Cuando los bosques de
eucaliptos exhalan el aceite de sus entrañas, la bruma se vuelve
mágicamente azul en algún lugar de la tierra…
Hola amigos, hoy os traígo un regalo. Una reseña de la novela "El tiempo que tardé en amarte", de Olga María Palmero y Gamboa. Una historia muy especial, con tintes de realismo mágico, y con un contenido repleto de personajes muy bien definidos, vivos, con personalidad propia.
Tuve la inmensa suerte de compartir mesa de presentación con ella, y también con Belén Cano Padilla. Las tres somos primas, y las tres amamos la escritura.
La presentación tuvo lugar el domingo 21 de octubre a las 13 horas, en el que fue Hospital de San Sebastián, hoy en día residencia de ancianos, de Palma del Río.
Lugar importante para las tres, pues las tres, nacimos allí.
En la mesa se encontraba José Fernández Ruíz, editor de Coleopar Ceparia; la ilustradora de la portada, Irene García Ruibérriz, Belén Cano Padilla, prima y amiga desde la infancia de la autora, y una gran profesora de educación especial, además de editora del blog El sembrador de estrellas; y también, esta que les escribe.
(Olga María e Irene)
Comenzó el acto José, haciendo una presentación breve tanto de Olga María, como del libro. Acto seguido pasó la palabra a Belén Cano, que nos deleitó a todos con unas palabras hermosísimas sobre la amistad, la trayectoria de la escritora, y sobre todo, las vivencias compartidas por ambas. Lo hizo con una ternura infinita, como es ella, con esa sonrisa mágica que siempre porta, y con el brillo en la mirada de quién habla con el corazón.
Posteriormente, el editor pasó esta vez la palabra a Irene, que nos comentó el proceso de ilustración de la portada, dicho sea de paso, una auténtica maravilla, y por supuesto, puerta de entrada a la historia.
Cómo no, llegó mi turno, donde hablé sobre lo que el libro me había transmitido, y que ahora os compartiré. Y posteriormente... la propia Olga María realizó una presentación sublime, tomando como referencia a Eduardo Galeano y su Libro de los abrazos, comparando a los asistentes con distintos tipos de fuegos, y repartiendo flores en un hermoso gesto.
(Aquí las tres mosqueteras)
Pero digo yo que igual queréis saber algo sobre la novela... ¿verdad?
No hace demasiado tiempo que hablaba con Olga María sobre la importancia de perder el miedo a la hora de escribir. Perder el miedo a desnudar el alma de los personajes, a darles vida y hacer que provoquen reacciones en el lector como seres presentes y poderosos, y no como meras estampas sin vida. Cuando me comentó que estaba terminando una novela que se titulaba “El tiempo que tardé en amarte”, imaginé una historia de amor, y así se lo dije. Ella me miró con esa dulzura suya tan característica y me dijo que “no era” la típica historia de amor. Y no lo es. Es una historia donde sus personajes están tan vivos, que cuando acabas de leerla sientes un vacío inmenso.
Es una novela que me absorbió desde el mismo instante en que llegó a mí. Nada más ver su portada, pensé que tenía fuerza y garra. Durante los momentos en que he ido adentrándome en su trama, me he sentido absorbida por la historia, impresionada e incluso, superada por su realismo mágico, su erotismo, sensibilidad y fuerza. Es una historia dura, fiel a una época difícil y a las supersticiones que giraron en torno a una maldición fatal que ha marcado el rumbo de sus personajes.
Un prólogo sensual, erótico, apasionado, y a la vez... de una delicadeza y un tacto tal, que acaricia la exquisitez. Conocí las letras de Olga al descubrir su “Cuaderno de memoria”, y ya me pareció una escritora de excepción. Sin embargo, y conforme los días y sus letras han ido avanzando, el desarrollo como autora también ha ido creciendo. Desde mi humilde punto de vista, ésta es su novela sublime, aquella en la que ha perdido el miedo por completo, desnudando y desgranando los sentimientos humanos, sean éstos de tipo sensual, sexual, de paranoia, sumisión o valor. La sensación que yo tenía al leerla era la de estar leyendo a escritores de la altura de Isabel Allende, cuya “Casa de los Espíritus” vino a mi mente en alguna ocasión por la magia que despiertan algunos personajes en los acontecimientos. Pero con todos mis respetos, me quedo con la sensibilidad extrema y la delicadeza de Olga María.
