La ladrona de libros, la película

 

¡Hola amigos! Veamos, se que vais a decirme que esta película se estrenó hace mucho tiempo. Lo sé. Pero esta que os escribe, gran amante del libro del mismo nombre, aun no había podido verla. Así que cuando al fin lo conseguí hace unos días... no pude dejar de pensar en escribiros sobre ella. 

La muerte y tú

Primero fueron los colores

Luego los humanos

Así es como acostumbro a ver las cosas

O, al menos, así intento verlas.

UN PEQUEÑO DETALLE

Morirás

"La ladrona de libros", del escritor Markus Zusak, es uno de mis libros favoritos. Me gusta como está escrito, cada mensaje que transmite y como lo hace. Lo considero ágil, humano y mágico, en cuanto a la conexión que se establece y el valor que se le da a las palabras. 

En un ambiente tan duro como el de la guerra, me parece sumamente tierna la forma de vida de esta familia formada por Hans y Rosa Hubermann y la joven Liesel. Juntos, ocultaran a un judío, Max, en el sótano de casa. Max escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra, mientras Liesel le regalaba las suyas propias, describiendo con su forma particular de ver la vida, cada secuencia de fuera...

"-Cuéntame como está hoy el día.

-Nublado

-Dímelo con tus palabras.

-El cielo se ha apagado, mientras el sol es una ostra cubierta de plata"

La historia la conoceréis de sobra. La muerte se queda prendada de una niña, en cuyos ojos puede ver todo lo que necesita, le intriga o atrae. A lo largo de su vida, Liesel pasará muchos momentos junto a la muerte, pues serán muchos  los que partan. Más ella verá el punto desde su particular visión de las palabras, a través como no, de los libros que la vida le vaya regalando, o los que ella misma robe. 

Los ojos de Sophie Nélisse, la actriz que encarna el papel de Liesel, son grandes ventanas abiertas que parecen hablar de forma constante sin necesidad de que en realidad lo haga. La fotografía también me parece espectacular, pero lo que más me ha llamado la atención es poder ver en imágenes lo que ya sentí cuando leí el libro. 

Que el narrador sea "La muerte" le da un toque especial, tanto al libro como a la película, pero en el caso de la película es además, lógicamente, muy visual, haciendo vivir la atmósfera del momento. 

Me he emocionado con tantas secuencias de la película que volví a tomar el libro de nuevo para reparar algunos apartados de los que ya no me acordaba... como ese trance prácticamente al final del libro, cuando la muerte se ve obligada a llevarse tantas almas, llamándome la atención una frase en particular en la que decía que el alma de Hans Hubermann pesaba menos que la de un niño. 

ALGUNOS DATOS SOBRE 

HANS HUBERMANN

Le gustaba fumar.

Lo que más le apetecía era liar los cigarrillos.

Trabajaba de pintor y tocaba el acordeón. Les venía muy bien, sobre todo en invierno, porque sacaba un poco de dinero extra tocando en los bares de Molching, en el Knoller, por ejemplo.

Ya me la había jugado en una guerra mundial, y luego, en la otra, a la que lo enviaron (a modo de recompensa cruel), no sé cómo, se me volvió a escapar.

ALGUNOS DATOS SOBRE

ROSA HUBERMANN

Medía un metro cincuenta y cinco, y llevaba su liso pelo castaño grisáceo recogido en un moño.

Para complementar los ingresos de los Hubermann, hacía la colada y planchaba para cinco de las casas más acomodadas de Molching.

Cocinaba de pena.

Poseía una habilidad única para irritar a casi todos sus conocidos.

Pero quería a Liesel Meminger.

Sólo que su forma de demostrarlo era un tanto extraña.

Entre otras cosas, a menudo la agredía verbalmente y  físicamente con una cuchara de madera. 

Esto no es una reseña cinematográfica ni mucho menos, ya habréis podido apreciar que no he nombrado actores, director, guionista... Es solo deciros que imagino que la habréis visto, pero si no es así, por favor, dadle una oportunidad. Es de esas historias que están repletas de palabras que se hacen valer, dibujándose alas de escucha en sus contornos, y leyéndose en cada escena, la auténtica esencia de las personas. 

Momentos para enternecer, momentos para reír, muchísimos momentos para reflexionar, momentos para llorar, momentos para suspirar y... momentos para simplemente dejarse llevar por el valor de las palabras. 

¿La habéis visto?

¿Os gustó?