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Yo te cuento

martes, 14 de enero de 2020

La luz que brotó burbujas de secretos y linternas volantes


La joven May sintió dentro de sí que pronto nacerían sus hijos. Ella sabía que eran dos. Lo presentía en sus movimientos, en sus anhelos, en su saber de madre. 

No habían sido niños esperados. Pero el destino había querido que así ocurriese, y May, como siempre había hecho, aceptó lo que el destino le había ofrecido. 

May, presentía que algo muy hermoso se acercaba. Quizás, porque ella no era una mujer como las demás. Pero ese... era su secreto. 

El momento del nacimiento llegó. 

Fue un parto sin dolor. 

¿Qué como es posible? Lo es, porque May, no era una mujer como las demás.

La primera en nacer fue una niña. Era fuerte, hermosa, robusta. Salió con fuerza y empujada por un torrente de agua. Y May, la tomó en sus brazos y la depositó con sumo cuidado en su regazo. 

Después nació él. Un bebé diminuto, arrugado, lloroso y apagado. Le costó salir, y nada le empujaba más que la voluntad de su madre. Y May, le tomó en sus brazos y le depositó con sumo cuidado en su regazo. 

A la niña la llamó "Shui", que significaba agua, porque el agua la ayudó a nacer. Y observó, maravillada, como la pequeña gorgojeaba, y de su garganta salían pequeñas burbujas transparentes que nadaban al caer al mar, y emitían luces de colores. Los humanos las verían como medusas. Pero para aquellas personas especiales como May, y como Shui; serían pequeñas bolsas repletas de secretos que había que salvaguardar. Y Shui, lo haría a la perfección. 



Para al niño, no sabía que nombre escoger. Pensó, meditó, y al propio bebé preguntó. Shui había abierto sus grandes ojos azules de inmediato, pero el pequeño bebé aun los mantenía cerrados. 

May empezaba a inquietarse. ¿Y si algo le ocurría a su pequeño?

De su pecho brotó esa inquietud envuelta en un pañuelo de seda de arroz. Se quedó flotando sobre sus cabezas y tiñó de negro el ambiente del hogar. 

May lloró. Por primera vez en su vida, lloró. Y el pañuelo de seda de arroz se hizo mayor. Y fue ahí, que aquél pequeño bebé, abrió sus ojos y May observó todo un firmamento en ellos. Un firmamento tan bello, que contuvo la respiración. El nombre del pequeño vino raudo a su pensamiento... Yun. Pues nubes vio en sus pupilas. 

Esa inquietud envuelta en pañuelo de seda de arroz voló hasta Yun, y él, la abrazó y acurrucó. La mimó y consoló. Y después, con un pestañeo, prendió su base y lo elevó al cielo pidiendo un deseo. La inquietud se transformó en algo bello. Y el bebé se transformó en el pequeño fabricante de linternas volantes que se elevan con los deseos ardiendo en su interior. 



Por cada deseo que elevaba, y cada inquietud que acallaba, el niño más hermoso se veía, más se redondeaba. 

Shui decidió ser sirena, y residir en el mar, junto a sus burbujas de secretos. 

Yun decidió ser humano, y convertirse en fabricante de linternas volantes. 

Nadie sabía, que aquellas linternas de papel de seda de arroz que se elevaban en las noches hermosas al cielo con una llama en su interior, portaban deseos que se harían realidad. 

Ese era el secreto de May. La magia que no todos logran ver, y que nace del propio interior. 




26 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchisimas gracias Manuela. Me volvieron a entrar ganas de escribir fantasía, ja ja. ¡¡Besos preciosa!! :D

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  2. ¡Qué relato más bonito y mágico!Realmente está lleno de imaginación y de una sensibilidad especial.Ha sido un placer leerlo. Besos, Margarita.

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    1. Muchisimas gracias Rita. Me alegro mucho que lo hayas disfrutado. ¡Besos! :D

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  3. ¡¡Qué maravilla, Margarita!!
    Me ha encantado.
    Besos

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    1. Muchisimas gracias Maite. Me dio ganas de escribir algo menos tétrico que la última entrada, ja ja. ¡Besos! :D

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  4. Que buena imaginación tienes Margarita, una hermosa historia llena de fantasía que me encanta. Saludos amiga.

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    1. Muchisimas gracias Sandra. Me alegro mucho que te haya gustado ¡Besos! :D

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  5. Qué bonito. Me ha gustado mucho que parece un cuento oriental y la magia.
    Besos

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  6. Hola ^^
    Que pasada, tiene ese aura mágico que desprenden todas tus narraciones, me apasiona como escribes de verdad, me enganchas a las líneas y no paro hasra terminarlo
    Un besazo cariño ♡

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    1. ¡Muchisimas gracias Naya! Ainsss, ¡qué ilusión que consiga engancharte! Un beso preciosa :D

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  7. Tu eres la maga mas maga de las letras, Margarita!!

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    1. ¡Hola chicas! ¡Muchísimas gracias! Un beso muy gordo :D

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  8. ¡Hola! ^^
    Gracias por regalarnos un relato tan especial :)
    Besos!

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  9. Un curioso relato de realismo fantástico, de una elaborada prosa poética.

    Enhorabuena.

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    1. Hola Pitt, ¡Muchisimas gracias! Ha sido un poco un juego. Hacía tiempo que no ponía pequeños relatos, y ya llevo dos seguidos, ja ja.

      Besos :D

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  10. ¡Magnifico Margarita! Una gozada leerte...

    Un beso.

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  11. que bella se te ve en tu foto admirable poeta de la magia

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    1. Ja ja ja, muchisimas gracias amiga mía. Bueno, me veo más natural que en la anterior. Un beso preciosa :D

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  12. Una historia que nos deja grandes consejos
    y eso es la belleza de escribir
    de sentir que hemos dejado huella.


    Un besote Margarita.

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    1. ¡Gracias Javier! Por cierto... ¡ya he empezado a conocer esa otra faceta tuya como escritor! Ya estoy con tu novela. La he empezado esta mañana.

      Besos :D

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  13. Creo que es de los relatos más bonitos que te he leído, me ha encantado la historia de ambos niños y la fuerza de esa madre.

    ¡Un besote!

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