Te voy a contar un cuento
que te sabrá a miel y ungüento, con ojos de gato y plumas de búho, brisa de
primavera y leña de invierno, tinta de océano y pergamino de sueños. Te voy a contar
un cuento donde el verano se mezcla con el otoño en una danza de letras, te voy
a contar un cuento…
Un cuento que habla de
libros y de María. ¿Qué quién es María? Eso no importa, solo importa el cuento…
Así que escucha atento.
De pálida piel y oscuro
cabello, se reviste María. Una mujer como tantas otras, sin ningún signo particular,
sin nada que la haga especial. Una más entre un millón de millones. Así es
María. Tan solo una particularidad… un
amor absoluto y extremo por los libros.
Tanto es así, que cuando entraba en
aquella biblioteca, deslizaba con suavidad las manos por los lomos de los
libros, que se dejaban acariciar sumisos por aquellas manos conocidas. Los
suspiros se le escapaban de vez en cuando, en silencio, junto con el brillo de
sus ojos, intentando acaparar la inmensa cantidad de volúmenes que la llamaban
incitadoras desde los anaqueles.
Si pudiera… si pudiera se
sentaría horas y horas sobre el frescor de aquél suelo de barro que tantas
historias había vivido y tantos volúmenes sujetado.
Dejaría caer el cuerpo
sobre aquél suelo fresco y contemplaría las antiguas vigas de madera ocultas tras
el contorno de páginas blancas, amarillentas o grisáceas de cualquiera de sus
tesoros. Pero no era muy lógico tumbarse sobre el suelo de una biblioteca.
Mucho más sensato sería simplemente sentarse en una de sus numerosas sillas y
dejar que el tiempo y el espacio volaran sin más.
Suspiró de nuevo, si pudiese
llevar su máquina de escribir a aquél lugar y teclear vidas nuevas y personajes
inquietantes que se integraran entre aquellas paredes repletas de historias…
Pero no podía. Así que
pasaba horas acariciando las tapas de aquellas historias de amor, susurrando a
los poemas ocultos y retando a los monstruos de terror, para terminar con una
enorme sonrisa y unos ojos brillantes cuando al preguntar a aquellos libros si
querían acompañarla, éstos les respondían que sí, siendo invitados durante
algunos días a casa.
Visitas asiduas que solo
se detenían un momento, cuando así lo requería el tiempo, y ni aun así la magia cesaba, pues entonces, entre libro y libro de aquella biblioteca maravillosa… leía todos aquellos ejemplares que iba comprando para poder tener su
propia biblioteca personal.
Pero siempre, tras breves
periodos de tiempo, el regreso a la biblioteca y sus misterios estaba
asegurado. No podía evitar mirar los arcos de su patio pensando cuántos seres
mitológicos podían esconderse justo ahí, tras cada uno de ellos, o entre las
hojas de las plantas que decoraban la misma, cuántas leyendas no podían estar
ahora bailando entre las vigas de madera repletas de letras en lugar de
polillas…
Nunca eran suficientes las
aventuras vividas, nunca eran suficientes los libros comprados o prestados a
través de aquella biblioteca que eran para ella más que cualquier castillo
encantado de cuento.
Abrir la página de un
libro y saborear cada alimento mencionado, oler aquellas tardes púrpura o
sentir el calor del desierto. Vencer vampiros, suspirar con los amantes, o ser heroína
de batallas. El Quijote, Los Tres Mosqueteros, Cien años de Soledad, La sonrisa
etrusca, Yerma, Drácula, Las leyendas de Bécquer… y aquellas tantas historias
de amor…
Si pudiera ella crear historias
y personajes que regalar a aquél mágico lugar, ya que aquél lugar le regalaba
tantas a ella…
Así fue como un día al
llegar a casa descubrió asombrada como un caballero medieval le abría la
puerta, mientras una serpiente con flores de colores en lugar de rombos se
enredaba en la silla donde había de sentarse.
Una joven ninfa del agua llegaba
dando saltitos y mirándola con cara juguetona, sacando después la lengua a un
hombre lobo escondido tras la estantería de la pared del salón. Pero no había
peligro. El mayordomo estaba listo con su espada láser, mientras el niño que
siempre vestía de rojo llevaba un porta velas mágico con filigranas de la
tierra de los deseos. La chica que no comía pescado intentaba subir sobre el
unicornio morado, porque el pirata que no sabía nadar, partió sin avisar,
dejando solo a los grumetes de caramelo como recuerdo…
El lápiz y el papel eran
ya lentos para dar calma a tantos habitantes inesperados en casa. Así que terminó
tecleando con fuerza y rapidez, lo que cada uno de ellos le susurraba. Sintió
que con cada nueva palabra que utilizaba, con cada línea, con cada personaje al
que daba vida, ella cobraba vida a su vez. Con cada giro, la mente bullía y las
ideas salían de forma atropellada pidiendo ser plasmadas. Historias de
leyendas, hadas, conjuros y hechizos…
Suspiros detenidos en el
tiempo…
Enigmas, amores y algún
que otro misterio… quizás sobre cortijos andaluces encantados donde asesinos en
serie intentan dar caza a una joven inocente que se ve rodeada de espectros y
cuyo auxilio más cercano proviene de su madre fallecida…
Tal vez María, se llame en
realidad Margarita. Tal vez ahora, entre los anaqueles de la encantada
biblioteca sean sus propios personajes los que susurren palabras a oídos de
otros, como antaño lo hicieron con ella, creando un mundo de sueños escritos en
pergaminos pequeños.
