EL ACANTILADO
Capítulo 1
Jeremías miraba totalmente hipnotizado el
horizonte. Había algo en aquella puesta de sol que le atraía sobremanera.
Su aspecto, dejaba mucho que desear, como
casi siempre. Que pasase inadvertido era primordial en su trabajo. Su barba de
tres días tenía un aspecto bastante desaliñado, y su ropa, desde luego,
necesitaba un lavado urgente. Un corte de pelo y una comida decente tampoco
estarían mal.
Después de su último trabajo había quedado
agotado. Ahora, observando el brillo dorado del sol sobre el azul del mar solo
podía pensar en la casi imposible tentación incapaz de ignorar de lanzarse,
zambullirse en aquellas aguas frescas y dejarse ir.
Suspiró y decidió que lo mejor era bajar de
aquél acantilado y simplemente sentarse a esperar, descalzo, hundiendo sus pies
en la arena y sintiendo la frescura del agua cuando la marea decidiese bañarlos.
Miró a su alrededor y escuchó los sonidos
propios del lugar. Las risas de los niños, los besos de los adultos amparados
por el mar… Una señora, de pronto, alejó a su pequeño del camino para poder así evitarlo. Tampoco podía
juzgarla, tenía un aspecto realmente espantoso. Pero formaba parte de su
disfraz, de su trabajo…
Las vendas del pecho empezaron a doler.
Su misión tenía que estar muy cerca… un zumbido en sus oídos, visión borrosa,
un ligero mareo y de repente… el mar que estaba frente a sus ojos quedó
sustituido por el cielo azul.
“Ya está aquí, ya ha llegado el momento…
solo espero ser capaz de llevar a cabo mi misión…”
- ¡Señor, señor, necesito ayuda!
Una niña de unos siete años tiraba de su
camisa con una fuerza sobrecogedora…
- ¡Señor, señor!...
La venda ya lo asfixiaba. Esa niña era su
objetivo…
me gusta tu texto dejas al lector la decisión que quiera tomar con su pensamiento
ResponderEliminarmil besos
Muchas gracias Mucha, es el primer capítulo y todavía les dejo elegir, ja ja. Pero de aquí al sexto, ya veremos.
ResponderEliminar¡Muchos besos!
Bueno Margarita, he comenzado tu novela y el iniciio resulta interesante. Voy por el segundo.
ResponderEliminarmariarosa
María Rosa eres un sol. Te la vas a leer casi de seguido, ja ja. Espero que te guste :D
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