El encuadernador, de Bridget Collins

 

Imagina que los libros no solo contienen historias.

Imagina que puedes ocultar entre sus páginas tus mayores miedos, tu dolor más profundo, tus secretos más oscuros. A todo el mundo. Incluso a tí mismo. Para siempre...

Hola amigos. Hoy quiero hablaros de un libro que devoré, no solo por la forma en la que está escrito, que es una auténtica maravilla; sino por la temática que me provocó una gran curiosidad.

 Emmett Farmer, después de un largo día de trabajo en el campo, recibe una misteriosa carta que le cita a incorporarse como aprendiz de un encuadernador. Es una profesión que despierta miedo y superstición en su entorno. Sin embargo, como humilde campesino sin recursos, no le queda más remedio que abandonar la granja familiar.

En la casa aislada donde vive su maestra, la anciana Seredith, Emmett aprenderá a elaborar libros que, más allá de tener unos acabados muy cuidados, son tomos mágicos que conservan los recuerdos de las personas y atesoran secretos del pasado.

Quien quiere olvidarse de algún episodio del pasado, puede acudir al lugar donde los encuadernadores encierran estas vivencias en volúmenes que guardan en una criptan bajo el taller: una suerte de biblioteca del olvido en la que todo permanece a la espera.

Pero un día Emmett descubre su nombre en uno de esos libros...

¿Te imaginas?

¿Imaginas que si algún recuerdo de tu pasado te hiere, solo tengas que encuadernarlo?

Me ha encantado la forma en que Bridget Collins narra los hechos. La manera de describir de una forma tan vívida todo. El libro está narrado en primera persona, primero por Emmett, y después, por otra persona muy importante en su vida. Una persona que no le reconoce, al igual que él tampoco lo reconocía. 

Un mundo donde hay dos clases de libros. Los tomos realizados por los encuadernadores, en cuyas páginas, respiran sucesos acontecidos a personas que necesitan olvidar... o, que alguien quiere que olvide. 

Me ha parecido realmente alucinante como se va tirando del hilo, para llegar a aquellas personas que se "encuadernan" contra su voluntad. Pues para encuadernarse, es necesario dar permiso para ello. Pero como siempre, está aquel que tiene el poder suficiente para "obligar" a alguien a hacerlo.

Recuerdos que se guardan bajo unas tapas de cuero, ricamente elaboradas, y que quedan en poder de una cripta secreta si el encuadernador es honrado; o dispuesto a la venta del mejor postor que quiera conocer detalles escabrosos, si el encuadernador quiere lucrarse.

 Y después están las otras. Las llamadas falsas encuadernaciones, que no son más que novelas. 

Me ha fascinado como se describe a la anciana Seredith, las marismas donde  vive y hacia donde es llevado nuestro protagonista. 

Y sobre todo... una historia de amor que subyace oculta, escondida de forma pasional por ser prohibida, entre las páginas quizás no de un libro... sino de dos. 

Una ambientación espectacular, y una forma de describir los sucesos que atrapa con fuerza. 

Simplemente, me ha encantado. 

Como siempre, os dejo el enlace por si os ha causado curiosidad. Es el primer libro que leo de esta autora, pero pienso leer más, ya lo creo que sí. 

 

El encuadernador