Nació con cola de pez

 

Nació con cola de pez y dientes afilados, ojos pequeños y juntos, sin nariz, y sin apenas labios. Tiene la piel áspera y sin brillo, salvo el de las escamas salteadas que parecen lentejuelas brillantes cuando las cubre el agua. 

Cuando era niña vivía marginada en un laboratorio desde el que solo se podía apreciar la laguna. Una inmensa y profunda laguna que decían... no tenía fondo. Allí la estudiaban. 

Un día, fue ella quien los estudió. Los estudió tanto que una mañana el laboratorio apareció vacío de persona alguna, incluida ella misma. Solo manchas extrañas que nadie logró catalogar llenaban el lugar. Junto a las personas, también desaparecieron todos los archivos que la mencionaban.

 

A partir de ese día, espera paciente. No hay prisa en el lugar en el que ahora habita. Se oculta ausente, allá donde la realidad se confunde con el mito, y ella puebla sus días. 

 

Algunos dicen, que es mejor no visitar la laguna después de media noche, pues el hambre la domina. Otros dicen que vive en la superficie, a la espera. Cuando el hambre le aprieta, solo puedes hacer una cosa... 

Rezar para no estar cerca.