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Yo te cuento

sábado, 1 de abril de 2017

Primogénitos. Capítulo 7


Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6

Capítulo 7

“- Por favor señor, déje que marche a casa. No quiero problemas. Soy una joven decente.
- No te resistas a lo inevitable Aldonza. Sabes que tengo mucho poder, y poder puedo si quiero, agraviar, injuriar, y poseer. De lo contrario, derramaré tal mancha sobre tu apellido y estirpe, que jamás desposarás con hombre alguno. La desgracia caerá sobre tí y tu familia, desdichada. No niegues a este que es tu dueño un beso cálido de tus labios candentes, no me niegues el placer de disfrutar de tí...
- Sus palabras me roban el aire señor... mucho es el peso que coloca sobre mis delgados hombros...
- No Aldonza. Arrebatar tu aire no quiero. Quiero poseer todo lo tuyo, quiero poseerte a tí. Asiente y consiente a ser mía, una sola vez al menos, y la riqueza bañará a tu familia hambrienta. ¿Dudas de mi persona?

- Comprenda a esta pobre doncella señor. Es mi virtud la que reclama, a cambio de favor o deshonra...
- Juro por mis antepasados que digo verdad. Y para que así conste lo haré reflejar en documento privado. Nada os faltará a tí o a los tuyos Aldonza.
- Juradlo pues señor. Juradlo por su apellido, que no por el mío. “


El sudor me cubre por completo cuando despierto, con el corazón latiendo a mil por hora. No puedo creerlo. Para ser un sueño, era demasiado real.

Miro el reloj de la mesita de noche. Son las 3 de la mañana. Dicen que es hora bruja. Quizás sea verdad. Sonia duerme acurrucada de lado. Con mucho cuidado, me levanto. Sé lo que tengo que hacer, y a donde ir.

Descalzo y en calzoncillos, nervioso e impaciente, bajo las escaleras hasta el sótano. Mierda, aquí hace frío para esto. Temblando, y no precisamente por ese frío, me dirijo a la parte de la bodega. Entro al fondo y levanto el estante del fondo. Justo el que está al lado de las botellas vacías y polvorientas, olvidadas, como la historia de Aldonza... y allí, envuelto en un trozo de cuero desgastado y en desuso, roído en algunos tramos por roedores o polillas... aparece una caja de madera con una A y una O enlazadas... regalo de un amor que poseía riquezas, pero no cumplió sus promesas.

Una “A” de Aldonza, y una “O” de Olivares.

Despliego con sigilo el contenido de esa caja, donde un pliego amarillento y decrépito me hace sentir en épocas pasadas.

Aldonza cedió y entregó sus favores y su amor a un cacique que la mintió y engañó hasta el final. Le entregó un documento que ella escondió para su suerte y la mía, en lo más oculto de un recóndido lugar que sirvió de escenario a los momentos que ambos compartieron, allá, en las bodegas, a escondidas de todos... Ella le entregó su ser, y él, la engañó.

No solo se negó a otorgarle los favores prometidos, sino que decidió manchar su apellido tal y como la amenazó si ella no cedía a su lujuria. Y ella lo amaba. Se desprendía de los pequeños e insignificantes objetos que en la caja se custodiaban, no con ánimo de olvidar, sino de recordar a escondidas. Ella guardaba todo lo que él le hacía llegar y algo más.

Con una letra diferente, temblorosa y sobre un trozo de harapo escrito el secreto jamás conocido. Él no solo la traicionó, acusó e injurió a ella, sino al hijo que ella portaba en su vientre. Con el poder del que disfrutaba, la llevó a la hoguera para que no rebelase a todos el secreto que podía sacar a la luz su historia. Ese hijo que él sabía crecer en el vientre de ella.

Y yo, sé exactamente lo que tengo que hacer.

* * *


Cada cual es libre de creer o no esta historia. Yo solo puedo revelar los acontecimientos que han ido ocurriendo en los últimos meses.

El documento escondido, así como el pequeño manuscrito de mi antepasada, fueron conocidos por todos. Publicados y estudiados por los historiadores que así lo desearon para autentificar su originalidad.

Por todos es ya conocido que Aldonza fue engañada, utilizada y asesinada, sin más.

Aquí, sentado en el mismo lugar en que encontré la caja, espero impaciente. Anoche volví a soñar con Aldonza. Su belleza se había restablecido y aparecía aquella joven doncella hermosa que fue antaño, con brillo en la mirada y luz en el cabello. Sus palabras fueron escasas, no hizo falta más. Solo “Gracias”. Su imagen comenzó a difuminarse,y yo a sentir paz. Pero en el último momento, volvió a poner su mirada en mí y articuló unas palabras que no entendí del todo...

“Gracias. Has roto el pesar de mi corazón. Has acabado con la tortura que me tenía presa. La libertad ha llegado a mi alma y a la tuya. Acepta por tanto mi ofrenda”

Y aquí estoy. Esperando no sé exactamente qué cuando escucho un portazo arriba y un grito nervioso de Sonia.

- ¡Nacho!, ¡Nacho!
- ¿Qué ocurre?
- Nacho, no lo vas a creer – me dice llorando – Vas a ser papá. ¡Estoy embarazada!

Y es ahora cuando comprendo en qué consistía  “La ofrenda” . Terminó por fin la maldición de Miriñaque.
 Fin




19 comentarios:

  1. Hola Margarita, la verdad es que tu relato engancha, es impactante , intriga...¡Cuántos casos similares se habrían dado en épocas pasadas de nuestra historia!
    Permiteme una sugerencia: Editas tus obras, tienen mucho nivel, guapetona.
    Enhorabuena.
    Besos.

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    1. ¡Muchisimas gracias Mari Carmen! EStoy trabajando en una novela, intento sacarla a lo largo de este año, ya te contaré. Muchos besos :D

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  2. Por fin puedo comentar por aquí!!!!! Será obra de Aldonza?. 😘😘😘😘😘

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    1. Ja ja ja, no sé yo qué decirte, ja ja. Muchos besos y ¡¡gracias!!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Amiga tienes un don... Un abrazo. Esperando estoy esa novela tuya :-)

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    1. ¡Gracias Cris! Yo voy a pedir hoy la tuya a la librería, ¡¡estoy ansiosa!! Muchos besos :D

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  5. Fantástica como siempre...me encantas

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  6. Me ha encantado el libro , es excelente . Escribes maravillosamente bien y muchas gracias por tu comentario preciosa

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  7. Woooooooo
    Me encantó!!!
    Que pasada *.*
    Enhorabuena guapa ^^

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  8. ¡¡Ahora sí!!

    Hermoso final Margarita. No comprendo como no lo vi, he entrado varias veces a tu blog y hoy recién y gracias a tu aviso lo encontré. Al fin Aldonza descansara en paz, muy buen final.

    mariarosa

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    1. Ja ja ja ¡muchas gracias Maria Rosa! Me alegro que te haya gustado. Esta nueva del viejo ciruelo es más suave, pero espero que la historia, que es más tierna, también te enganche. ¡¡Muchos besos!! :D

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