El bosque guarda secretos, y si los guarda, es porque de esa forma es mejor para todos. Pero siempre hay algún alma inquieta que gusta de adentrarse en lo más profundo y espeso del mismo y buscar sus propios límites.
Eso fue lo que le ocurrió a Germán. De ancha espalda y dura cabeza, con una mandíbula cuadrada a base de apretar los dientes. Ojos pequeños y fijos como rendijas que buscan lo que se oculta.
No muy alto, pero tampoco bajo; eso sí, agraciado de rostro y portador de una hermosa sonrisa que no siempre comparte, salvo cuando está con alguna dama.
Ah, las damas.
Su debilidad. Su más profunda debilidad.
Por ello jamás se casó. Ninguna mujer aguantaba lo suficiente a su lado, pues en lo más hermoso de la relación, él ya había puesto sus ojos en otra flor. Era así, no lo podía evitar. El sexo femenino era su vicio, su locura, su inspiración, su motivación para ser.
Y por ello se internó en lo más profundo del bosque. Por ello, y porque le contaron la historia de una mujer que se veía a altas horas de la noche paseando por los montes. Una mujer de belleza inusual que según decían, si posaba sus ojos en tí, compartía contigo un trozo de cielo.
Germán debía, quería y necesitaba comprobarlo por sí mismo. Así que sin dudarlo, y a pesar de las advertencias de su tía Marisa - aquella que muchos llamaban bruja en la aldea - él se internó en la noche y entre las más frondosas ramas, y siguió el camino que le habían indicado, precisamente no seguir.
Caminó durante horas. Y al fin, llegó a la cima que le habían dicho debía escalar si seguía entero y con fuerza. Ascendió acompañado por una hermosa luna creciente que poco alumbraba su camino, pero que simulaba guiñarle el ojo a su cometido. La linterna empezó a parpadear, y sus pies a sentir el cansancio. Unos metros más y si no conseguía verla, se marcharía.
Pero los espíritus del bosque que son sabios, esta vez se habían quedado dormidos. Y allá, en lo más alto de la colina, la silueta de aquella diva se recortaba contra el horizonte.
Jamás sintió Germán más dicha que en aquel preciso instante, en que ella pareció fijar su mirada en él. Presuroso comenzó el ascenso con todas sus fuerzas, maravillado de las formas que bajo ella se adivinaban. Una larga cabellera ondeaba al viento y conforme más se acercaba, más hermosa le parecía. Era una mujer única, excepcional...
Agotado y nervioso terminó el ascenso. Ella tan solo a unos metros de él... y dedicándole la sonrisa más hermosa que jamás vio, dejando que él pudiese ver esos grandes ojos bordeados de pestañas y esa boca carnosa que debía ser todo un lujo besar. Una nariz pequeña y un espeso cabello enmarcando un rostro de porcelana y terciopelo.
Pero tras esa sonrisa, la joven giró su cuerpo y quedó de espaldas a él.
Sorprendido, aceleró el paso al ver que ella ponía distancia entre ambos. Ah, no. No había recorrido todo aquél camino para nada.
Envalentonado empezó a seguirla con rapidez, más cuanto más corría él, más parecía acelerar ella. Hasta que finalmente la joven se detuvo y volvió a girarse hacia él, de nuevo, con una sonrisa en su rostro.
Germán quedó petrificado...
El rostro angelical que antes vio había desaparecido sin más, y en su lugar una máscara macabra y angustiosa le devoraba cada centímetro de la piel con unos ojos negros y deformes que parecían hechos de vidrio de obsidiana. El cuerpo de ella cambió de forma y tamaño, creciendo hasta llegar a alcanzar casi los tres metros de altura, mientras su cabello se transformaba en largos dedos serpenteantes que se acercaban a él con una rapidez escalofriante, y lo envolvían en un frío abrazo.
Germán no pronunció una sola palabra... Su mente aterrada solo llegó a articular durante un instante qué quién era aquél ser y donde había quedado la bella joven de antes...
Y entonces, ella habló, con una voz dulce y hermosa hecha de campanitas de cristal...
- Cuando llegaste a mí era esas mujeres a las que haces sentir únicas...
Y después su voz se tornó en cristal hiriente y doloroso...
- Y esta yo que ves ahora, soy el espíritu de tantas mujeres a las que has causado dolor y has dejado atrás en tu camino...
Nadie volvió a saber nunca jamás nada de Germán. Pero ahora, hay una nueva leyenda en la aldea...
Se dice, que la bruja que vive en la colina ha encontrado un hombre que permanece a su lado. Un hombre que jamás osará dejarla, pues ello podría ser su perdición. Hay quien incluso dice que escucha jadeos en la noche, gemidos de una mujer que susurra a la luna, mientras un hombre solloza como si fuese un niño, lamentando su destino.
Qué historia tan terrible. Un beso
ResponderEliminarHola Susana, pues sí, menos mal que es fantasía... espero...(;D) Muchos besos :D
EliminarVaya historia, todo el guión de una película.
