La llamada del vacío, Liteo Pedregal

 

Hola amigos, hoy os traigo la reseña de un libro muy particular. "La llamada del vacío" es una historia comprendida en doce capítulos que se pueden leer en su orden correspondiente, es decir, del  1 al 12 (en cuyo caso conoceremos la historia desde el punto de vista de Jaime); o en capítulos alternos... (y conoceremos la historia desde el punto de vista de Maite).

Pero mejor empezar por donde se deben comenzar las cosas, por el principio. 

Jaime y Maite son una pareja enamorada. Tienen sus desavenencias, por supuesto. ¿Qué pareja no las tiene? Pero lo cierto es que se aman y van solventando los problemas o dudas que puedan ir apareciendo en su día a día. Sin embargo, el futuro de ambos va encaminado de forma distinta. 

Jaime sueña con triunfar como actor y con visitar una ciudad en especial: Nueva York. Pero quiere hacerlo solo, necesita hacerlo solo. Necesita definirse, marcar su camino, saber si logrará aquello que tanto ansía. 

Maite, en principio, parece que va más encaminada a una convivencia como la que llevan hasta ahora, quizás añadiendo (dependiendo del día), la llegada de hijos o no. Pero algo ocurre en su vida que la zarandea con fuerza y la hace plantearse esos objetivos que tal vez, no sean los que realmente le pide su corazón. 

Un suceso hará que Jaime viaje a Nueva York, cumpliendo una parte de su sueño. ¿A qué precio?

Un accidente hará que Maite viaje a Nueva Delhi, descubriendo cuantos terrores la aguardaban en su propio interior.

Dos viajes iniciáticos que, por cierto, tienen lugar en el 2012, considerado por algunos como el final de una vieja Era y el principio de una nueva.  Oriente y Occidente. Dos aspectos opuestos, el masculino y el femenino. Opuestos sí, pero... ¿diferentes?

He disfrutado la lectura de esta historia doblemente. Supongo que aunque me he identificado con Maite, también he sentido empatía hacia Jaime. Esa necesidad de buscar lo que tanto ha querido siempre, el valor de enfrentarse a situaciones que lo descompensan por completo. 

Y después tenemos a Maite, que guarda tanto miedo en su interior que ni tan siquiera es consciente de ello; pero que a pesar de los pesares, se lanza en una situación totalmente caótica y aterradora hacia un lugar muy diferente del que ella está acostumbrada a "dominar". 

Digamos que la vida empuja a ambos, fuera de su zona de confort. ¿Eso es bueno? Opino que sí, que todos debemos salir de nuestra zona cómoda en algún momento de nuestras vidas si queremos crecer como personas y conocernos. Pero lo cierto es que en esta historia pasaran muchas cosas, tanto buenas como malas, y seréis vosotros, queridos lectores, los que tendréis que dilucidar si ha sido para bien o para mal. 

Os habréis fijado que he elegido dos imágenes de anochecer. Lo he hecho aposta, pues opino que es en ese momento justo, antes de que la noche sea la reina del lugar, cuando los miedos susurran a nuestro oído aquellas dudas que nos ahogan. Luego llega la noche y al fin, la mañana, con su claridad de ideas y desahogos. 

Me ha encantado esta novela. Me ha fascinado la forma en que está escrita y también lo bien que su autor da vida tanto a un personaje masculino, como a otro femenino, sin que ello parezca darle más quebraderos de cabeza. Son personajes reales y vivos, todos ellos. Los diálogos y las situaciones están tan bien llevados, que sientes que estás allí. La ambientación, los escenarios... espectaculares.

Os confieso que llegué a preguntar a Liteo si había estado en ambas ciudades, pues las describe de tal forma, que sientes que así ha sido. Supongo que es lo que tiene ser un buen escritor, que puedes hacer que el lector sienta de veras aquello que lee.

Solo me queda por añadir que, si bien es el primer libro que leo de Liteo Pedregal, os aseguro que no será el último. 

Espero que si os animáis a leerlo, lo disfrutéis tanto como lo he hecho yo. Y bueno... ¿el final? Mmmm, el justo; poético y tal vez sea atrevido decir que, necesario.