¡Feliz 41 cumpleaños!

¡¡28 de julio!! Aquí vamos de emoción en emoción, y esta vez, le ha tocado el turno a mi hombrecito, mi hermano Juan. ¡Cuarenta y un años de pulgares arriba! 

Otro año más de risas contigo, de quitarte los dedos de los pies o cenarme tu tripita, de hacerte cosquillas a hurtadillas y reírme con las tuyas. ¿Te he dicho alguna vez que eres un granujilla? Pero de esos granujillas buenos y encantadores que te roban el aliento. 

Todos aquellos que tengan en casa un chico o chica con Rubinstein Taybi saben que pueden ser los más amorosos del mundo, y que sus abrazos son miel líquida. También saben que cuando se enfadan, mejor esconderse, ja ja ja. Pero lo cierto es que con una caricia, un abrazo y una demostración de amor, el cambio es sublime, porque cuando un Rubinstein sonríe, la intensidad de la luz cambia, y cuando ríe a carcajadas, el mismísimo firmamento termina cediendo. 

Un año más de una lección de vida ante un luchador que afronta el día a día, y lo hace, como puede, como le dejan, y como sabe hacerlo. Cómo explicar que ese juego de complicidad y risas es la vida misma. Como entender que para él la felicidad se esconde en pequeños sorbos de vida transformados en su merienda, en esos almuerzos de fin de semana fuera de casa, en sus visitas al Mercadona y sus pedidas de matrimonio, en esos suspiros de amor que suelta cuando me echa el flequillo para el lado diciéndome guapa, o en esas risas auténticas cuando vuelvo a mi casa llevándome sus dedos de los pies y la calidez de su voz. "Así es" diría él. Así es, añado yo. 

¡Feliz cumpleaños mi hombrecillo guapo! ¡Feliz cumpleaños! ¡Y un año más, gracias por tu sencillez y por enseñarnos a todos que hay que vivir el momento, justo el momento! Y si estás pensando que te quiero, te equivocas. Tú dirías que me quieres mil pesetas, yo te digo que calientas mis inviernos, endulzas mis esfuerzos, impulsas mis sueños y en cada sonrisa tuya, me regalas una estrella. 

(La tarta es simbólica, lo sé, que tus intolerancias alimenticias no te permiten tomar una tarta como ésta, pero no te preocupes hermano, tú tienes mas azúcar en la mirada que todas las tartas del mundo juntas)