miércoles, 29 de noviembre de 2017

Labios arrugados



Hoy me he levantado con frío. Con una sensación gélida que me hace sentir un dolor punzante en alguna parte de mí, que no logro identificar. Siento que el mundo es gris, frío, inerte… de ese humo espeso que te corroe el alma.

Hoy me he levantado con frío.

Con mucho recelo me acerco a la ventana de mi dormitorio. Como si en una ceremonia del té me hallase, subo la persiana con sigilo, comprobando algo ausente e incluso incrédula, como el sol osa brillar con fuerza.


Alguien olvidó prohibir al sol brillar, cuando tu corazón está envuelto en una neblina gris, que congela los latidos.

Tal vez unas lágrimas consigan apaciguar esta sensación en mi garganta y en mi pecho. Quizás unas lágrimas consigan soltar el nudo de mi conciencia.

Pero no. No será así. No lo será, porque la angustia que me corroe el optimismo, es saber que hoy, me dan ese título especial y deseado por otros, llamado jubilación.

Me jubilan.
Me echan.
Me despiden.
Soy mayor.
Estoy acabada.
Finiquitada.
Inservible.

Una mano grande y cálida se posa sobre mi abultada cintura, mientras un aliento cálido de brisa de verano, sopla sobre las líneas de mi cuello y de mi alma.

Una mano grande y cálida que me acaricia mi pelo castaño, teñido de productos químicos, y esperanzas de parecer más joven. Se enreda y tira con suavidad de él, mientras con insinuación latente empieza a deslizarse por mi rostro, ya no tan juvenil… y termina posándose sobre uno de mis caídos pechos.

- Vuelve a la cama…

Miro de nuevo a la ventana. No pasa nada porque llegue tarde mi último día de trabajo. No pasa nada por hacer y dejarme hacer, con las ganas que acumula quién no hace a diario, pero sí con paciencia y esmero… No pasa nada por arrugar las sábanas en el intento de amar y en los gemidos de todo lo bueno que está por llegar…

El sol brilla de repente. Con fuerza, casi cegador. Incluso llega a calentar mis articulaciones, y me hace recordar, que en el cajón de arriba de mi mesita de noche, hay una crema hidratante combatiente de sequedad, recelos y edad, a la que no le importa convivir con el tiempo y la paciencia.

Me giro hacia el amor de mi vida y veo experiencia, promesas, calma, anhelos y mucho tiempo.

- Sí. Volvamos a la cama y terminemos lo que anoche iniciamos… - añado yo.

Sonrío con picardía, mientras miro ese brillo que reflejan los ojos de este hombre que me acompaña desde hace… ¿Se puede medir el tiempo en años? ¿O es mejor medirlo en momentos?

Sí. Este hombre que no ve en mí a una señora mayor, sino a una mujer, su mujer.

Quizás equivoqué los términos.
Quizás no me echan, solo…
Me dan mi descanso merecido.
La vida me regala tiempo.
Empieza una nueva etapa de mi vida.

Y la empiezo ahora… de la mejor forma posible. Y junto a la mejor persona...  , mientras poso mis arrugados labios sobre los suyos, y saboreo la experiencia del tiempo vivido.



22 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¡Muchisimas gracias Nuria! Muchas gracias de corazón. Muaakk :D

      Eliminar
  2. Bellísima descripción de un tiempo que ya pasó por mi puerta.

    Si se mide en años... Son muchos
    Si se mide en momentos... Muchos quedan
    Si se mide en ilusiones...Jamás se acaban y si
    En Amor se mide... Será infinito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti Manuel, porque además, qué hermosura de comentario. Muchisimas gracias por visitar mi mundo, eres muy bienvenido a él, y en cuánto a tu reflexión... PRECIOSA.
      Muchos besos y de nuevo, bienvenido a mi pequeño mundo. :D

      Eliminar
  3. Un beso Margarita. A nuestros mayores nunca olvidarlos...¡¡y que difícil entrar en el mundo laboral a cierta edad o permitir que sigas de un modo diferente!! Cuánto me gustaría ver a mis padres haciendo algo similar.
    Un abrazo y que tengas un feliz día. Me encanta el título de esta entrada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias cariño. Ayer por la tarde venía de llevar a mi hijo a una de sus actividades. Venía como siempre, corriendo y mirando el reloj. Una pareja sentada en el banco de un parque cercano a casa me dio la señal. Estaban allí, sentados sin más, hablando entre ellos y sonriendo. Fue algo tan hermoso... Me dieron ganas de acercarme y achucharlos, te lo prometo.
      Y bueno, no sé, una cosa dio lugar a otra. Y yo... que soy una romántica empedernida, pues ala, ja ja.
      Muchos besos amiga :D

