Pequeños haces de luz
incandescentes riegan de admiración la bóveda nocturna. Puntitos luminosos en
movimiento alertan los suspiros de aquellos afortunados que consiguen
visualizar sus estelas blancas y repletas de promesas.
Elevamos nuestras esperanzas al
cielo, en forma de pequeñas plegarias silenciosas, rogando que esos destellos
estelares, cual varitas mágicas de cuento, hagan realidad nuestras peticiones.
Y lo hacemos con la ilusión de recibir la magia de una estrella, fundamento de
leyenda, y recuerdo de un destino trazado, como en la historia del antiguo
Perseo.
Es hermoso, y a la vez, irónico,
pues estamos confiando nuestra alma a partículas de polvo diminutas ocasionadas
por un cometa o asteroide, que se encienden en pequeños trazos luminosos al
desintegrarse mientras cruzan la atmósfera.
Sin embargo, ya sabéis, soy de
cuentos y leyendas, así que es probable que yo misma pida ese “deseo”, que para
eso soy humana, y predispuesta a soñar.
Que lindo Margarita! Perfecta para estos dias donde las perceidas estan por todos lados. Me encanta! ❤❤❤
ResponderEliminarMuchas gracias, son todo un espectáculo ¿verdad? Y para nosotros los soñadores, uf, un regalo. Un beso enooooorme :)
Eliminarlas vi desde cadiz!! son preciosas
ResponderEliminar¿Verdad que sí? Yo me tumbé a verlas (no te lo pierdas, a las tres de la mañana) ¡Me encantaron! Vi pocas porque no era el lugar más adecuado, pero qué hermosura de cielo :)
EliminarYo hace un montón que no veo...es una pena porque son preciosas
ResponderEliminarEspero tu opinión en mi último post, besitos!
Hola Aitana, ¡sí que son preciosas! Un beso muy fuerte :)
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