Amigos de la mano genial

 

¡Hola amigos míos! Quería empezar el año con una entrada mágica, y qué mejor, que con mis "Amigos de la mano genial". 

El pasado 2020 fue un año amargo, pero también trajo cosas buenas, aunque no lo parezca. Entre ellas, me dio la oportunidad de participar, junto a otros amigos, de antologías de relatos y cuentos. Todos ellos, han sido destinados a buenas causas, y a dejar volar un poco de polvo de hadas. 

Cuando leí que la Asociación española de Rubinstein Taybi, mencionaba la creación de una recopilación de cuentos, todos ellos escritos entre varios autores, de todas las partes del mundo, dije... ¡Venga! 

Cómo sabéis, yo tengo mi amigo de la mano genial particular. 

El Síndrome de Rubinstein Taybi es un síndrome poco conocido, y que afecta a muchas más personas de las que pensamos. Cuando comencé mi andadura con las letras, "Mundo de cristal" fue el primer libro que quise dar a conocer. No importaba la falta de experiencia, o el tipo de letra, o la calidad de la imagen. Solo quería transmitir la magia que Juan encierra en su corazón. 

Mundo de cristal

Mis SRT, por todos conocidos como Síndrome de Rubinstein Taybi, para mí siempre han sido, ángeles SonRienTes. Y es que en este mundo de locos, ellos siempre tienen una sonrisa, un pulgar levantado a la vida, y un grito al amor. Sí, es cierto que cuando se enfadan son capaces de hacer temblar el mundo. Pero son tan sociables, y necesitan tanto amor y cariño, que sin ser conscientes de ello, transforman todo lo que hay a su alrededor, creando cuentos de cariño. 

Imaginad para alguien que necesita los besos y abrazos como principal terapia, lo que supone, no poder abrazar, no poder besar. 

Quizás por ello, este año, la asociación decidió crear historias para que la magia, siguiese entrando a raudales en sus corazones. Familiares y amigos unidos en un compendio de historias, donde cuatro o cinco personas de distintos países, iban enlazando párrafos a fin de formar el cuento. 

Una lectura hermosa que ayudará a investigar y a ayudar a nuestros chicos de la mano genial, y que ha realizado una acción que en estos días se valora aún más. En una época de nuestra existencia en la que no podemos abrazarnos con nuestros seres queridos, no ha existido límite para las letras danzarinas que narran sueños. 

Feliz de haber compartido cuento con mi amiga Nuria Espert Más, y con Esperanza Clímaco. Mi propia hija ha escrito un párrafo. Ha sido un sueño hecho realidad. 

¡Construyamos sueños y levantemos el pulgar a la esperanza! Como diría mi hermano Juan... ¡Oh, yeah! 

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