¿Recuerdas cuando te
pasabas horas coloreando? Aquellos momentos en los que tomabas tu caja de
lápices de colores o las ya consabidas ceras y empezabas a dar color a aquellas
láminas tan solo rotuladas por el exterior, haciendo con ello que adquiriesen vida.
¿Por qué dejaste de hacerlo?
Recuerdo cuando mi madre
me dejaba coger “los rotuladores”, aquellos de “Carioca” que siempre terminaban
en mis manos, brazos, y a veces, en mi cara. (Aún no he olvidado una vez que me
dio por maquillarme con ellos. La cara de mi madre al verme tampoco se me ha
olvidado, ja ja)
Pues bien, ahora te propongo que vuelvas a tu niñez y recuerdes aquella magia. Si tienes hijos o sobrinos pequeños, es posible que ya estés en ello, pero lo
que yo te propongo es distinto. Te propongo colorear para adultos.
No seas mal pensado, esto
trata de algo más sencillo. A veces,estás tan ocupado que sientes que estás
nervioso, que te falta tiempo, que quieres acelerar pero no puedes, al
contrario, cada vez vas más despacio.
Pues esto es como el
cuento del hacha de Jorge Bucay, ese que trata de un leñador que cada día
trabajaba más y más, pero cada día talaba menos y menos. ¿Por qué? Pues porque
el pobre hombre no se detenía a afilar su hacha. Hay que detenerse, respirar y afilar
el hacha para que corte, para que tengas fuerza para continuar. ¿Cómo?
¡¡COLOREA!!
Aquí te dejo algunas
fotografías del interior de este maravilloso libro de colorear para adultos.
Éste es solo un ejemplo, ¡hay muchísimos más! (Y siempre puedes volver a
colorear aquellos libros pequeñitos de antes) Formas geométricas entremezcladas
entre sí que te harán desarrollar tu creatividad, te esforzarás tanto por el
hecho de que “quede bonito”, que tu mente se evadirá de lo demás. Es como una
especie de meditación, pero sin darte cuenta de que estás meditando.
Una forma económica y
divertida de suavizar el estrés y afilar el hacha. Por no hablar de lo hermoso que
puede quedar, incluso tal vez, alguna de estas hojas termine enmarcada sobre la
repisa de tu chimenea.
(Si yo fuese tú, dejaría
de leer y correría por un libro de éstos y una buena caja de rotuladoresJ )
Bonito relato! Me quedo y te sigo
ResponderEliminarBesos desde hastaelultimodetalleconmigo.blogspot.com.es
Muchisimas gracias Aitana. Por lo del relato y por lo de seguirme. Un beso muy fuerte:)
EliminarMargariiiita que graciosooo! Estaba subiendo las fotos de mi libro de colorear para contarles mi historia jajajjaja conectadas a la distancia. Un besote ❤
ResponderEliminar¡No me digas! ¿Ves? Si es que es como dices, cada una a un lado del charco, pero unidas al fin y al cabo, ja ja. ¡Súbelas, me encantaría verlas! Besos :D
EliminarEl libro es precioso pero te confieso que no he dejado nunca de colrear, primero para ayudar a mi hermana pequeña y ahora a mis hijos. Un abrazo guapísima
ResponderEliminar¡Di que sí Cristina! Yo lo dejé durante unos años, pero por suerte, lo retomé, ja ja. Un beso preciosa :)
ResponderEliminarHola! Me parece bastante interesante tu blog.
ResponderEliminarRespecto a este temita... no te puedo negar que me pica la curiosidad de volver a colorear de nuevo... si no fuera por el poquito tiempo libre que tengo... pero no descarto hacerlo algún día.
Saludos!!