75 Aniversario Peña Cultural "La Giraldilla"

 

Hola amigos míos, hoy vengo a hablaros de una invitacióin preciosa que recibí hace unos meses. Una pequeña participación en una revista conmemorativa del 75 aniversario (ya 77) del nacimiento de una asociación muy especial.

La Peña La Giraldilla nació en el 1946, que se dice muy pronto; y lo hizo con un objetivo primordial, apoyar, ayudar, dar voz a quién más lo necesita. Se enfundaron el traje de trabajar sin medida, y bebieron el agua fresca de la creatividad para poder llevar a cabo su labor. Y así, setenta y cinco años después, ahí están, más fuertes y jóvenes que nunca, apostando y trabajando por el bienestar de su ciudad y sus habitantes, creando sueños y cosiendo alas a los proyectos que necesitan volar. 

He tenido el gran honor de que pensaran en mí para escribir un artículo sobre estos setenta y cinco años de trayectoria, y ello me dejó sorprendida y maravillada. Os puedo asegurar, que ha sido todo un reto.

Pensé hablar de como se desviven por multitud de acontecimientos y eventos en la ciudad de Carmona. Hablar sobre su participación activa en Carnaval, Mayas, Cabalgata de Reyes, y cuantos eventos sean necesarios cuando una causa en concreto lo necesite. Pero quién me conoce sabe que yo soy más de cuentos. Me gusta imprimir a la vida la voz de aquellos que narraban historias, a veces inventadas, otras reales, ante una hoguera o quizás, sentados en una silla de anea entre amigos, amparados por el olor a jazmín y dama de noche. Y así, lo enforqué. 

 Me dieron vía libre para expresar aquello que yo quisiera compartir sobre ellos, e incluso, para que en lugar de un artículo, escribiese lo que yo misma les propuse: un cuento.

Pensé que una de sus principales actividades es la Cabalgata de Reyes Magos, realizando una labor tal, que hace poco ha sido nombrada como actividad de interés turístico. Y pensé... ¿Qué mayor ilusión en ese día, que la de los más pequeños de casa? Y... ¿qué gusta a los más pequeños? Pues sí, cuentos. 

Me hablaron de cómo al principio de su andadura, era un joven vestido de paje, quién llevaba en sus manos una estrella sujeta por un palo de madera, guiando a la comitiva que apenas comenzaba. 

De ahí nació la ilustración que me decidí a hacer para acompañar al cuento. 

 

 

Pero el mejor acompañamiento de esta pequeña historia, es la cantidad de personas que han participado y aportado a la revista su impronta, sus artículos, imágenes, y sobre todo, el cariño. Grandes articulistas, escritores, profesores, y, simplemente, personas con actitud y ganas de de homenajear a quién tanto aporta. 

Comparto con vosotros el inicio del cuento y espero, que la sensación de alegría por haber podido participar en un proyecto tan hermoso.

Una estrella llamada Peña La Giraldilla

La noche se dibuja serena, huele a leña que arde y se escucha el ruido del papel de regalo, que apresurado, intenta envolver el día. Hoy no importa la edad, porque un hechizo nos ha hecho retroceder en el tiempo, y hoy, esta noche, todos seremos niños. Dibujaremos la mejor de nuestras sonrisas, vestiremos nuestras mejores galas, que nadie olvide llevar bolsillos y ganas, sonrisa y brillo en las miradas.

Entre el bullicio y la ilusión, una dama aguarda, paciente, serena, y calma. Cierra los ojos un instante, necesita descanso tras meses de trabajo. Sus manos están cubiertas de restos de tinte, huella de agujas, lentejuelas, sedas, pintura y pegamento. Madera, tijeras, horquillas y pinceles. En unas horas vestirá sus galas, purpurina y alpargatas de colores, y bailará al son de la música y los tambores, regalando caramelos, juguetes, y estrellas de ilusión que encenderán las pupilas.

Sus ojos se cierran un instante, sabedora de que ha hecho un buen trabajo, aunque ahora, sus dedos estén algo hinchados, y sus labios sonrían ausentes, a sabiendas de que lleva mucho tiempo haciendo esta labor, y que cada año, se esfuerza más. Porta en su pecho un secreto que tiene forma de estrella, y es que rejuvenece con cada año cumplido. Lleva ya setenta y cinco años coloreando los claroscuros de aquellos que más lo necesitan y cultivando semillas para que la cultura florezca, los jóvenes se incentiven y la ciudad de Carmona mantenga vivo el regalo de la ilusión...