Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Antonio no podía dar
crédito a lo que veía. Por más que observaba y observaba la pluma entre sus
pequeñas manos no acertaba a comprender por qué para don Saúl era tan
importante.
- Es realmente bonita,
gracias – le dijo de forma educada al anciano.
Pero éste posó su mano
sobre el frío metal y sintió algo que no era frialdad, sino más bien una
especie de pequeño calambre que no era más que la energía tanto tiempo dormida.
- Escribe con ella
Antonio. Solo te pido eso. No dejes de escribir tus historias. Escribe con ella
el final de esa novela que sé que estás intentando hacer y guardas bajo las
sábanas viejas que te regaló tu abuela. – le dijo con una sonrisa cálida.
- ¿Cómo, cómo sabe usted
eso? ¿Mi madre también lo sabe?
- No. Tranquilo pequeño.
Solo lo sé yo, porque en otra época fui como tú. Alguien que quiso hacer algo a
toda costa y las circunstancias no le dejaron. Lo sé porque los viejos lo
sabemos todos. Me lo dicen tus ojos y también esos pequeños hilitos que traes
enganchados de tus pantalones cuando vienes más tarde. Serán de las viejas
sábanas que tu madre me dijo una vez que iba a tirar y que tú no le dejabas.
El niño respiró tranquilo
y volvió a mirar la pluma, extasiado. ¿Brillaba más que antes?
- Quizás cambie de
aspecto. Las cosas no siempre son bellas y nuevas. A veces, con el uso, se
estropean, pero mientras siga escribiendo, no te detengas. Ésa es mi única
petición Antonio. Cuando su tinta se acabe, podrás dejar de escribir si quieres
y no te diré nada. Pero mientras escriba una sola letra, aunque ya no se vea
tan dorada… prométeme que seguirás creando historias.
Antonio tragó saliva y
miró al anciano y de nuevo a la pluma. ¿Cómo iba a ponerse fea si era realmente
maravillosa? ¿Cuánto le duraría la tinta? La pluma era vieja. Bonita, pero
vieja. No debía guardar mucha tinta en su interior. Lo más seguro es que estuviese
seca incluso.
- De acuerdo – terminó admitiendo.
Tampoco le haría daño escribir un poco más.
El anciano sonrió
satisfecho y le trajo unas cuántas hojas en blanco colocándolas ante él.
- A qué esperas. Pruébala.
El chico la posó con una
suavidad extrema en su mano. Le quitó el extremo que protegía la punta y vio
como una pequeña lanza diminuta con una intensa línea azulada emergía de su
encierro.
Casi con miedo apoyó esa
punta sobre el papel y vio como nada más tomar contacto la una con el otro, su
mano no podía detenerse. La escritura era fluida y hermosa. Desde luego, no
estaba seca, sino más bien, con ansias de llenar el papel. Qué delicadeza, qué
bien escribía, cuántas ideas tenía para añadir a su historia. Quizás podía dar
un giro por aquí o por allí…
Dos horas más tarde Roxana
llegó buscándole. No se había dado cuenta de la hora que era, pero había
repleto de letras varias hojas que Saúl le había ido entregando.
Cuando la mujer vio aquél
objeto tan maravilloso intentó convencer al anciano para que no se deshiciese
de él, y menos para dejarlo a un niño que podría perderlo en el colegio. Pero
Saúl insistió diciéndole a Roxana que había llegado el momento de que aquella
tinta se extendiese, como se extiende el tiempo sobre la pradera, la arena o el
viento… invisible pero constante.
¡Precioso margarita!
ResponderEliminarEs una pluma entretejida de sueños, los sueños que todo escritor anhela plasmar en un papel.
Deseando leer el 5º capítulo y cruzando los dedos por si esta bonita historia se convierte en el inicio de otra novela
¡Ainss, muchas gracias Nuria! ¿Quién sabe? A veces lo pienso, de un relato puede salir... fíjate en Estatuas de sal. Muchos besos amiga mías :D
EliminarPOR FIN OTRO CAPÍTULO!!!
ResponderEliminarJAJAJAJA
Me había quedado intrigada por ver como seguía
Que bonito de verdad, ojalá pronto el desenlace *.*
Un beso!
¡Hola Naya! Síiii, ya cerquita, cerquita. La próxima semana el desenlace. Muchos besos cariño :D
EliminarMargarita, como habitualmente lo hice, comentaré luego de leerlo todo. Aunque seguramente será para elogiarte, nos tenés acostumbrados a excelentes escritos.
ResponderEliminarSaludos.
¡Hola Navegante! Ya solo queda un capítulo, ja ja. Esto de las mininovelas tiene sus pros y sus contras, y algunos lectores me las piden, y otros me dicen que uf, uf, uf, y esperan a leerla completa cuando publico el último capítulo, ja ja.
EliminarMe alegra muchísimo tu regreso Navegante. ¡Muchos besos! :D
Que maravilla de historia. Me tienes enganchada a tan buena novela. Te sigo y espero.
ResponderEliminarmariarosa
¡Muchisimas gracias María Rosa! Ya solo queda un capítulo. Muchos besos cielo :D
EliminarPrecioso!!
ResponderEliminarBss
¡Gracias María! El próximo finde, el desenlace. ¡Muchos besos! :D
Eliminar¡Hola Margarita!
ResponderEliminarMi enhorabuena, chica. Es un relato precioso divertido entrañable y no sé cuanto mas decirte puesto que me ha encantado leerlo.
A veces leo otros relatos por ahí… y la verdad es que acabo por dejarlo a medias; pero este tuyo es una pasada de bonito, siento no poder seguirte todos los capítulos, pero estoy súper liada con cosas de la vida y ya tardo bastante en corresponder a quienes llegáis asta mi espacio y dejáis un cariño que yo agradezco en el alma.
Ha sido súper placentero pasar por esta tu casa donde se respira un bello intelecto.
Te dejo mi inmensa gratitud y estima.
Un abrazo y se muy, muy feliz.
¡Hola Marina! No te preocupes por nada, yo te visito porque me gusta y lo disfruto, sin más.Y cada vez que tú me visitas a mí me haces sonreir y disfrutar de tus bellos comentarios.
Eliminarme alegro que te haya gustado, el próximo finde el desenlace. Muchos besos :D
Esperando el ultimo capitulo Margarita. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola Ainhoa! El próximo finde, que ya está aquí, je je. Muchos besos :D
EliminarMe encanta!!!Muchas gracias por pasarte por mi blog!!!Feliz semana!!!💛💛💛
ResponderEliminar¡Hola Carolina! Encantada. Gracias a tí también y eso, muy feliz semana cariño :D
EliminarYo quiero esa pluma. Un beso.
ResponderEliminarY yo Susana, y yo. Muchos besos preciosa:D
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