lunes, 21 de marzo de 2016

Un paseo en la tarde

Quizás fue el azar el que quiso que en aquella lluviosa tarde de abril todo cambiase en mi vida. Absorta en mis pensamientos, salí al balcón y contemplé el cielo lloroso.  El olor del azahar no se percibía gracias al aroma a tierra mojada. Un aroma que coqueteaba con el del pastel de zanahoria que me miraba retador desde la vieja encimera de la cocina, aquella que conforme al calendario de sobremesa, tan solo utilizaría durante dos semanas más, pues todo estaba ya listo para mi partida.

De nuevo sentí esa opresión en el pecho, pues no quería marcharme. ¿Pero qué hacer? Estaba desesperada, desempleada y angustiada.

Me ajuste mi impermeable, ése conforme a mis amigos de tono azul, que para mí era color “lapislázuli”, pues imitaba ese tono brillante y seductor de las piedras egipcias. Me engalané con él como si fuese un amuleto y paraguas en mano, salí a pasear bajo la lluvia por mis calles sevillanas. 

Al salir a la calle, saludé con una sonrisa a Tomas, el panadero, que me guiñó el ojo y se atusó el bigote. El entrañable Tomas, siempre con sus guiños y atusamientos bigotiles. Por la hora que era, seguro que venía de tomar su carajillo en el bar de la esquina. Ése desde el que se escuchaba el repiqueteo de castañuelas y el incesante tamborileo de los tacones sobre la tarima de la escuela de baile flamenco.

Sentí deseos de llorar y continué mi deambular ausente. Quizás por ello, no vi aquél  tornillo inerte y peligroso en la mojada acera, que impulsó mi cuerpo con fuerza haciéndome caer de bruces contra el asfalto. Me dolía la rodilla, a rabiar, y el orgullo aun más, pero aquél tornillo  había dejado al fin fluir esas lágrimas retenidas.

No tardé en escuchar la voz del solícito Tomas, ni tampoco la de una desconocida que me decía algo sobre que había que mirar por donde se pisaba. No escuchaba nada.

Un rayo de sol consiguió vencer las nubes que le aprisionaban, y llegó coqueto hasta mí. Sentí su calidez en mi rostro, y el olor a azahar me envolvió de repente. Unos acordes de guitarra cercanos, me hicieron sentir que quizás, aun no era tarde para intentar encontrar algo por última vez. Un trabajo, el que fuese, que me permitiese quedarme.

- Permita que le ayude señorita.

Levanté mi vista hacia el propietario de esa voz, y mis ojos quedaron fijos en lo que sus manos portaban. Folletos de diversos colores con las palabras “Se busca cociner@” en letras atrayentes y esperanzadoras.

- ¿Busca cocinera? Yo cocino muy bien- fue mi estúpida respuesta.

Él me sonrió.

- Si me permite ayudarla a levantarse podemos hablar tomando un café. Se está usted empapando.


Y entonces también me fijé en él. Y vi a un hombre atractivo. Pero vi más, mucho más. Empecé a visualizar la posibilidad de poder quedarme en mi Sevilla del alma, de seguir oliendo el azahar, de poder escuchar las castañuelas y seguir haciendo mis tartas de zanahoria en mi vieja cocina. Empecé a visualizar un futuro, un tal vez, un quizás, un asa a la que cogerme con fuerza para no marchame.


(Dedicado a mis amigos del Club Literario "El Tintero". Este pequeño relato nace de jugar con las palabras subrayadas)

24 comentarios:

  1. Pues no me des la dirección de Sr. que en ese caso yo también me presento al puesto de cocinera, que últimamente necesito un sobresueldo, ja,ja. El puesto no te lo voy a quitar, y menos si el Sr. es atractivo, pero el sobresueldo si que lo quiero vecina. Un relato precioso, pero no te marches de Sevilla que si hace falta yo echo dos puñaos más de arroz y comemos tós!!.

    Un besote enorme vecina.

    Con mil sabores

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    1. Muchas gracias vecina, ja ja. Yo se que tu echas un puñao de arroz y listo, que tú si que eres apañá y resolutiva. Un beso y porfi no te presentes al puesto que te lo llevas seguro, ja ja. :)

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  2. Qué texto tan bonito, me ha gustado la historia. Un beso.

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    1. Muchisimas gracias preciosa. Tarde sevillana de lluvia y azahar, con esperanzas incluidas... Besos :)

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  3. Quehistoria más bonita, así da gusto buscar trabajo la verdad. Me ha gustado mucho la historia.

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    1. Gracias Silvia, ojala en la vida real todo fuese tan fácil, ¿verdad? Muchos besos :)

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  4. Es una historia muy hermosa, y la forma en que lo relata aún mejor, de esta forma trabajaría encantada.

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    1. Ja ja, muchas gracias Elizabeth. Me gusta dar un toquecito de esperanza. Besos :)

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  5. Que hermoso texto! Me gustó mucho tu escritura. Sigue así, saluditos :3

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    1. Muchas gracias Florencia. Intentaré mejorar, estoy aprendiendo. Un beso cariño:)

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  6. Me ha gustado mucho el texto guapa! Sigue así.... seguiré pásandome! un besote

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    1. Muchas gracia Irati. Me alegro que te haya gustado y que sigas pasándote. Esa son las cosas que me animan a seguir escribiendo. Besos :)

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  7. Este texto es estupendo, solo ver la forma y condiciones en que esta mujer podría trabajar y con un churro al lado, pues me imagino que cualqueira en su posición tomaria un trabajo igual.

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    1. Ja ja, gracias Victor. Lo de ese señor está bien, pero lo de quedarse en su tierra, uf. Conozco tantos jóvenes que tienen que marcharse fuera del país para poder encontrar un trabajo, que se me ocurrió. Besos :)

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  8. Mira que ni hecha aposta para mí... ¡Un abrazo guapa :D!

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    1. Gracias Cristina, pero tú de irte ni mijita ¿eh? Que te queremos aquiiiiii. Un beso preciosa. :)

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  9. No has pensado escribir algún libro? Se te da muy bien todo esto de la escritura.

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  10. Gracias Jen. Si lo he pensado, pero no me decido, ja ja. Hay un par de ellos en un cajón, quizás algún día los revise y me decida. Muchos besos y muchísimas gracias :)

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  11. Que bello texto, tan esperanzador... a veces hay momentos en nuestra vida en los que creemos que todo ha terminado, pero de repente llega a nosotros ese rayo de sol que ilumina un nuevo sendero para continuar nuestro camino. Me encanto, es seguro Margarita que me quedo por aquí.

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    1. Muchísimas gracias Montse, y de corazon, ¡¡Bienvenida!! Muchos besos :)

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  12. Hola Margarita!! Como estas? Como ya te he dicho eres una artista, tienes la habilidad de crear textos hermosos como en este caso. Yo no creo que con esas palabras se me hubiera ocurrido un texto así. Mi admiración.
    Un beso grande

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  13. Muchísimas gracias Annie, muchos besitos preciosa. Muaaaakkkkk :)

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  14. Hola Margarita. Gracias por el bello texto que has compartido con nosotros, casi podía oler el azahar de las calles de Sevilla y escuchar el acorde las guitarras. Es bueno recordar que las oportunidades llegan cuando uno menos los espera, solamente hay que saber aprovecharlas. Un beso enorme

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  15. Un beso enorme para tí también Marta, y muchisimas gracias por tu bello comentario. Muchos besos :)

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