-
Pepe, necesito hablar contigo. Es importante.
-
¿Tiene que ser ahora? Tengo prisa.
-
Siempre tienes prisa.
-
Tengo que trabajar.
-
Trabajas mucho. Trabajaste esta mañana, tienes que trabajar esta tarde… Es
curiosa la vida. Tú cada vez trabajas más. Yo, por el contrario, me aburro. Así
que hago compras. Hoy, por ejemplo, he comprado un chupete y unos patucos.
(Silencio)
-
Debo haber oído mal. ¿Has dicho un chupete?
-
Sí. Tengo un retraso y como llevamos tanto tiempo buscando un embarazo… Pensé
que tal vez estemos de enhorabuena.
-
Lucía, de veras, no tengo tiempo ahora.
-
Claro que no tienes tiempo Pepe.
-
A las ocho me esperan para una importante reunión. Y esta conversación sin
sentido es absurda.
-
Y yo cariño. Yo también soy absurda. Me siento inmensamente sola.
-
Me confundes Lucía. Quieres tener hijos, no dejas de hablar de ello. Pero
¡tener hijos cuesta dinero! Por eso, precisamente, ¡trabajo tanto!
-
¿En serio? ¿De veras trabajas tantas horas pensando en nuestros futuros hijos?
-
¡Ya solo te falta quejarte de que
trabajo mucho! ¿Qué quieres de mí? Si te aburres tanto, compra un perro, o un
gato. Estarás entretenida y dejarás de comprar cosas absurdas.
-
Como un chupete.
(Silencio)
-
Como un chupete.
-
¿Sigues queriéndome? Me refiero a quererme de verdad. ¿Recuerdas nuestros
votos? En lo bueno, y en lo malo. En la salud, y en la enfermedad.
-
¿Has bebido Lucía? De veras, ahora no puedo mantener esta conversación.
-
Eres un cínico. Claro que nunca hay tiempo para hablar de hijos. ¿Cómo puedes mirarme
a la cara cada día? ¿Cómo puedes fingir que no pasa nada? Sabes que llevo mucho
deseando ser madre, y aun así, callas. Igual que callas ahora, fingiendo que
sí, que este retraso puede suponer un embarazo. Pero ambos sabemos que no es el
caso.
-
No sé qué demonios te pasa hoy ¡Me voy!
-
Tienes razón. Vete. El trabajo es lo primero.
-
¡Por Dios Lucía! ¡Basta ya! Hablaremos a mi vuelta.
- Lo sé todo.
(Silencio)
- Lo que me
faltaba por escuchar hoy. No estoy para misterios Lucía.
- He estado
ordenando los altillos y he visto aquello que intentabas esconder. Por si tu
memoria te falla, he descubierto el sobre amarillo bajo la caja de cartón,
allí, bien tapada por la sombrerera de tu abuela.
(Silencio)
-
¿Cuándo pensabas decírmelo?
(Silencio)
-
Tiene una explicación.
-
¿Una explicación? Jamás te tomé por alguien mentiroso, ni cruel. ¿Cómo crees
que me sentí al abrir ese sobre y ver lo que allí escondías? ¿Cómo explicar
eso?
-
Quería decírtelo. Yo te quiero, te quiero mucho. Sabes que es verdad, es sólo
que no sabía cómo contártelo. Incluso me he hecho nuevamente pruebas para asegurarme que
todo seguía igual.
(Silencio)
-
Te he dicho millones de veces que quería ser madre y jamás se te ocurrió
hablarme de tu esterilidad. ¿Esperabas que me aburriese? ¿Qué me cansase de
esperar?
-
Lucía…
-
Márchate Pepe. Llegas tarde a esa reunión tan importante.
-
Lucía, perdóname. Tenía miedo. Podemos adoptar, podemos…
(Silencio)
-
Márchate Pepe. Tengo que pensar. Y no tengas prisa en volver. Tengo mucho en lo
que pensar ,y tú, mucho trabajo que hacer.
Jolín Margarita, me has sorprendido, desconocía este tipo de relatos en tu haber. Refleja estupendamente esa situación inesperada que puede suponer el principio del fin de una pareja. ¡¡Felicidades escritora!!
ResponderEliminarMuchas gracias amiga mía. Tengo algunos así, incluso algunos que no me he atrevido a publicar por temor a que alguien conocido pueda asociar a algún caso que le ha pasado. Muchas veces, y por desgracia, la vida real es la mejor inspiración. Muchos besos tesoro :)
EliminarJolín Margarita, me has sorprendido, desconocía este tipo de relatos en tu haber. Refleja estupendamente esa situación inesperada que puede suponer el principio del fin de una pareja. ¡¡Felicidades escritora!!
ResponderEliminar😨 que fuerte mami. Vaya cara que tiene. ¡Ala! Que se vaya a trabajar
ResponderEliminar😨 que fuerte mami. Vaya cara que tiene. ¡Ala! Que se vaya a trabajar
ResponderEliminarJa ja ja, ¡pues sí hija! ¡Que se vaya a trabajar, que en casa ya lo ha fastidiado!. Millones de besos :)
Eliminarcreo que en una pareja lo mas importante es la verdad y la comunicacion y si te engañan en algo tan basico como eso no merece la pena
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo Abbie. Amar es confiar, y desde luego, nunca mentir. Un beso amiga :)
Eliminar