Siento mi corazón
acelerado, a mil por hora, ¡Dios mío! ¿Sufriré un infarto? Calor, mis mejillas
están en llamas, mientras mi corazón toca con fuerza esta melodía de tambor… Su
mano en mi cintura, me quema la piel, aún con la ropa entre sus dedos y mi cuerpo.
Me acerca, sin más, veo sus pupilas grandes y dilatadas.
Siempre me sonríe, pero
hoy se muestra serio, mientras su mano sube de mi cintura y se enreda en mi
cabello. ¡Va a hacerlo! ¡Va a hacerlo!, ¡Ay madre mía, va a hacerlo! El ruido
de fondo de la calle no se escucha, es como si nadie pasase por este parque
siempre transitado, solo estamos él y yo, sus manos y las mías, su jadeo
involuntario entremezclado con mi respiración agitada…
¿Y si lo hago mal? , ¿Y si
no sé hacerlo?, ¡En la tele parece fácil! ¡Mierda! ¡Ay, que se acerca, que se
acerca…!
Sus labios son firmes y
frescos. No sé qué hago, ni cómo lo hago. Sólo me defiendo. O ataco. No lo sé.
Solo sé que hoy no importa nada, ni nadie, más que él, más que su boca, más que
su aliento, más que esas manos que me acarician la espalda y ese susurro que no
es el viento, mientras recibo mi primer beso.
Me ha encantado Margarita! Romantiquisimo <3
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias preciosa!! :)
Eliminarme ha encantado!!! esos primeros besos que nos hacen sentir cosquillas
ResponderEliminar¡Muchas gracias Abbie! Sí, esas cosquillas que se recuerdan con una sonrisa nostálgica...
EliminarPero bueno, ¿cómo se me pasó esto? Margarita qué pluma más maravillosa tienes. Un abrazo :D
ResponderEliminar¡¡Gracias Cris!! Je je , ay, ese primer beso... :)
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