Ilustración realizada por la señorita Aurora Canto Carmona, mi hada particular
(Hoy, 3 de diciembre, es el Día Internacional de la Discapacidad. Les comparto este cuento que escribí para Cuentos de la Ternura. Espero les guste)
Violeta,
el hada de la capacidad
Había
una vez, en un lugar muy cercano a todos nosotros, un bosque encantado, donde
sus pequeños habitantes vivían en grandes setas de color frambuesa.
Al
principio, en esta aldea, todos eran niños, pues era un lugar muy especial. Era
el hogar de los sueños mágicos, de cuyo corazón nació el arco iris, con sus
siete colores brillantes y el gran árbol de la vida, de cuyas ramas brotaron
nuevas setas, y de ellas, nacimos mis hermanas y yo, las hadas del bosque
encantado y los sueños.
Mi
nombre es Violeta, y soy el hada de la capacidad, aquella que te ayuda a hacer
mogollón de cosas cada vez que agito mis alitas transparentes como el agua de
la montaña de los suspiros.
Soy
pequeñita, pero muy fuerte. Me gusta mucho la risa y las canciones, pero sobre
todo, me hago muy fuerte con las sonrisas de los niños como tú.
Las
hadas somos unas personitas muy chiquititas y podemos vivir en lugares muy
pequeños. Yo vivo con mis seis hermanas en un círculo de setas mágicas, dentro
del tronco hueco del gran árbol de la vida. Las hojitas de este árbol llenan el
cielo de sueños, y sus raíces, se visten con los siete colores del Arco Iris,
de donde nacemos mis hermanas y yo.
Por
eso, cada una de nosotras, podemos regalar algo hermoso a un niño o a una niña,
y también a sus papás. No tenemos varitas mágicas como las hadas de otros
cuentos, tenemos hermosas setas de colores. Cada una de nosotras, tiene una seta
mágica del mismo color del arco iris, y así, es nuestro nombre.
Roja,
Naranja, Amarilla, Verde, Azul, y Añil, son mis hermanas, y luego estoy yo,
Violeta, el último color, la más pequeñita.
Cuando
nacemos, el Gran Árbol nos deja visitar el mundo de los humanos, y nos permite
vivir en las casitas donde hay niños, para que podamos aprender de vosotros,
porque los niños, sois muy listos.
Los
papás humanos también son listos, porque fueron niños, pero después crecieron y
algunos olvidaron como jugar. Por eso, nosotras las haditas, jugamos con los
niños en sus sueños, y les ayudamos a crecer.
Todos
los niños son especiales. No importa si son altos, bajos, rubios, morenos, con
la piel blanca, negra o roja. Todos los niños son hermosos. Pero algunos de
esos niños guardan dentro de su corazoncito, una cajita de amor brillante, y
nosotras, las hadas, tenemos que encontrarlos y recargar de energía nuestras
setas mágicas.
Mi
hermana mayor, Roja, visitó en sueños a Carmen, una niña que no puede recordar sus
lecciones del cole. Pero cada día, Carmen trabaja mucho para aprender, es una
niña muy fuerte. Con ella, Roja recarga su seta de FUERZA. Los niños sois muy,
muy fuertes.
Mi
segunda hermana, Naranja, visitó a Tomás, un niño que cuida de su papá, que
está enfermo. Tomás es un niño muy generoso, y Naranja recarga su seta de
ENTREGA. Después, la reparte entre todos los niños, y los ayuda a crecer.
Mi
tercera hermana, Amarilla, visitó a Luis, un
niño que tiene miedo de la oscuridad. Un día, su mamá gritó en la noche
y Luis corrió a ayudarla. Aunque temblaba y lloró un poquito, mostró un gran
VALOR, que Amarilla recogió en su seta. Ella ayuda a los niños a ser valientes.
Mi
otra hermana, Verde, visitó a Pedro. La mamá de Pedro es ciega, y él le cuenta
todos los días como son los colores y lo que hay a su alrededor. Así que Verde
llenó su seta de SENSIBILIDAD. Por eso los niños lloran más que sus papás.
Mi
hermana Azul, visitó a Ana, una niña que quería cantar, y día y noche no dejaba
de hacer ejercicios con su voz. Hasta que consiguió cantar. De mayor quiere ser
cantante de rock. Azul llenó su seta de SUEÑOS. Los niños tienen muchos sueños
que cumplir.
