(Imagen de Pixabay)
Lucas tiene siete años. Vive
en un hermoso prado repleto de flores. Cuando llega la primavera, todo el campo
que hay frente a su casa, se vuelve de color.
Amapolas, margaritas y
campanillas, alegran su vista desde la ventana. Y Lucas es feliz, pues cuando
crezca, quiere ser jardinero.
Hoy, está muy nervioso. Ha
ayudado mucho a sus padres, y ellos le han dicho, que tienen un regalo mágico
para él.
Lucas no cree en la magia.
Eso son cuentos para niños. Eso, es lo que él piensa. Y hay que respetar, lo
que piensan los demás.
Pero a pesar de todo, cuando
sus papás le han entregado su regalo, se ha emocionado.
Una semilla, le han
regalado.
Con mucho amor, la ha
sembrado en uno de los tiestos que tenía guardados. Le ha puesto la mejor
tierra, le ha echado abono para que crezca, y después, con mucho tiento, la ha
regado.
Así, su nueva flor, ha
colocado en la ventana.
Día a día, se asoma con
inquietud. ¿Por qué no crece?
¡Nada ha brotado!
Y Lucas, empieza a ponerse
triste.
Hasta que una mañana, ve
como un pequeño brote ha crecido. Es muy verde, Y crece rápido. En horas, ya se
ve una flor. ¿Cómo es eso posible?
Se acuesta temprano, para
mañana madrugar.
Tiene ganas de ver como la
flor crece durante la noche, y la vuelve a regar.
Pero cuando está acostado,
escucha un estornudo. ¿Quién ha estornudado?
— ¡Achissss!
Lucas se acerca a la
ventana, y asombrado, observa como es la flor la que ha estornudó.
— ¡Oh!
¿Pero puedes estornudar? — pregunta inquieto.
— Pues
claro. Con tanta agua, me he resfriado. Pero gracias, se que lo haces por mí,
para que crezca sana y feliz.
— Pero,
las flores no hablan.
— No
soy una flor. Soy un hada.
Y dicho esto, la pequeña
flor se puso derecha, tan grande como era. Lucas observó que, bajo los bonitos
pétalos de rosa, aparecía una cara hermosa. Las hojas verdes, eran como alas
que se agitaban. Y la flor, con mucha gracia, parecía hacer un baile.
— Pero…
¡las hadas vuelan!
El hada le miró con cariño.
— Así
es. Y yo, también lo haré. Pero las hadas crecemos de todo aquello que se cuida
con amor. Yo soy un hada de las flores, porque he nacido de una flor. Y ahora,
volaré, regalando semillas como la tuya, a aquellos que la merecen. Y en mi
lugar, te dejaré un montón de plantas que quieren crecer.
Lucas sonrió encantado.
Aquel había sido su mejor regalo. Sabía que podía hacer crecer las plantas,
pero lo más importante, ahora sabía que sí existía la magia.
Hola, Margarita!!! Me has conquistado, amo las hadas y esta historia es preciosa, me encanta!!!!
ResponderEliminarMuchos besitos :)
¡Muchísimas gracias preciosa! Besos :D
Eliminar¡Qué preciosidad! Me encantan las hadas y tu cuento me parece maravilloso.
ResponderEliminarQue tengas un gran día.
Un beso fuerte.
¡Hola Rocío! Muchísimas gracias!!! :D
EliminarQué bonito. Un beso
ResponderEliminarGracias Susana :D
Eliminar¡Hola! :P
ResponderEliminarMuy bonito y además me encantan las hadas =)
Un abrazote ^^
¡Muchísimas gracias Leyna! Besos :D
Eliminar¡Qué bonito y qué tierno!Un cuento lleno d eencanto y magia para los niños.
ResponderEliminarBesitos
¡Hola Rita! Muchisimas gracias cariño, un beso muy grande :D
Eliminar¡Hola, Margarita!
ResponderEliminarQué texto más precioso, me encantan las plantas, qué lindo sería poder hacerlas crecer.
¡Un beso!
¡Hola Tamara! Muchisimas gracias por visitar mi mundo, eres muy bienvenida. Yo ya he visitado tu árbol blanco. Y sí, sería lindo hacerlas crecer. ¡Pongamonos a ello! Besos :D
EliminarQué preciosidad de cuento!
ResponderEliminarMe ha encantado!
