sábado, 27 de febrero de 2016

Hoy he soñado contigo

"Hoy he soñado contigo"


Hola amigos, no imagináis con qué placer hago esta reseña. Os comento un poco por encima. Algunos ya sabéis que vivo en Carmona, una ciudad preciosa de Sevilla. Pues bien, en mi ciudad está naciendo  un movimiento muy importante, y espero de corazón, que fructífero.

Carmona es cuna de civilizaciones, tiene historia, arte, fuerza y recursos. Es una ciudad con un patrimonio histórico de valor singular, magníficos monumentos que nos cuentan al oído las historias de nuestros antepasados, o esas magníficas obras de arte que nos regalan el misterio del paso del tiempo. Bajo el sol andaluz se destilan las diversas artes y nace la creatividad personificada en cada elemento… pero ¿qué pasa con los escritores? ¿Qué ocurre con los creadores de sueños? ¿Qué hay de aquellos que muestran una realidad a través de sus artículos?

Quizás, por ello, era hora de que tres mujeres emprendedoras iniciaran una iniciativa hermosa. “Club literario El Tintero”.

martes, 23 de febrero de 2016

Dolor


Tras más de doce años sin saber nada referente a su madre, Carmen y Elena son avisadas de que ha sido ingresada en el Hospital. Su estado es crítico. Su último deseo, volver a ver a sus hijas. Mientras la mujer se debate entre la consciencia y la inconsciencia, sus dos hijas, se enfrentan a un dilema doloroso y crucial. En el pasillo que antecede a la habitación donde ella permanece, ambas intentan decidir si entrar en esa habitación o marcharse para no volver.

- ¡Siempre la odiaste! , ¡Jamás la trataste con respeto, porque ella no era como las demás madres!

- Eso no es cierto, y lo sabes. Estoy cansada de que me acuses una y otra vez. ¿Hasta cuándo va a durar esto? Lo único que yo hice siempre fue intentar salir de aquella pesadilla Elena. Tú eras muy pequeña para comprender. Ella solucionaba todos sus problemas con la botella, y eso no es ser una madre.

- Papá estaba siempre fuera, jamás se preocupó por ella, eso sí lo recuerdo bien. Lo único que hacía era ir a lo suyo. Mamá hacía lo que podía Carmen. ¿No vas a perdonarle nunca que por una vez pensara en ella?

- ¡Jamás! No mientras este dolor me siga quemando las entrañas. Ella nos lo quitó todo. La ilusión, los sueños. Se fue y se llevó un trozo de cada una de nosotras. Nos abandonó Elena. Nos dejó a nuestra suerte. ¿Y ahora quiere volver?

- Estoy segura de que había una razón. Recuerdo que los domingos nos preparaba unas gachas de maíz deliciosas. Y el aroma de las tostadas por la noche, antes de dormir. ¿Recuerdas eso? Nos preparaba las tostadas y un gran vaso de leche. Nos cantaba y arropaba. Una mala madre no haría eso.

- ¡Estás ciega! No hay mayor ciego que el que no quiere ver. Y tú, no quieres ver. ¿Era buena por preparar tostadas? ¿Me hablas en serio? ¿Dónde estaba cuando papá enfermó? ¿Dónde estaba cuándo nos la teníamos que arreglar solas? ¡Dime! ¿Dónde? ¿Dónde estaba cuando yo tuve que hacerme cargo de todo?

- No lo sé hermana. Pero ahora, que yo también soy madre, entiendo lo que se ama a un hijo. Sigo pensando que ocurrió algo que nadie nos contó. Quizás, ella pueda aclararnos algo más.

- ¡No! , ¡No! ¿Qué razón puede tener una madre para abandonar a sus hijas? ¡Y menos por un hombre! ¿Es que no lo comprendes? Ella le prefirió a él. Prefirió a aquél tío antes que a sus hijas. ¡La odio! ¡La odio con todas mis fuerzas!

El llanto de Carmen se escuchaba rotundo en aquél pasillo, encogiendo el corazón de Elena.

- Nos destrozó la vida Elena. No voy a entrar en esa habitación, como si el tiempo no hubiese pasado, como si ella jamás se hubiese marchado. No puedo. No quiero.

- Se muere Carmen. Mama se muere.

- Esa mujer no es nuestra madre.

- Sí lo es. Entiendo tu dolor. ¿Crees que a mí no me duele? Pero no puedo marcharme y fingir que ella no está ahí, a tres metros de nosotras. Ella puede tener las respuestas, una explicación, tal vez… un “lo siento”.

- Haz lo que quieras, es tu derecho. El mío es marcharme.