Sólo
faltábamos mi hermana Añil y yo. Y las dos nos fuimos juntas a la misma casita.
Así que yo tenía miedo de no tener nada para rellenar mi seta. Pero me
equivoqué.
Añil
jugaba en los sueños de Oscar, un niño que quiere ser médico de mayor, para
poder curar a su hermanita Clara, que tiene una extraña enfermedad. Es un
luchador, y Añil tiene su seta llena de espíritu de LUCHA.
Y
yo… yo soy feliz. Yo juego con Clara, la hermanita de Oscar. Clara es una chica
con Síndrome de Down. Es una niña hermosa, que cada día libra una batalla
porque es un poquito diferente a los demás niños. Tiene los ojitos hermosos,
llenos de luz y redonditos, no tiene fuerza en sus músculos, su corazón late
despacito, sus deditos son cortos y le cuesta un poquito aprender las cosas…
pero lo que más me llama la atención de Clara es su sonrisa. Es linda, limpia.
Escucha música y baila, sonriendo con sus manitas al aire y ríe y ríe mientras
gira en su hermoso baile.
No
todos los niños son amiguitos de Clara. Algunos la miran raro, y hay quien la
llama cosas feas. Algunos dicen que es tonta, pero no lo es. Al contrario. Es
muy lista, y cada día sale a la calle, no para vivir la vida como los demás
niños, sino para vivir su propia vida.
Mi
seta está repleta de fuerza, entrega, lucha, valor, sensibilidad, y sueños. Mi
seta está repleta de magia, rebosa CAPACIDAD.
Por
eso, mi querido amiguito, yo soy el hadita de la magia, el hadita que reparte a
los niños las capacidades que tienen, todas las cosas que pueden hacer, las
ganas de reír, colorear, soñar, bailar y crecer.
Si alguna vez escuchas que
alguien llama “discapacitado” a otra persona, recuerda a Clara y todo lo que
hace cada día, y recuerda que yo y todas mis hermanas, las hadas del Arco Iris,
estamos dentro del corazón de Clara. Por eso es tan especial y mágica.
deberia haber un boton de me encanta :3 <3 por que simplemente lo ame demasiado.. incluso me puso la piel chinita... jeje, senti cada capacidad...
ResponderEliminarcuando era estudiante, elaborabamos proyectos, y los profesores siempre nos dijeron que debiamos tratar a todos por igual, en todos los aspectos de la vida, por que todos somos iguales, y las personas que llaman "discapacitados" estas un poquillo confundidas, tu cuento Margarita, es algo tan sutil, tan delicado que enseña a aprender que todos somos personas con capacidad... :)
Gracias, y en verdad que me ha fascinado muchisimo.. :3
Pd. aprovecho por aqui para pedir permiso de poder leerle este bellisimo cuento a unos niños que visitare en una "casa hogar" ( donde vivien niños que no tienen padres, o que han sido dejados), me gustaria leerles este cuento, y tambien el de las nubes...
pero antes quiero pedir tu consentimiento, y claro que les dire quien es la maravillosa autora de tan bellos y sabios cuentos.. :)
Espero tu respuesta.. ;)
Saludos!
¡Hola Paulina! ¿Bromeas? Pues claro que tienes mi permiso, es más, te lo agradezco, porque en cierta forma, si les gusta, habrán servido para algo, habrán llegado a niños que podrán disfrutarlos, y ese es el objetivo de un cuento.
EliminarMuchisimas gracias por tus palabras. Como siempre, subes mi autoestima. Pero en serio, este cuento es muy importante para mí, porque tengo un hermano que no tiene Sindrome de Down, pero si tiene Sindrome de Rubinstein Taybi, y se lo que eso significa.
Me haces muy feliz diciendome que te ha gustado lo suficiente como para leerles esos cuentos.
Un beso muy grande :D
Soy una futura maestra y la verdad este cuento es impresionante! la verdad es muy dificil muchas veces explicarle a los niños ciertas cosas o tratarlas con normalidad por culpa del mundo de los adultos
ResponderEliminarAsi es Abbie. Y no sabemos como explicarles algunas cosas. Se me ocurrió esta similitud porque realmente pienso que estos niños tienen todas esas cualidades.
EliminarUn beso muy fuerte Abbie :D