Besos en los bolsillos

Hola mis queridos amigos. Ya se huele a Navidad en el ambiente, y eso, tiene sus pros y sus contras ¿verdad?

Estas fechas que se aproximan son fechas para estar en familia, pasear con los amigos, disfrutar de buenos culebrones lacrimógenos de final feliz; y por supuesto... disfrutar de buenas lecturas. Que sí, que no se me olvidó que también puedes terminar de almuerzos y cenas hasta las cejas, que siiii. 

Y hasta por eso, hay que dar las gracias. Sí. Porque hay quien no tiene esa suerte. Hay quien tiene sillas vacías, y hay quien solo  piensa en la llegada del 7 de enero, y no precisamente por las rebajas. 

Pero yo hoy, solo quiero desearos que en estos días que se avecinan, al igual que en el resto de los días del año, disfrutéis del cálido sol cuando este os acaricie. Os dejéis llevar por la magia de la luna que conseguirá brillar a través de la multitud de luces de colores que en estos días nos invaden. Saborear los momentos, y sobre todo, saborear a los amigos. 

Algunos quizás viajéis, y eso será maravilloso. Yo misma tengo un viaje programado, solo que no será un viaje por carretera, sino uno por la imaginación. Emprenderé el tecleo de nuevas páginas y eso sí, haré paradas en mis lecturas maravillosas que me esperan, ahí juntitas, y de las que ya he empezado a disfrutar...

Pero si sé, que haga lo que haga, y llegue donde llegue, estará bien. Y lo sé, porque soy de esas personas afortunadas a las que la vida suele dar besos en las mañanas. Y me da tantos que ya no me caben todos en mi bolsillo de los besos, así que como es Navidad, seré generosa y repartiré muchos de ellos entre vosotros, mis queridos amigos. 

Espero que los aceptéis y sobre todo, que también los repartáis a quién vosotros queráis. 

¡Feliz Navidad amigos míos!