Este loco cuento ha sido a
petición de mis amigas del blog “La morada del búho lector”. Son unas amigas de
Argentina muy simpáticas y agradables, que sueñan envueltas en libros y café, y
con las que comparto historias.
Ellas publicaron una
entrada preciosa en su blog, aquí les dejo el enlace, y me pidieron si podía
escribir un pequeño cuento al hilo de aquella entrada.
Espero que os haya gustado
chicas. Va por vosotras.
¡Besos búho envueltos en pergaminos de sueños!
¡Me ha encantado!
ResponderEliminarDesprende magia y un intenso amor por la lectura. 🧡🦋
¡Muchisimas gracias Nuria! Quien me conoce tal vez incluso sepa del lugar que hablo. Lo cierto es que me ha encantado escribirlo.
EliminarMuchos besos amiga, y gracias por ese corazón y esa mariposa :D
hola Margarita! no has emocionado hasta las lagrimas( y las buhas las tenemos facilonas cuando nacen del corazón) precioso y ultra rápido lo has realizado,mil y un gracias para este ser humano excepcional que eres y por compartir el mundo mágico que anida en tu alma y florece en tus dedos!! y bienvenidos, sean todos los que se quieran acercar a la Morada del Buho lector,gracias infinitas!! abrazosbuhos.
ResponderEliminar¡Hola chicas! No podía ser de otra forma, cuando mis amigas búho expresan un deseo que está en mis manos, no lo dudo un instante. Pensé hacerlo con más tranquilidad, quizás la próxima semana, pero lo cierto es que las ganas bullían con fuerza, y dije ¿por qué no?¡Ahora! Ja ja ja.
EliminarGracias a vosotras por tantas y tantas historias que compartís con el mundo y que hacen que los libros viajen y nos acompañen. Estoy segura de que habrá muchos amigos que quieran visitar vuestra morada cálida de búho lector.
¡¡Besos!! :D
Queridas amigas Buhitas y Margarita HP,
EliminarDejen que les diga que a mí también me ha encantado. Es un cuento bellísimo. Un abrazo.
Besos y aplausos Búhos querida Margarita. Hermosa historia. Gracias por deleitarnos con tu magia.
ResponderEliminarmariarosa
¡Hola María Rosa! Muchisimas gracias, me ha encantado hacer esta entrada, además, ha sido un regreso a mi niñez.
Eliminar¡Muchos besos! :D
Disculpa la intromisión. Margarita.no se si lo has realizado al azar o si este jugueteo con ambas.porque mi nombre real es Maria del Carmen! Pitu es sobrenombre que me pusieron marido e hijos debido a mi tamaño bajita!gracias!!
ResponderEliminar¡Hola! Intromisión ninguna, ¡encantada! Pues ha sido al azar, ja ja. Un beso preciosa :D
ResponderEliminar¿Sabes qué? me encanta leerte y sentir que suena tan musical... creo que es algo que nunca te había dicho.
ResponderEliminar¡Un besote!
¡¡Muchísimas gracias Diana!! ¡Muchos besos! :D
EliminarHolaaa
ResponderEliminarQue maravilla de historia, me alegra que hayas escrito para ese blog, al cual sigo desde hace tiempo, porque es una maravilla lo que ha resultado ^^
Un besazo guapa ♥
¡Sí! Llevo mucho tiempo siguiéndolas, y son encantadoras. Cuándo me comentaron si quería escribir el cuento al hilo de su entrada me pareció genial y ¡muy divertido!
EliminarMuchos besos preciosa :D
En la biblioteca hay magia, genial escrito, muy mágico.
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias Boris! Cada vez que entro en ese edificio, para mí es como si las paredes desaparecieran y a mí me crecieran alas.
EliminarMuchisimas gracias por tu comentario y ¡bienvenido! :D
Bueno, bueno, lo que acabo de descubrir, esto es una auténtica maravilla.
ResponderEliminarPrecioso relato, Las bibliotecas y los libros son mi pasión.
Me quedo dando una vuelta por tu blog.
Y te felicito por tanta magia como desprende. Muchas gracias.
¡Hola Maite! ¡Muchísimas gracias y muy bienvenida! Espero que te guste todo lo que vayas viendo . Muaakk :D
Eliminar