- No puedo hacer esto sola. Te necesito Carmen. Quiero poder decirle alguna vez a mi pequeño porque su abuela no formó parte de nuestras vidas. Necesito saber. Necesito que aunque solo sea durante un instante, volvamos a estar juntas las tres.

- ¿Y después qué? , ¿Todos felices y contentos? Esta es la vida real Elena. No uno de esos libros que tanto te gustan leer.

Elena se abrazó a su hermana con toda su fuerza. Ahora, era ella la que sentía el amargor de las lágrimas.

- No sé si podré perdonarla, pero hay algo de lo que estoy segura. No puedo continuar mi vida sin ti. Tú eres mi hermana, mi amiga, mi apoyo, y has actuado como mi madre desde hace mucho. Pero también sé algo Carmen. Si me marcho de este hospital sin verla, sin darle una oportunidad a explicarse… otra parte de mí morirá.

- Lo siento, -le susurra su hermana-, esta vez no puedo ayudarte.

Después le da un beso en la frente y se dirige a la salida.

Elena siente que su corazón estalla. Late a velocidad de vértigo. Sólo tiene que colocar su mano en la manilla que hay frente a ella y tras esa puerta blanca y delgada, está su pasado y tal vez su futuro. 

Cierra los ojos y temblorosa sujeta la manilla, pero siente que no es capaz de girarla.  No está segura de cuánto tiempo permanece así. Tal vez minutos, quizás segundos, cuando su presente llega. Una mano pequeña, temblorosa, pero cálida, se apoya sobre la de ella. Y la manivela desciende.



domingo, 21 de febrero de 2016

Cepillo en mano




Tarde de domingo, el lunes haciendo toc toc a tu puerta, con su pequeña maleta de regreso a la rutina bien sujeta a su mano, amenazadora y latente.

Te dejas caer en el sofá, sin querer escuchar ese toc toc. Y entonces sientes un ligero masaje, un cosquilleo, una caricia sutil y maravillosa. Es el cepillo que tu hijo de doce años te pasa por el pelo a la vez que te lo acaricia y masajea, susurrándote palabras hermosas al oído.


Y te meces con cada pasada de ese cepillo. Te alegras de que esa maleta llegue llena de rutina, porque es una rutina junto a los tuyos y ello te alegra. Tu hijo te dice… “Qué guapa mamá, que pelo más suave”… y tú le contestas… “Tú sí que eres lindo hijo mío, y que corazón tan suave”.



jueves, 18 de febrero de 2016

El medallón




Había llovido y el suelo era un mosaico de hojas, barro y piedras. A Inés no le importó ensuciarse con ese barro, ni tampoco, llevar prendidas de sus viejos vaqueros, toda aquella hojarasca y quizás, alguna lombriz. Nada de eso importaba mientras consiguiese su objetivo. Internarse en el bosque, y desaparecer...

La situación en casa era desesperada. Su madre era una mujer asustadiza, cosa que no le afectaría tanto si no fuese por el férreo control que ejercía sobre todo lo relacionado con ella. Tenía dieciséis años y se sentía dentro de una jaula dorada que empezaba a oxidarse.

Una raíz la hizo tropezar y su cuerpo cayó como un resorte, como una hoja que se dobla al ser pisada. Inés sintió esa garra en el tobillo, aprisionándola y sujetándola con firmeza contra esa tierra que sabía a sal y años. Y allí se quedó, prisionera de su propia osadía. Tumbada en aquél cenagal y llorando sus desdichas, mientras de forma quizás inevitable, las palabras de su madre acudían a su memoria.

“Jamás entres en el bosque… es peligroso…”

lunes, 15 de febrero de 2016

La danza de la pluma





Toma en tu mano una pluma, acaricia su cintura redondeada, e invítala a danzar. Como una mariposa aletea sus alas al viento, la pluma gira en un compás perfecto, creando sueño y fantasía.

Mundos paralelos, dragones de papel, nubes de colores, princesas guerreras, guerreros que lloran, niños que cantan al cielo, flores que devoran el dolor, océanos que rozan la luna… Danzando, la pluma teje el mundo onírico inconsciente, y concibe la semilla de tu propia realidad.


sábado, 13 de febrero de 2016

Una mañana templada

Hoy es una mañana templada de domingo. He quedado aquí con Javier. Paseo hacia un banco cercano y observo que a mi alrededor hay muchas manos entrelazadas y miradas llenas de promesas, cajitas con forma de corazón, y alguna que otra rosa, circulan por el parque a mi alrededor. Hoy es San Valentín, día de los enamorados, día de promesas que es posible que jamás se cumplan.

