Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Los tubos y cables están por todos lados.
He sufrido un pequeño infarto, según el médico, un “aviso” de infarto, después
del accidente de coche.
Sonia descansa a los pies de la cama, si es
que se puede llamar descansar a medio tumbarse en esos asientos que se
reclinan. Parece que duerme al menos. Tiene la frente vendada y su aspecto es
horrible. Y esto no es Miriñaque, esto es el Hospital de Madrid.
La imagen de esa mujer de aspecto hermoso,
pero a la vez, frustrado, vuelve de nuevo a mi mente. Siento escalofríos y
cansancio, dolor, angustia, y aunque no puedo dictaminar en qué momento exacto
ha pasado todo esto, también siento unos deseos enormes de rebelarme y
contradecir a la dichosa maldición.
- Aldonza, voy a regresar cuando pueda
salir de aquí, por favor, no dañes a Sonia – medio susurro.
Aldonza...
La hicieron sufrir. Pero seguro que tiene
que haber una forma de romper la
maldición ¿Pero qué estoy haciendo? ¡Estoy creyendo en supersticiones! Supongo
que todo eso se debe al hecho en sí de haber visto un fantasma ante mis propias
narices.
Veo como Sonia se mueve. Joder, qué guapa
está a pesar de los moratones y ese vendaje exagerado en la frente. De pronto,
como presintiendo mi mirada, abre los ojos y me mira, sonríe como si en lugar de estar en una
habitación de hospital, estuviésemos en casa.
- Sonia...
Ella se acerca con su caminar felino algo
lento tras el accidente y me besa ligeramente en mis doloridos labios.
- ¿Cómo estás?
- Bien. Pero inquieto. ¿Y tú?
- Viva.
Le acaricio el cabello y mirando su frente
vendada, intento explicarle lo que siento por dentro.
- Hemos de volver a Miriñaque amor. Solo
durante un tiempo. Tengo un plan ¿sabes? Voy a descubrir como romper esa
maldita maldición por siempre.
Ella no habla. Solo me mira y llora.
- La vi Nacho. La vi.
- Yo también – le susurro.
- Supongo que no está mal regresar, solo
durante un tiempo. Además, ya no me preocupa que mi hijo nazca allí. Solo
quiero estar junto a tí. Supongo que viajar de vez en cuando a Madrid estará
bien. Te amo Nacho, y quiero pasar el resto de mi vida contigo.
La miro y siento que soy el hombre más
afortunado de la Tierra.
- ¿De veras no te importa que nuestros
hijos nazcan allí? Porque estoy seguro que serán varios – le digo socarrón.
Y en ese instante ella empieza a llorar
desconsolada.
- ¿Qué ocurre Sonia?
- Me han hecho infinidad de pruebas tras el
accidente. No sé cómo decirte esto Nacho. Pero solo han confirmado lo que yo ya
sabía. El golpe en el vientre no ha sido el responsable de esto...
- ¡Joder Sonia! ¡Habla de una vez!
- No podré tener hijos Nacho... ¡Jamás!
La maldición sigue....
ResponderEliminarMuy interesante, espero ver pronto el próximo capitulo.
mariarosa
Muchisimas gracias Maria Rosa. Un beso enorme. Prontito estará el siguiente. Muuaakkk :D
EliminarHola Margarita: disculpa por tardar en venir, pero he estado bastante liada y no había leído los capítulos de (Primogénito) Ahora los he leído los cinco de golpe y me he quedado intrigada y deseando saber que hará Sonia con el plan que tiene pensado.
ResponderEliminarAbrazos.