lunes, 10 de agosto de 2015

El libro de los abrazos

 Recientemente he leído “El libro de los abrazos”, de Eduardo Galeano.  Si tuviese que describir lo que este libro me ha transmitido, te podría decir que en conjunto es una mezcla maravillosa y perfecta tanto de momentos vividos por el propio autor, como de situaciones entre sorprendentes o ridículamente reales.


Me gustaría comentarte más cosas sobre esta obra que me recomendó alguien a quien yo aprecio mucho. Una amiga enamorada de la literatura y que además vive este amor como un sentimiento que comparte y transmite. Pero voy a dejar que sea el propio libro quien te incite o no a sumergirte en sus páginas, a través de dos breves fragmentos del mismo.

“ El país de los sueños”
“De las galeras de los magos brotaban lechugas cantoras y ajíes luminosos, y por todas partes había gente ofreciendo sueños en canje. Había quien quería cambiar un sueño de viajes por un sueño de amores, y había quien ofrecía un sueño para reír en trueque por un sueño para llorar un llanto bien gustoso…”

“Paradojas”
“Si la contradicción es el pulmón de la historia, la paradoja ha de ser, se me ocurre, el espejo que la historia usa para tomarnos el pelo.
Ni el propio hijo de Dios se salvó de la paradoja. Él eligió, para nacer, un desierto subtropical donde casi nunca nieva, pero la nieve se convirtió en un símbolo universal de la Navidad desde que Europa decidió europear a Jesús. Y para más inri, el nacimiento de Jesús es, hoy por hoy, el negocio que más dinero da a los mercaderes que Jesús había expulsado del templo.
Napoleón Bonaparte, el más francés de los franceses, no era francés. No era ruso José Stalin, el más ruso de los rusos; y el más alemán de los alemanes, Adolfo Hitler, había nacido en Austria. Margherita Sarfatti, la mujer más amada por el antisemita Mussolini, era judía. José Carlos Mariátegui, el más marxista de los marxistas latinoamericanos, creía fervorosamente en Dios. El Che Guevara había sido declarado completamente inepto para la vida militar por el ejército argentino.”

Eduardo Galeano  nació en Montevideo, en 1940, y falleció el 13 de abril de 2015. Se inició en el oficio periodístico publicando dibujos y crónicas en el Semanario El Sol. Entre 1959 y 1963 fue jefe de redacción del semanario Marcha y director del diario Época entre 1964 y 1966. Desde principios de 1973, durante los años de la dictadura militar uruguaya, estuvo exiliado en la Argentina, donde fundó y dirigió la revista Crisis, y en la costa catalana de España. A principios de 1985 regresó a Montevideo. 

2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias Cristina, eres un sol. Como sabes llevo muy poco tiempo con el blog, y en principio no puse lo de los seguidores porque tenía lo de estar en el mismo círculo. Pero algunos amigos me han comentado que querían seguir el blog sin tener cuenta de Google. Así que hace unos días me decidí a poner lo de los seguidores. ¡Y aquí estás tú! ¡La primera! Muchísimas gracias Cristina, la verdad es que me anima mucho en esta aventura. Muchos besos

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