      Eliminar
  4. ¡Me ha encantado!
    De verdad que tienes magia cuando escribes *.*
    Un besito!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchisimas gracias Naya! Un pequeño homenaje al amor que traspasa las barreras y la edad. ¡¡Un beso muy fuerte preciosa!! :D

      Eliminar
  5. Tus páginas tienen el atractivo y la magia de una gran autora.
    ¡Gracias Margarita!
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a tí Mari Carmen, gracias de corazón.
      Besos :D

      Eliminar
  6. Hermoso lo que escribes. Me deja pensativo, el tiempo está para vivirlo y eso significa aceptar el presente con lo que llega. Ofrecer la mejor respuesta disponible...

    Besos, me encanta como escribes y como sientes...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchisimas gracias Ricardo, y bienvenido a mi pequeño mundo. Son textos muy sencillos, tú ya lo ves. Pero, bueno... es mi forma de no dejar de escribir.
      Espero con ganas poder leer algo tuyo.
      Besos :D

      Eliminar
  7. Un conmovedor relato. Incluso se siente por un instante la impotencia de un ser humano, que cruza el umbral de su edad productiva, la misma que es medida por sus almanaques y no por su capacidad.
    Mas luego, esa impotencia se mitigada al sentir la compañía de quien es su pareja. Sabe que ese amor no se jubila y que los almanaques solo lo hicieron más grande y mejor.
    Entonces comprende, que no existe edad para merecer, sino ganas para hacerlo. Y ya no se sintió “jubilada”, se sintió premiada por la vida y dispuesta a seguir disfrutando cada momento de ese amor que no tiene precio y que el tiempo no pudo vencer.
    La vida le sonríe…Y ella se ganó esa alegría.

    Autora: Gracias mil por tan hermoso momento de lectura

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchisimas gracias Juan Carlos. Desde luego, yo no podría haberlo definido mejor. Te doy las gracias por tan bello comentario, por visitar mi pequeño mundo, y por tu propio agradecimiento por la lectura. Lo cierto es que a veces, algo que puede pasar desaparcibido, puede inspirarte una historia. En mi caso, fueron unos ancianos en el parque, por la tarde. Te prometo que sentí que era un momento digno de ser captado con una cámara, pero como no era quizás lo más apropiado robarles ese momento... decidí escribir esta historia.
      Bienvenido y gracias de nuevo Juan Carlos.
      Besos :D

      Eliminar
  8. Bueno... Mucha claridad, mucha desnudez de alma en el lenguaje, mucho encuentro contigo misma…, que no parece que te hayas perdido. Más bien reencontrado en esta nueva etapa. Continúa la vida.

    Fuerte abrazo, Margarita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ernesto, muchas, muchas gracias. Bueno en esta historia la protagonista no soy yo. Pero lo cierto es que así lo veo. ¿Te imaginas que hermoso ha de ser que en un momento de tu vida donde te sientes perdido, tu pareja te ayude a voltear la vida? Aun me quedan algunos años para jubilarme, y no es un tema en el que piense mucho, pero... guau... ¿me gustaría que fuese así? Pues sí. La verdad.
      Muchos besos :D

      Eliminar
    2. Bueno Margarita... era tan gráfico y real el texto que pensé que eras tú (sin caer en cuenta el tema de tu edad real). :))))

      Y, claro, algo atrevido si me pereció que relatases las cosas con ese detalle tan tuyo que, visto ahora que era fruto de tu imaginación, ¡¡chapó por la escritora!!

      No voy a volver a releerlo... jajajajjaajja... con una vez voy servido.

      Otro día aclaras antes: ¡no soy yo no soy yo!

      Abrazos, escribes muy bien!

      Eliminar
    3. Ja ja ja, no pasa nada Ernesto. Al contrario, me halagas un montón. Bueno, no me importaría a mí vivir así cuando llegue el momento de mi jubilación. Aun me quedan veinte años para ellos, pero cuando llegue, solo espero tener tantas cosas maravillosas en mi vida, que más que un hueco, la jubilación me deje un gran espacio.
      Muchos besos Ernesto :D

      Eliminar
  9. Me ha encantado el relato Margarita, llegar a la jubilación es comenzar una nueva etapa feliz junto a la persona amada.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Conchi. Pues sí. O sola, si es el caso. Pero lo importante, es tomarlo como una nueva forma de vivir, como la oportunidad de hacer aquello que antes no has podido por falta de tiempo... es "recuadrarte" en la vida.
      Muchos besos :D

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...