Detalles de casa

 

Hola amigos, ante todo disculparme con vosotros. Llevo unos días desconectada casi totalmente, y es que el mismo día de mi cumple intervinieron a mi madre de cataratas. Está muy bien, pero si es cierto que estoy estos días en su casa en lugar de la mía, y bueno, el blog al igual que otras cosillas se ha quedado un poco parado. 

Hoy regreso con un post algo diferente y que fue inspirado por una entrada que hizo mi amiga Noelia Cano, en su maravilloso blog, al que por cierto, os dejo el enlace...

https://lapinturera.blogspot.com/2022/09/mi-casa-nueva-algunos-detalles-de.html

Ello me recordó que hace tiempo que no os comparto mis locuras domésticas, ya sabéis, cuando un día llega una musa y en lugar de susurrarme al oído, me da una bofetada y me hace girar como una peonza. 

Es en esos días en los que pierdo la cabeza (un poquito más) y dibujo mis cuentos e historias sobre la pared, en forma de hojas. La fotografía de la cabecera es una esquina de mi habitación de escritura. (Sí, por fin tengo una habitación de escritura, ¡qué ilusión!)

 

La mesa está torcida, lo sé. Pero es que así, al levantar la cabeza, tengo un primer plano de las flores de mi terraza, las cuales se convierten automáticamente en bosque al retomar mi siguiente novela.

En la esquina de esa habitación que poco a poco estoy adaptando como propia, dibujé hace unos años un árbol inmenso. Sin embargo, al cambiar el mobiliario y poner una de las estanterías en ese lugar, el árbol quedaba cubierto en gran parte, así que decidí pintar algo más sencillo. Realmente estas hojas son una versión distinta de otro que pinté en mi dormitorio. 

Ya veis, estoy como una chota. 

Pues bien, las últimas hojas aparecidas han sido en la entrada de casa. Resulta que he cambiado la puerta de entrada. La anterior era de un color azul cielo, pero esta es muy oscura, y me choca un poco con el mobiliario y cortinas en tonos blanco y crema. Así que decidí dibujar unas hojas en un tono de gris que coincidía con unas líneas verticales que pinté en mi chimenea. 

Sin embargo, el gris me daba un poco de grima y decidí darle un poquito de color...

En un futuro tal vez pinte la propia puerta, y vuelva a ser de un azul cielo o un verde hierba; pero ahora mismo, con lo que me ha costado y recién estrenada, prefiero hacer tonterías en la pared, que siempre puedo volver a pintarla, jaja. 

En fin amigos, tengo más proyectos de estos, como un mural en una pared del descansillo o unos detalles alrededor de una pequeña fuente en el patio. Pero por ahora... toca de nuevo sumergirse de lleno en mi novela. 

¿Habéis hecho alguna vez locuras de estas?