Feliz Navidad con los mejores magos de Oriente

Hoy día 23 de diciembre hace cincuenta años que las dos personas que me han dado la vida se dieron el "Sí quiero". 

Ellos son mi pilar y mi fundamento. Son aquellas personas que me insuflaron valores y que jamás me han abandonado bajo ninguna circunstancia. Son quiénes día a día y segundo a segundo siempre tienen una sonrisa para mí, siempre una mano cálida, una ayuda, un consejo... y todo el amor del mundo. 

Cincuenta años caminando juntos por la vereda de la vida...

Hoy quiero desearos a todos felices fiestas, desearos con todo mi corazón que tengáis la mejor Navidad que podáis soñar, y no se me ocurre otra forma, pues para mí Navidad es familia, y la familia mi referente. Son las personas más fuertes que he conocido jamás, y que a pesar de llevar a veces un carro muy pesado del que tirar, siguen empujando con fuerza y ahínco, demostrándonos a sus hijos y a sus nietos que la vida no es un camino fácil, pero que aun así, hay que caminar. 

Por ello, hoy junto a ellos, os deseo que os cubráis con la túnica navideña, con todo lo que ello implica, con sus luces, olor a canela y galletitas cubiertas de colores vivos y sabores suaves. Comidas con los amigos y la familia, villancicos, alfajores y zambombas. Poetas que cantan al niño Dios, y niños que esperan ansiosos la llegada de sus majestades de Oriente. 

Llega Navidad con todas sus promesas de amor y los mejores deseos que puedes imaginar envueltos en hermosos papeles de celofán brillantes. Es esa época en la que todo es hermoso y las calles se engalanan con sus mejores galas, mientras que cierran los colegios y los niños inundan las calles en la búsqueda insaciable de árboles navideños y belenes a los que admirar. 

Aunque Navidad es algo más...

Navidad es ésa época en la que los recuerdos de tu niñez afloran a la superficie de tu subconsciente. Comienzas a recordar a aquellos que ya no están, los olores y sabores de tu niñez asociados a esas personas que ya no puedes sentar a tu lado en la mesa. Es esa época en la que realmente piensas que puede ocurrir de todo, y que los milagros navideños nos protegerán de cualquier mal. Hasta que el destino se saca la lengua y te muestra una dureza que no esperabas, reflejada a través de una silla vacía, o quizás en una cuenta bancaria con telas de araña. Para muchos esta época es una pesadilla, pues no todas las personas tienen las mismas circunstancias, y también hay que respetarlo. 

Respeto, lo primero que se debería colgar de cualquier árbol de Navidad. Así lo siento, pues cuando ves los adornos que cuelgan de las agujas de pino, te encuentras aquellos brillantes que abren tus ilusiones y te hacen pensar que todo es hermoso, que todo el mundo es bueno, y que en cualquier momento algo maravilloso y único ocurrirá en tu vida cambiándola para siempre. Pero también te encuentras aquellos otros que tienen heridas, pues este periodo es aquél donde más añoras a quién te falta o lo que te falta...

Es una moneda con su cara y su cruz. 

Pero hoy no voy yo a hablarte de esas caras y cruces, sino de este instante, justo de este instante en el que estás leyendo estas líneas. 

Desde aquí te doy un abrazo si es lo que necesitas. Te deseo con todas mis fuerzas que vivas estas fechas de la mejor forma posible, que sonrías todo lo que puedas, que sientas la alegría a tu alrededor y que tengas muchas personas con las que compartirlas. Que no lo hagas desde un hospital o un callejón oscuro, sino desde la calidez de un hogar. Que tengas una pareja a quién abrazar o carezcas de ella, sepas encontrar esa calidez que da un abrazo. Que estos días aniden en ti y en tu voluntad con tal fuerza que no importe que sea 4 de marzo o 26 de octubre para que tú sigas sintiendo que la magia es posible. 

Te deseo ilusión y felicidad. Te deseo...

Feliz Navidad