sábado, 18 de febrero de 2017

Primogénitos. Capítulo 1



PRIMOGÉNITOS

Capítulo 1

Mi familia nunca fue dada a grandes celebraciones. Ni siquiera cuando mi tía Angustias se casó por tercera vez con D. Gustavo, el  insigne notario del pueblo. Tampoco iba a salir tan caro, ni debería haber resultado tarea imposible para nada más y nada menos que el cacique de nuestra pequeña aldea, “Miriñaque”, donde veinte casas y setenta y dos habitantes constituíamos el censo local.

Perdidos en mitad de ninguna parte, y nunca mejor dicho. Aunque parezca increíble, Miriñaque es un lugar pobre en habitantes, pero sí rico en tierras de buena vides que ofrecen caldos de excelente calidad. Tanto es así, que aquí, mis vecinos, a simple vista hombres rudos de campo, sin muchos ingresos más que algún tractor, o cuatro vacas... tienen un legado que salvaguardar. Bajo la capa de austeridad y desasosiego de estas cuatro calles empedradas, hay fortunas escondidas en el interior de los gordos colchones de esponja deformadores de espaldas.

Ni que decir tiene que muy pocos descendientes de estos hombres rudos han permanecido en Miriñaque. Solo los elegidos para ello han permanecido fieles a las leyes y costumbres del lugar, pues aquí, hay algo que aún abunda mucho más que las vides. La superstición.


Puedes reirte si quieres, pero no te lo aconsejo.

Todo esto se remonta a tiempos innombrables e irrecordables, pero que debieron rondar año más, año menos, sobre el 1480. En aquella época, y bajo el mandato de los Reyes Católicos, un tribunal eclesiastico estudiaba los temas referentes a posibles delitos contra la fe. Entre ellos, estaban las llamadas brujas, que por supuesto, debían ser  juzgadas, castigadas y quemadas en la hoguera. Entre ellas, estaba Aldonza de Olivares y Quevedo, de la que cuentan los más antiguos, que fue quemada tras escapar al acoso de un terrateniente poderoso, primogénito de una ilustre familia.

En sus últimos momentos, Aldonza lanzó una maldición a todos los allí congregados, que vinieron a ser en aquél entonces, todos los habitantes de la aldea. De esa forma, todos los primogénitos como el mal nacido que le había hecho aquello, permanecerían generación tras generación en aquél lugar, sin posibilidad de marcharse de él.

Conforme a esa maldición, y desde aquella época, la superstición corrió rauda de boca en boca. A pesar de lo poco que Miriñaque puede ofrecer, y de la evidente emigración de su juventud, los primogénitos han de permanecer en el lugar, o traerán una desgracia a la familia.

Cada vez que un primogénito ha intentado sondear el exterior, ha sido “advertido” de una manera u otra. Y así, es como yo, que para colmo de males tengo el apellido “De Olivares” en mi rama de árbol genealógico, permanezco prisionero de una tradición absurda y anticuada, con la salvedad quizás de que algo de cierto debe haber, pues cada primogenito que intentó marcharse, enfermó de gravedad, fue detenido, apaleado e incluso alguno perdió la vida.

Ante esta realidad, el Notario se hace responsable de velar para que los hijos mayores vayan heredando en proporción los bienes asignados o no en testamento, cosa que Don Gustavo sabrá como resuelve con los Tribunales. Que para algo, él también es primogénito.

Quizás ahora podáis comprender a la tesitura a la que me enfrento. Una oportunidad única se abre ante mí. Una posibilidad de formar parte de una familia de élite, contraer matrimonio con una mujer espectacular, y con algo de suerte, aparecer en la portada de alguna de esas revistas de millonarios.

Pero para ello... he de marcharme de Miriñaque.


7 comentarios:

  1. Espero impaciente el resto. Un beso.

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    1. ¡Hola Susana!Muchas gracias, el próximo finde el siguiente. 7 capitulillos de nada, ja ja . Muchos besos :D

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  2. Sera cuestión de arriesgarse y salir del pueblo, recién sabremos si la maldición sigue vigente todavía.....

    mariarosa

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    1. Ajájá, pues sí amiga mía. Por ahí van los tiros, ja ja. Muchos besos Maria Rosa :D

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  3. hola Margarita.. te cuento que acabo de terminar el alcantilado.. y me he quedado muda y pensativa...
    no se si empezar con el primogenito o aguantarme a que publiques otro capitulo para leerlo de corrido, porque si no me come la ansiedad.. XD
    no que.. mejor leo de una vez aunque me muera por leer el siguiente!

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  4. ou.. pues soy primogenita, y supersticiosa.!! jaja no se que pasaria conmigo, igual y me escapo para ver si pasa algo.. o me quedo.. :O
    sigo leyendo la siguiente parte!!

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    1. Ja ja ja, ¡Al final no te resististe! Pues sí, yo también soy primogénita, aunque no demasiada supersticiosa, ja ja. Espero que te guste como se va desenvolviendo. ¡Muchos besos! :D

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