Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll

 

"Me doy buenos consejos a mí misma, pero rara vez los sigo" 

 

¡Hola amigos! ¿Cómo estáis? He aquí una de las frases de nuestra querida Alicia, esa joven que se apresura, sin aviso ni razón, por un agujero que la lleva a un país de locura, aunque a ella le guste pensar que es un país repleto de maravillas.   

 

Algo de razón lleva, no hay duda de eso, porque al fin y al cabo, todo lo que le ocurre a esta criatura es más que extraordinario, es realmente increíble y loco, deliciosamente loco a veces, y terriblemente loco otras. 

La danza

 

 

No fue su talento lo que le otorgó la visibilidad en aquel difícil mundo de la danza. Fue el amor. Cuando bailaba, la cercanía con la música, la comunión con ella, eran para Sara el éxito, sin importar nada más. Se vestía de melodías. Su cuerpo era tan solo instrumento que interpretaba las notas, fundiéndose con ellas.


Tal vez por ello, nadie se extrañó, cuando un día, Sara se hizo sonido que se evaporó en el viento, quedando tan solo en su lugar, una tenue seda que al contacto con las manos, regalaba sonidos de flauta, arpa y violín.

 

  

Participación relato junio:

 

https://cincopalabras.com/2023/06/25/escribe-tu-relato-del-mes-de-junio-iv-emma-ozores-actriz/#more-25760 

 

Confidencias de verano

Hola amigos míos, os diría que el verano está tocando a la puerta, pero aquí, en Carmona, no ha tocado a ningún sitio, sino que se ha entrado con la fuerza de un huracán demasiado cálido.

Un buen amigo mío, Emilio, del blog https://emu-eltrovadorylaluna.blogspot.com/   me hizo el otro día una sugerencia preciosa. Emilio es un alma poeta al que le gusta leer reseñas y cuentos, pero que me comentaba que tras esas historias está la persona, el alma que escribe. 

Cada ciertas entradas, ya sabéis que os cuento cositas de mi día a día; pero es verdad que llevo tiempo sin hacerlo, a excepción quizás, de la celebración del octavo cumple del blog. 

Así que hoy he decidido publicar algo un poco más personal. Os voy a contar algunos secretillos (confesables, jajaja), de cara a este verano. 

Tiempo de espera, José Sarria

 

"¿Te he dicho alguna vez mi nombre?

Mi nombre es aquella vieja aventura por conquistar los silencios cuando aspiraba a comprender a los hombres, el asombro de las horas, la ceniza del tiempo, más allá del reloj y sus agujas..."

8 añitos ya

Ocho añitos ya, amigos míos. Este pergamino de sueños al que yo pensé que alimentaría solo durante unos meses, ya lleva ocho años de vida. 

Se ha convertido en un espacio en el que me gusta abrir ventanas de blanca madera y cristales impolutos, visillos transparentes bordados de letras y citas con vosotros, mis amigos, para compartir no solo textos o reseñas literarias, sino también estados de ánimo e impresiones. Me gusta imaginar que leo vuestros textos sentada en el exterior, en primavera, en una mañana fresca. Imagino el sonido de vuestra voz, y hasta veo vuestras sonrisas y siento vuestro desaliento, según el caso, cuando algo os alegra o inquieta. 

Gracias por acompañarme con cada entrada, con cada sentimiento, con cada una de mis locuras. Gracias por vuestro cariño, compañía y apoyo. Gracias por caminar a mi lado y dejar que yo camine al vuestro. 

 

Mi mejor amigo tiene cuatro patas, Gema Franco

 

La vida te hace regalos, unos vienen en forma de sonrisas hermosas o personas que te escuchan con calidez. Otros vienen en forma de letras y color, los hay con cuerpo de historia y también los que traen moraleja por alma. Y después están esos regalos en los que se une todo. 

Bosque libre

 

Y es en estos momentos en los que cierro los ojos y escucho el silencio. Siento correr por mi piel la frescura de la mañana y me acompaña el sonido de las ramas al moverse, de las hojas al tocarse, de los dedos al entrelazarse en una súplica muda de contacto, piel con piel y ser humano con la naturaleza.

 

Cierro los ojos y traigo a mi presente el recuerdo de lo que fue y espero que sea, pues se puede perder el amor de alguien, se puede perder el amor a alguien, pero jamás se debe perder a uno mismo y lo que siente... y yo soy bosque libre. 

Angie tiene un hermanito, de Larissa Makosso Mepango

 

Hola amigos míos. Hace ya unos meses, Larissa Makosso contactó conmigo a través de correo electrónico. Como otros amigos, me hizo la petición de que reseñase su libro. Últimamente he recibido muchas propuestas similares, y lo cierto es que voluntad no me falta; de momento compro el libro y lo coloco en mi pila de lecturas pendientes, pero a veces, tardo un poco en llegar a ellos, y quién dice un poco es un mucho. 

Este cuento es muy especial y no me extraña que Larissa quiera compartirlo con el mundo. ¿Cuántas veces se da el hecho de la llegada de un nuevo hermano y lo que ello conlleva?

De forma sencilla y natural, Angie nos va transmitiendo sus miedos e ilusiones ante la llegada de ese nuevo hermano. 

Cárceles de azúcar, Xenia García

 

¿Puede una feminista llevar tacones? ¿En qué consiste ser hombre como Dios manda? ¿Es la liberación de la mujer una nueva esclavitud? ¿Puede una figurita de madera convertirse en nuestro Caballo de Troya perpetuo? ¿Y la belleza? ¿Nos hace más felices?

La tortuga y el piano

 

Todo comenzó una mañana cualquiera. Apenas había luz cuando abrió los ojos y decidió estirarse a la vida. Atrás quedaba Morfeo y sus sueños sobre lunas, cuevas y paredes de piedra en las que crecen suspiros de amor.

Amaba escuchar el silencio que reinaba en casa a esas horas, horas en las que todos dormían. Era el momento idóneo para escuchar sin oír, para recordar, pensar, dejarse llevar. Gustaba de caminar descalza, sujeta a una taza de café. Le divertía bajar las escaleras al sótano de la casa, de puntillas sobre calcetines de colores. Allí el silencio, la dejaba respirar; y ese era el lugar para grabar los mensajes destinados al corazón del hombre piano.