estaba siempre atento a todo de una forma
realmente eficaz.
Pero su madre gustaba de
revolverle su oscuro cabello rizado y mal peinado, y después besar con suavidad
su frente. “Mi niño será escritor” decía con orgullo. Ahí empezaba un debate
singular entre ambos, pero no con intenciones de disputa, sino más bien, de
orgullo compartido. Que si un buen periodista ha de ser un gran escritor. Que
si un gran escritor observa y siente curiosidad como un periodista. Que si
blanco, que si negro, que si gris o rojo, ¿qué más daba? Antonio solo sabía que
la escritura le daba alas.
Pero a veces la vida te
pone barreras en el camino, te pone a prueba a ver si eres capaz de saltar y a
qué altura.
Primero, Pablo, su padre,
perdió el trabajo que siempre había tenido y que les permitía vivir de una
forma cómoda. No con excesos, pero tampoco con defectos.
Luego, Roxana comenzó a
trabajar fuera de casa para ayudar con la hipoteca de aquella pequeña casa en
las afueras. Pablo encontró un nuevo trabajo como camarero. Pero no era igual.
Muchas más horas y mucho menos dinero a final de mes.
Desde que todo se
complicó, el muchacho había ido advirtiendo el cambio en sus padres. Fingía que
no era así. Fingía incluso que los dulces ya no le apetecían, para no crear
entre otras cosas un gasto extra. Fingía que a él no le gustaba el mismo tipo
de ropa que a los demás niños. Y por fingir, fingía incluso…
- ¿Qué te han dado hijo? –
le preguntó su madre con una sonrisa hermosa, pero con truco.
- Un sobresaliente en
mates.
- ¡Enhorabuena! – se
alegró su madre.
- Estoy orgulloso de ti – le dijo su padre.
Antonio sonrió, con la
misma sonrisa con truco que su madre había inventado antes. Subió la escalera
que llevaba al dormitorio, tenía muchas tareas que hacer antes de la cena y
quería visitar al anciano Saúl, les dijo a ambos.
Pablo y Roxana siguieron
sumando y restando. Él sintió que el mundo se derrumbaba a sus pies mientras sacaba
de su bolsillo la nota de su tutor dándole una beca para el Campamento de
verano de escritores. Una beca que había que acompañar del pago de una
matrícula al fin y al cabo.
Enrolló el papel, se secó
las lágrimas que querían salir rebeldes… y a punto estuvo de tirar aquél papel
a la papelera, cuando comprendió que su madre podía verlo. Lo volvió a esconder
en el bolsillo del pantalón, con rabia, con dolor y con una sensación de ahogo
que no comprendía.
Tomó su vieja libreta que
ya casi estaba terminada y sus lápices. Visitaría al señor Saúl y le leería
aquellos libros tan antiguos que alguien había escrito en su día, y que él,
jamás llegaría a poder hacer.
Me gustan estos relatos en los que me haces retroceder a la niñez, mi querida Margarita, son maravillosos.
ResponderEliminarUn placer leerte, y disfrutar de tus letras.
Besos enormes y feliz tarde.
¡Muchisimas gracias María! No sabes lo que me alegra que te haga retroceder a la niñez. Conforme vaya avanzando, creo que te introducirá aun más, o eso espero. Un beso preciosa :D
EliminarMe recuerda al realismo mágico un genero que me encanta. Buen finde Margarita.
ResponderEliminar¡Muchisimas gracias Ainhoa! He tenido un fin de semana intenso y no he podido contestar antes a los comentarios. Espero que el tuyo también haya sido un buen finde. ¡Buena semana y besos! :D
EliminarTengo muchas ganas de seguir leyendo.. pero sé cómo terminará la historia 😉
ResponderEliminarJa ja ja, porque tú me conoces bien. Muchos besos preciosa :D
EliminarEspero que consiga su sueño un beso.
ResponderEliminarMuchisimas gracias Susana, yo también, aunque creo que va a haber por ahí algún que otro enigma. ¡¡Besos!! :D
EliminarHolaaa
ResponderEliminarMadre mía que horrible es cuando la economía nos corta las alas... pero por desgracia a veces pasa, estoy deseando seguir leyendo y espero que al final el chico consiga su sueño
Un besazo!
¡Hola preciosa! Pues yo también, aunque creo que va a tener un camino algo tortuoso, ja ja. Muchos besos cariño :D
EliminarExcelente relato de una situación cotidiana que prima el natural comportamiento de ese joven... ¡Excelente madurez ya!
ResponderEliminarFuerte abrazo Margarita.
¡Muchisimas gracias Ernesto! Lo cierto es que es un joven muy maduro, que además tiene un camino que recorrer algo extraño... pero ya te contaré, ya te contaré...
Eliminar¡Muchos besos! :D
Espero impaciente los siguientes capítulos Margarita, me encantan tus relatos. Feliz domingo.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.
¡Muchisimas gracias Conchi! Y a mi me encanta viajar contigo. Muchos besos preciosa :D
Eliminar¡Hola María! ¡Bienvenida a mi mundo! Ya he visitado el tuyo y también te sigo desde hoy. Muchos besos :D
ResponderEliminarSos mágica. Tus relatos tienen la magia de lo cotidiano
ResponderEliminarde lo claro
de lo lindo
de lo bueno
Eres única
muchacha de los ojos bellos
¡Muchisimas gracia Mucha! Muaaakkk. Besos, besos, besos :D
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo!
ResponderEliminarLlegas a emocionar con tan poco!
Al leerte he recordado una frase de Azorin: "Lo bueno si breve, dos veces bueno", pero me he quedado con ganas de saber más.
Muy interesante Margarita, es muy bueno esto de leer varios capítulos juntos.
ResponderEliminarmariarosa