ResponderEliminarMuy bueno, te mando un beso al alma y que tengas buen inicio de semana.
Ja ja, hola Paula. Muchas gracias, muy resumidito, pero sí. Un beso cariño :D
EliminarMargarita, me quedo maravillada, me encanto esta historia. Un castigo para ese mal hombre que solo jugaba con las mujeres... Saludos amiga.
ResponderEliminarHola Sandra, ja ja, muchas gracias. Se me ocurrió de repente y lo he escrito un poco de forma precipitada, pero bueno, ahí está. Muchos besos :D
EliminarUna historia tremenda, pero el daño que iba haciendo el protagonista también era muy fuerte. Un abrazo
ResponderEliminarHola Rita, pues por eso le he dado caña, ji ji ji. Un beso preciosa :D
EliminarTodos los actos tienen consecuencias... y los actos malos, tienen consecuencias peores!!
ResponderEliminarBuen relato, Margarita.
Besos
¡Hola Maite! Ja ja, pues sí, que estaba yo vengativa este finde pasado, ja ja. Un beso preciosa :D
Eliminar¡Qué historia tan impactante!
ResponderEliminarEnhorabuena por el relato, preciosa.
Besotes.
Gracias Mari Carmen, ji ji, me dio por ahí, me cogió traviesilla, ji ji. ¡Besos! :D
EliminarHola preciosa!
ResponderEliminarGenial historia, con un gran final, aunque sea impactante la verdad que en muchas ocasiones adoro estos finales, será porque a fin de cuentas es fantasía.
❀ Fantasy Violet ❀
Besotes! 💋💋
¡Hola Violeta! Pues siii, la verdad es que se me ocurrió de pronto, supongo que porque estoy buscando información sobre temas un poco misteriosos... ja ja ja.
Eliminar¡Besos! :D
Hola cariño
ResponderEliminarMe sobrecoges, de verdad, que pluma, que fluidez, que escritura
Cada vez que leo algo tuyo reconozco que es tuyo ya sin problema por la forma de escribir que tienes, y eso es algo buenisimo
Sigue escribiendo y sigue dejando que disfrutemos con ello
Besazos ♡
Ooooh, muchísimas gracias Naya. No sabes la alegría que me das.
Eliminar¡Besos! :D
Margarita, te pusiste terrible. ¡Qué relato! Deja mucho para debatir, más allá de la calidad literaria que siempre dejas en cada escrito.
ResponderEliminarA veces me pregunto por qué las mujeres se enganchan (creo que por tu país se dice "lían") con tipos así, es como que no se dan cuenta de cómo son hasta luego del sexo. ¿O será que ellas lo que primero buscan también es el sexo?
Podría decir una maldad: que al principio todas son lindas, luego muestran su verdadero rostro. Pero no lo diré, porque no todas hacen eso.
Una gran escritora da para pensar. Está comprobado.
Besos.
¡Hola Navegante! Ja ja, bueno, yo siempre opino que esta historia podría contarse desde ambos lados. Es más, él es un "vividor", y ella... una "bruja mala". ¿Por qué digo lo de mala? Porque pienso que hay brujas buenas. Lo cierto es que todo ha surgido como una especie de juego, porque estaba investigando para mi siguiente novela, y ¡zas! se me vino a la cabeza, ja ja.
EliminarMuchos besos Navegante. Ah, sí, por aquí se dice "lian", pero te he entendido. ¡¡Besos querido amigo!! :D
Margarita: muy buena historia, me encanto, sólo que hubieras sido un poco más suave con German. Dejarlo a merced de una bruja mala es un castigo, aunque a muchos caballeros que van flor en flor, les suele suceder algo parecido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ja ja, y que lo digas Maria Rosa. La realidad supera a la ficción. Muchos besos :D
EliminarLa hora que es y leyendo relatos de terror, no me atrevo a levantarme del sillón para irme a dormir. Muy bueno Margarita.
ResponderEliminarBesos.
Ja ja ja, gracias Conchi, pero bueno, de terror, terror... solo un poquito suspense, ja ja. ¡Besos! :D
EliminarUna historia extraordinaria querida amiga. De interés hasta el final y muy bien narrada. Muy real!
ResponderEliminar¿No tendrás tú algo que ver con la protagonista?, cierto que no en todo pero sí en algo... La describes muy bien..., y sus efectos en lo masculino jajajajajaja... No sé no sé...
Abrazos Margarita.
Ji ji ji, hola Ernesto... pues no se, pero espero que no...¿Te imaginas? ¡Menudo estrés! Ja ja ja.
Eliminar¡Besos! :D
¡Hola!
ResponderEliminarAy, qué mal rollito, pero me encanta *-*. Ha sido un relato genial y maravilloso.
Besos.
Ja ja, gracias Aida. Un beso muy gordo :D
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