Me siento furiosa con la sociedad. El amor es para celebrar todos los días, no solo hoy...

jueves, 11 de febrero de 2016

Carrosaleños por el mundo



Ayer día 10 de febrero, recibí en casa con los brazos abiertos este diario de viaje de Carrosaleños por el Mundo, por todos conocido como "El libro viajero". 

Me hizo mucha ilusión, pues me habían hablado de él, e incluso había visto algo en Facebook, pero sentía una gran curiosidad y un anhelo secreto. 

Este curioso diario, va viajando por todos los lugares de España, de uno a otro extremo del país, visitando a aquellos carrosaleños que por una causa u otra, se marcharon de Cañada Rosal. 

Es un gesto precioso que honra la labor de unión que desempeñan día a día el grupo "Carrosaleños por el mundo" en su afán de mantener el contacto entre todos los paisanos que un día se marcharon. De esta forma, el libro visita un hogar...

miércoles, 10 de febrero de 2016

Objetos perdidos

En alguna que otra ocasión os he mencionado ese taller de escritura del que tanto estoy disfrutando. Allí en Sevilla, en Casa Tomada, inicié la aventura de escribir cuentos el pasado año junto a Mª José Barrios. Este año, sin embargo, tengo otro profesor, Carlos Castro Rincón.

Carlos siente pasión por la lectura y la escritura y lo demuestra en cada clase. Transmite un entusiasmo y un afán impresionantes, acompasados del mejor sentido del humor, y hace que las clases sean un refugio ante el estrés de la semana.

Cuando llegas a casa, solo piensas en escribir, pues te ha contagiado su entusiasmo.

Pero en este caso, no estoy aquí para hablarte de él como profesor, sino como escritor propiamente dicho.

Objetos perdidos es una recopilación de relatos breves en los que Carlos nos transmite vivencias personales, mezcladas con aquellas surgidas de su imaginación voraz. Es un libro divertido y ameno conjugado con una buenísima dosis de buen escribir, donde él entremezcla y entrecruza relatos cortos sinceros, verídicos, inventados, historias de misterio, cuentos sobre asesinos, cartas de amor... y hasta un poema algo... inusual... 

lunes, 8 de febrero de 2016

Carta a una amiga...

Amiga mía, tengo que contarte algo muy importante, pero, no sé cómo hacerlo. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y no quiero perder tu amistad, pero necesito aclarar esto contigo.  
Se trata del pasado fin de semana. Me pareció bien que tú, Juan y yo decidiésemos viajar y olvidar un poco la rutina. Recuerda, (no hace tanto), que los tres marchamos con la ilusión de pasar dos días ajenos al resto del mundo. Yo siempre lo tuve claro. A pesar de que Juan me gustaba desde hacía mucho tiempo, nunca me atreví a decir nada. Ni siquiera a ti. Ni siquiera cuando te ponías tan pesada con ese primo de Juan, ese tal Andrés… que conociste una vez. Yo siempre callada.  Pero este fin de semana tenía planeado hablarte sobre mis sentimientos hacia Juan. Es más, tenía pensado declararle a él mis sentimientos.

Cuando decidimos partir el viernes, yo no imaginaba lo que viviríamos en aquél lugar de ensueño elegido para nuestro descanso. Sí te confieso, que metí en mi maleta lo mejor que tenía, lo más bonito, lo más sugerente...

viernes, 5 de febrero de 2016

Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla


“Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla”

Don José Antonio Contreras Rosado.

Desde éste, mi pequeño rinconcito, quiero felicitar de la forma más sincera y emotiva a mi gran amigo, José Antonio Contreras Rosado, que con tan sólo veintinueve años, ha obtenido la calificación de Sobresaliente en su TESIS DOCTORAL.

No podéis imaginar las vueltas que he dado en mi cabeza a cómo enfocar esta pequeña entrada. ¿Cómo mostrar con unas cuantas palabras el inmenso esfuerzo realizado?

A pesar de su juventud, José Antonio ha formado parte de publicaciones muy importantes en relación con el mundo de la enseñanza...

lunes, 1 de febrero de 2016

La abeja castigada

Hola amigos, aquí os traigo un pequeño cuento, una leyenda española, que el otro día por casualidad, (o por causalidad) encontré mientras ayudaba a mi hijo en sus tareas de naturales.

El caso es que me hizo mucha gracia esta pequeña historia, pues de todos es conocido el maravilloso néctar que las abejas nos regalan, sus beneficiosas propiedades y su variedad de usos, tanto en cocina, como en remedios caseros de éstos que llamamos con cariño “de la abuela”.

Pero, ¿alguna vez os preguntasteis el “por qué” del aguijón?

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