Quizás la aurora roce con
su aliento tu piel. Ello, te hará estremecer, sentir como la brisa acaricia con suavidad tu forma de vida, tú yo manifestado , tu ser. Notarás que con ello se eriza tu vello y sentirás un cosquilleo por tu espalda… Pensarás, ¿por qué? Y después dirás… ¿Por qué
no?
Tendrás miedo, sentirás reservas, forma parte de la vida y de tu libertad de pensar. A veces, cuando
tomas una decisión, aciertas, y otras, te equivocas. Pero siempre, será tu
decisión. En algunos momentos, desfallecerás, querrás tirar la toalla, pero algo,
un detalle, un momento, te devolverá al camino.
Al final, podrás
comprobar, que no todo lo puedes, pero
que si lo quieres, si lo deseas, seguirás luchando, al igual que el nenúfar necesita al agua, tú necesitas tu propio camino, porque la fuerza no es ala
de mariposa, ni pétalo acuático, sino la esencia que tu propia alma crea, a veces, a base de golpes del destino aderezados con la euforia de tus logros.
Completamente de acuerdo Margarita, a veces la vida te acaricia y otras te golpea. Pienso que el recuerdo de las caricias nos pueden ayudar a amortiguar los golpes.
ResponderEliminarUn beso 😘
Completamente de acuerdo Margarita, a veces la vida te acaricia y otras te golpea. Pienso que el recuerdo de las caricias nos pueden ayudar a amortiguar los golpes.
ResponderEliminarUn beso 😘
Pues si amiga mía, así es. Muchas veces, esa caricia amorosa puede crear un colchón ante la adversidad. Un beso :)
Eliminar"...golpes del destino aderezados con la euforia de tus logros." Precioso amiga :D
ResponderEliminar¡Muchas gracias Cristina! De eso sabemos un poco, ¿verdad? :)
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