Ya llevaba tiempo queriendo
hablaros de este libro. Me gusta mucho leer, y si bien no tengo demasiado
tiempo, leo cada vez que puedo. Pero os confieso, que no había leído ningún
libro de “microrrelatos”.
Creédme amigos, es un arte que su autora, Mª
José Barrios, consigue a la perfección
en este compendio de historias contadas de la forma más breve y tácita posible,
certeras, directas e insuperables.
El año pasado, hablando con
una amiga, ésta me sugirió la idea de
escribir más en serio. Recuerdo que le dije que no sabía bien cómo hacerlo, que
no tenía técnica ni estilo. Entonces ella me habló de un taller de escritura en
Sevilla, donde su profesora, Mª José Barrios, contaba entre los talleres que
ofertaba el de escritura creativa. Fue entonces cuando me dejó este libro para
que lo leyese y pudiese acercarme por así decirlo a la autora.
Me encantó. Me gustó tanto
que decidí inscribirme en el taller. (Aunque ello no me haga escribir como
ella, me temo que eso se lleva o no se lleva más que se aprende, ja ja)
Mª José es licenciada en
Comunicación Audiovisual y ha completado un máster en escritura de guión para
cine y televisión y otra en teoría de la literatura. Pasó cuatro años y medio
en Reino Unido, trabajando y tomando cursos de traducción literaria y escritura
creativa.
A lo largo de los últimos
diez años ha obtenido una docena de premios y menciones literarias, que se
traducen en otras tantas pequeñas apariciones en libros colectivos.
En 2009 publicó Cuentos
Mínimos, algunos de cuyos relatos fueron recogidos posteriormente en un par de
estudios y antologías de microrrelatos.
Podría seguir hablando
mucho más de la labor de Mª José, pero prefiero simplemente invitaros a leer
este maravilloso libro. Es más, os hago una sugerencia si me lo permitís.
Saborear cada línea. Leer cada historia y reflexionar sobre ella, pues ocultas
tras las palabras hay sentimiento, fuerza y realidad.
De entre todos los
microrrelatos del libro tengo mis favoritos… “Quijote”, “Celos”, y “Mujer
devorando una pantera”, entre otros. Aquí comparto uno de ellas con vosotros, con todo mi
cariño y admiración hacia Mª José.
Mujer
devorando una pantera. (Del libro Cuentos Mínimos)
Y
se levanta, y el corazón del animal aun palpita entre los despojos, y ella hace
ademán de limpiarse - la boca, el
rostro, los brazos, el pecho -, pero decide quedarse quieta y contemplar la
escena un rato más.
Un
minuto, quizás dos, y luego volverá a sus quehaceres diarios – la comida, la
ropa, la compra, los niños -. Nada de eso importa ahora que sabe de lo que es
capaz.
María José Barrios
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