Besos :D
¡Hola Nuria! Muchisimas gracias cariño. ¡Muchos besos! :D
EliminarHas logrado una dulzura de relato y lo presentas con galas de ternura. Un niño “incrédulo” a la magia que recibe un divino regalo, una semilla que al germinar se hace una planta y de ella brota una flor que se convierte en un hada, que cambiará su forma de ver la vida por siempre.
ResponderEliminarDelicado mensaje, y es que, la vida (materialista y consumista) es más que lo simplemente físico que vemos y nos rodea. Y en ello (felizmente) la “Magia” existe, y existe más allá del “abracadabra” de un ilusionista.
Por ejemplo, la ciencia puede medir, verificar, demostrar forma, color, fuente, tamaño, diseño, estilo, incluso, disposición, ortografía, caligrafía, rima y demás disposiciones formales que las normas lingüísticas señalan, pero… ¿cómo medir, demostrar o negar que existen letras (como las tuyas) que son capaces de transmitir un cúmulo de cariño, sentimiento, dulzura, amor, ternura y hacerlo sin límites de tiempo o márgenes de distancia?
Hay quienes dirán que todo es cuestión de gustos y que todo gusto es subjetivo, pero yo prefiero pensar que es “Magia”, porque casi todos sabemos escribir, pero muy pocos pueden hacerlo de una forma “mágica” (como lo haces tú).
La magia existe… y está en tus manos (Margarita, hada de las letras)
¡Saludos!
¡Muchisimas gracias Juan Carlos! OJalá fuese yo un hada de las letras, pero lo que sí hago es disfrutar mucho en el intento, ja ja. Muchas gracias por tan bello comentario Juan Carlos, lo cierto es que tus comentarios son de esos que te incitan a ponerte a escribir de inmediato. Gracias de nuevo. ¡Besos! :D
EliminarQue tierno y bello cuento Margarita, me encanto imaginarlo. Saludos y abrazo amiga.
ResponderEliminar¡Hola Sandra! Muchos besos cielo :D
EliminarA ver cuando sale un libro de cuentos de hadas con ilustraciones!!! El libro de Hadas de Margarita!!!!
ResponderEliminarJa ja ja, ¡gracias chicas! Hay un libro de ilustraciones, con cuento de hadas y también de algún demonio. Maquetado y todo, pero sin imprimir a la espera de que el Covid se disuelva y podamos volver a hacer presentaciones para contar alguna de sus historias de viva voz. ¡Besos chicas! :D
Eliminar¡Qué ternura y hermoso relato!
ResponderEliminarMagia en el corazón para contar estas cosas tan lindas...
Un besito.
¡Hola preciosa! Muchisimas gracias cariño :D
EliminarHola,
ResponderEliminarUna preciosidad de relato, me conquistas con tus palabras.
Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Hola Miss Bridgerton, muchisimas gracias :D
EliminarDescubrir que sí existe la "magia" es un gran logro... :)))))
ResponderEliminarAbrazos Margarita. ¿También tú naciste de una flor?
Jajaja, muchas gracias Ernesto. No, yo nací en un lugar un tanto accidentado. Un día de estos igual escribo un relato sobre eso 😂
EliminarMuchos besos amigo mio 😘😘
¡Hola Margarita!
ResponderEliminarMe has animado el corazón, amo las hadas y lo que has escrito <3.
Muchas gracias por estas palabras.
Un beso.
Gracias a ti por leerlas Aída. Un beso muy gordo 😍
Eliminar¡Pero que texto más bonito!
ResponderEliminarDe verdad, que maravilloso lo haces todo Margarita
Un besazo ♥
Un beso gordo Naya. Me alegro que te haya gustado 😍
EliminarQue dulzura de historia. Me encantó, yo creo en la magia, a la prueba están mis cuentos que casi siempre vuelan por los aires.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias María Rosa. Un beso enorme !!! 😍😍😘😘
EliminarQue historia tan bonita, Margarita. Hay que creer en la magia... sino qué nos queda.
ResponderEliminarTe mando un beso grande. ¡Muac!
Muchísimas gracias, la verdad es que es bonito dejarse llevar por la magia de los niños. ¡Muchos besos! 😘😘
EliminarUn cuento maravilloso! 👏👏👏 Feliz día! 🎀🎀🎀
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias Carolina! Besos :D
EliminarHola Margarita, ¡qué bonito te ha quedado! Para mí, la magia siempre existe, la tenemos nosotros :)
ResponderEliminar¡Hola Esperanza! Yo también lo veo así. Muchos besos :D
EliminarHola Margarita!
ResponderEliminarSabes que soy fan de todos tus cuentos 😃