Con un gran tiento y una descripción perfecta de cada personaje, la historia nos muestra un comienzo donde Pablo Alba, movido por las historias que escuchó a su padre, se adentra en el interior de una casa abandonada que le reclama a gritos. Ambientada a finales del siglo XIX, Pablo es testigo sorprendido y aterrado del mal paso del tiempo acontecido entre aquellas paredes, hasta que sin más, ante él, aparece el espíritu de la joven Ariella. A partir de este momento, Pablo no podrá, ni querrá desoír los susurros de ésta muchacha, casi una niña, que le muestra las vivencias acaecidas en el pasado a través de una historia desconcertante en torno a la familia del doctor Salvador Barés. Secretos arraigados entre las paredes de aquella casa no del todo abandonada. Secretos y pasiones que impregnaron aquellas paredes y regaron de recuerdos el espíritu de Ariella. La historia de una familia cuyo destino fue marcado a fuego por una maldición dirigida a un joven e impetuoso Salvador Barés cuando apenas nacía, y que ya jamás le abandonó.
“Morirá la mujer a la que ame y la sangre de aquellos a los que dé su amor se irá extinguiendo gota a gota. Tardarán en morir el tiempo que tarde en amarlos”.
Me ha maravillado la fuerza de su prosa, la forma en que ambienta los lugares y momentos, y sobre todo… la forma tan única de hacernos partícipes a través de un narrador en principio en primera persona a través de Pablo Alba, que comienza a alternar sus percepciones con la del espíritu de Ariella, que toma las directrices de los acontecimientos.
Es así como se nos va mostrando el hilo fuerte de esta novela, una historia de amor surgida entre la miseria, la locura y la muerte, y que se desarrolla en un marco singular. El amor entre un hombre abatido por una maldición, agobiado y maltratado por la vida y por la mente enfermiza y neurótica de su esposa Bella Consolación… y una mujer excepcional, María Luísa Santiaga, que entra a la Casa como su nuera, y que a la vez, es la hermana menor de su esposa. En toda esta trama donde su autora nos va regalando otras historias hermosas, como pequeñas puntadas de la novela que se va forjando, está ese personaje que tanta ternura inspira. Esa niña delgada y en apariencia frágil que busca y recibe consuelo en la figura paterna de Salvador, quien se queda con nuestros corazones y nos hace encoger el alma. Una niña que ve pasar la vida desde su visión especial de alguien que no ve maldad, pero que no deja de recibirla hasta tanto encuentra refugio a través de la figura de Luisa.
Un motivo para adentrarte en este mundo mágico y dramático que tengo en mis manos… el deleite de saborear una historia como pocas habéis conocido, el disfrute de endulzar vuestras mentes con una prosa de miel y caramelo, pero con sus tintes ácidos y amargos. El anhelo de descubrir los misterios escondidos en una casa inquietante, bajo una maldición insólita, y aún así, ver como florece la más hermosa de las flores con pétalos de amor auténtico, capaz de entregar hasta la última gota de su esencia. Y algunos de esos pétalos os voy a regalar ahora. Tendría que leeros la novela al completo para poder compartirlos todos, pues está impregnada de la magia de Olga María. Pero quedaros con estas descripciones…
“Papeles retorcidos en el dolor de su vejez”
“Hay minutos que llevan cien años dentro”
“Mucho más fuerte la abrazó, sin que ella pudiese beberse el calor de su abrazo”
“Su matojo de pelo cual hebras de hilo de hilvanar, se cruzaban de un lado para otro con su blanco color”
“Si te la llevas… desvírgale la boca hoy, que aún su piel no es un ramo de escarcha…”
Una novela sublime.
Quiero añadir además, que podéis comprarla a través de la propia editorial, en cuyo caso os la remitirán a casa; o tambien a través de Amazon.
