El pozo de las luciérnagas. Donde mueren los dragones de jade. Luisa Ferro

 

Hola amigos. Hoy os traigo una lectura... fascinante. Se trata del primer libro de la bilogía "El pozo de las luciérnagas", de Luisa Ferro, editado por "Click ediciones". Donde mueren los dragones de jade... 

China, siglo XIII. La guerra contra los mongoles es un eco lejano todavía, mientras la pacífica existencia de Akame transcurre entre hierbas curativas y las clases de medicina que imparte su padre a un grupo de estudiantes. Acaba de cumplir diecisiete años y es la única descendiente de su linaje. Lo que más desea es llegar a ser la sexta generación de médicos del clan Zeng. No en vano ha recibido una esmerada educación. Nada hace presagiar el modo en que cambia su vida con la llegada de un hijo varón a la familia. Su sueño se convierte en algo inconcebible para una mujer que debe someterse a la estricta disciplina de las tradiciones: el vendado de los pies, los casamientos forzados y el deber de tener hijos varones. Una cultura patriarcal que la obliga a la sumisión absoluta y la renuncia. Sin embargo, para alguien que ha nacido bajo el signo del tigre, no es tarea fácil doblegarse. Porque ser mujer no le prohíbe tener sueños. Podrán negarle practicar la medicina, privarla del amor verdadero, truncar sus esperanzas y su fe en sí misma, pero su auténtico destino le asignará el lugar que le pertenece en una sociedad que se lo ha robado todo. Mas un giro inesperado pone en peligro el futuro por el que tanto ha luchado.

Algo temible se aproxima: las hordas de Kublai Kan están sembrando de cadáveres el camino que lleva a la capital del Imperio, y lo harán de manera lenta e implacable. Sus órdenes: que no quede ni un solo miembro de la dinastía Song del Sur bajo el cielo azul.

Hablamos de una novela histórica preciosa, no puedo definirla de otra forma. Akame me ha conquistado en todos los sentidos. Daos cuenta de que nos situamos en el siglo XIII , y en una sociedad en la que ser mujer era el equivalente a la sumisión, la obediencia y el seguimiento de los dictados y disciplinas de las tradiciones. 

"...Nos inculcaban que nuestro destino estaba escrito y que debíamos obedecer las tradiciones. Entre ellas estaban las tres obediencias: "Una mujer debe obediencia a su padre. Luego, al casarse, obediencia al marido y, cuando este fallece, obediencia al hijo", y las cuatro virtudes: el don de la palabra, la apariencia, las labores del hogar y la castidad"

Akame respeta las tradiciones, pero al tiempo es una mujer con aspiraciones. El matrimonio para ella es una imposición en la que no tiene prisa por caer, lo que su corazón anhela es ser doctora, como su padre. Evidentemente sus estudios de medicina son privados y su capacidad para ello se define como la de "sanadora", sin darle importancia al ser mujer. 

Fiel a las tradiciones, su padre la entrega a un matrimonio conveniente para la familia. A partir de ese momento, Akame deja de pertenecer al lugar que la ha visto crecer y pasa a ser miembro de la familia del "Pozo de las luciérnagas". Un marido impuesto al que no conoce hasta la noche de boda, un nuevo hogar y una nueva familia donde ella, como primera esposa tiene unas responsabilidades que no le permiten más que cuidar de la casa, de la madre exigente de su esposo, y también de las concubinas de este. 

 

Pero Akame es fuerte, mucho más fuerte de lo que los demás pueden llegar a pensar. Fuerte e inteligente; y la vida no deja de girar.  

 

 

Es una lectura preciosa. La forma de escribir de Luisa Ferro es extraordinaria. Las imágenes llegan a la vez con ternura, con esa exquisitez de la tradición milenaria, y con la fuerza y dureza de una guerra incipiente que sombrea vidas y priva de libertad. 

Su autora nos narra con una exquisitez de detalles las ceremonias, las tradiciones (algunas de ellas muy duras); y por supuesto, la sociedad. Una sociedad donde si una mujer enfermaba, un hombre no podía tocarla, solo hacerle preguntas sobre su estado e interpretar a ciegas. Y en ese mundo, con esas tradiciones, Akame quiere ser doctora.

Hay fragmentos muy duros, tremendamente duros, pues es una novela histórica. Pero también hay tanta belleza en la pluma de esta autora, tanta elegancia y una ambientación tan espectacular, que no podrás dejar de leer. 

Me "enamoré" en cierta forma del personaje de Longyan, el eunuco que acompaña a Akame en todo momento y que para mí, hacía las veces de padre, madre, confidente, amigo. 

Durante toda la novela he tenido la sensación de estar en el lugar, de apreciar los escenarios con tal nitidez de detalles que parecía estar viendo una película. No puedo más que aconsejaros su lectura y sobre todo, dar la enhorabuena más sincera a su autora. 

Gracias Luisa Ferro por esta extraordinaria historia.En nada leeré la segunda parte... "La sanadora del emperador" y ya os contaré, pero si es igual de buena que la primera, os aseguro que merecerá la pena.