Aquí os dejo ambos enlaces...
Reseñas de arte, calidad y cultura.
ResponderEliminarAbrazo Margarita.
¡Gracias Ernesto! Ooooh, es un libro fascinante, de veras. Realismo mágico, pero mágico, y con fuerza.
Eliminar¡Besos! :D
Hola Margarita. Las tre moqueteras lucen muy guapas.
ResponderEliminarMe sumo a lo que dice nuestro amigo , Ernesto, pero le añado un saco de besotes.
Ja ja ja, ¡muchisimas gracias! Otro saco para tí y también para Ernesto. :D
EliminarQue maravilla compartir sangre de primas y pasión por la escritura... me ha gustado mucho la reflexión que hicisteis sobre perder el miedo, se puede aplicar a todo en esta vida.
ResponderEliminar¡Un besote!
Muchas gracias Diana, la verdad es que sí. Al menos para mí, el liberar una parte en la escritura, ha sido igual que dar un paso más en mi vida real.
EliminarMuchísimos besos preciosa :D
Que guay la entrada, y que guapa salís en las fotos
ResponderEliminarMe ha encantado leerte, y descubrir este libro que no conocía
un besazo!
Hola Naya, es un libro que acaba de publicarse. La presentación ha sido pocos días después de su salida al exterior, pero es magnífico. Si te gusta el realismo mágico te puedo asegurar que no podrás dejar de leerlo.
EliminarBesos :D
¡Hola Margarita!
ResponderEliminarMe ha encantado leer tu reseña, plasmada a las mil maravillas, eres única.
Me haré con el libro, sin duda.
Te dejo mi inmensa gratitud y mi gran estima.
Un abrazo y ten un feliz día.
Hola Marina, te va a gustar, te lo aseguro, ja ja. En serio, es un libro con una historia dura, pero de esas que te erizan la piel.
Eliminar¡Besos! :D
Soiis.
ResponderEliminarTanka.
Frescos arroyos
en las hojas que cuentan
historias bellas
deja el sabor de miel
y aromas, en tus labios.
¡Besos, guapas!
¡Ainss que linda eres! Muchisimas gracias :D
Eliminarhola! no solo comparten el amor por las letras tambien son muy bellas, felicidades!!!!
ResponderEliminar¡Muchisimas gracias chicas! bueno, ellas dos son preciosas, y porque no se ve bien en la foto el brillo de sus miradas. Belén tiene las pupilas de estrellas, y Olga de sereno océano en calma.
EliminarSi me preguntáis por los míos, son delatores, delatan mi afición al chocolate, ja ja.
Muchos besos chicas :D
Bueno, aquí la tengo. Entre mis manos y dedicado el libro.
ResponderEliminarHa pasado a la mesilla de noche, portada más que sugerente y prefacio apasionado.
¿Más se le puede pedir?
Deseando entregarme al libro.
Besos, Ricardo
Y cuando te entregues a él te gustará, créeme. Es un libro que te abre sus páginas y ya no puedes abandonarlo.
EliminarBesos:D
No me interesa leerla pero me fascina la fuerza maravillosa de tus letras
ResponderEliminarPues es súper erótico Mucha. Un erotismo suave pero fuerte, una maravilla de prosa.
EliminarUn beso preciosa :D
Que lindo momentos; inolvidables, donde la palabra escrita se hace paloma para llegar a cada hogar.
ResponderEliminarmariarosa
Hola María Rosa, pues la verdad es que sí. Momentos inolvidables sin lugar a dudas. Además, fue super bonito. Besos :D
EliminarSon muy buenas tus reseñas querida amiga.
ResponderEliminarTe debo algunos comentarios aunque te he leído, es valiosa tu escritura como para pasarla por alto.
No dejo de lado tu bello sitio.
Besos.
¡Hola Navegante! No te preocupes, a veces nos vemos con tanto que hacer que es complicado. Yo también tengo mis periodos en los que leo las entradas pero igual no me da tiempo a comentar. Tú por eso no te preocupes.
EliminarSi te digo que me ha dado muchísima alegría encontrarte otra vez.
¡Muchos besos amigo! :D