Huérfanos de sombra, de María Suré

 

Hola amigos, hoy voy a hablaros de Húerfanos de sombra, de María Suré. 

Sinopsis

Hannah tiene 86 años y sigue siendo una mujer de armas tomar. Con 7 años subió sola a un tren en Alemania que la alejaría del horror de la guerra pero que la transportó a una vida llena de adversidades donde sobrevivir se convirtió en el reto más difícil. Ahora vive una vida relajada y feliz junto a su hija, pero el pasado regresa para reabrir viejas cicatrices y recordarle que algunas heridas nunca cerrarán.
Toribio odia su vida, ha pensado más de una vez en acabar con la pesada carga que soporta sobre sus espaldas. Pero un día lluvioso y frío, una joven llama a su puerta para pedirle ayuda y, con ella, la vida irrumpe en su casa por sorpresa, dándole un vuelco a su existencia. Laura se quedó embarazada demasiado pronto. Las circunstancias la llevaron a vivir en Aldeanegra, un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca sin apenas habitantes, situado en plena Sierra de Francia. Allí lleva una sencilla vida en compañía de su hijo y Toribio, el abuelo de este, y, contra todo pronóstico, es feliz. El niño ha logrado recomponer los pedazos de unas vidas rotas por el destino, pero la frágil unión de esos fragmentos se resquebraja cuando el pequeño desaparece en extrañas circunstancias
Una conmovedora historia que descubre la mejor y peor versión del ser humano.Un viaje al pasado a través de los ojos de una niña. Un canto a la vida y a la superación personal.

 

Dos historias que su autora va alternando, sumergiéndote en dos mundos muy diferentes. Mundos, que se tocan, primero con suavidad, para terminar enlazándose con fuerza.

La lectura de esta novela es rápida, ágil. Si bien toca temas delicados, como la situación de Hannah, una niña que queda sola en el mundo, en un momento además en el que todo se coloca patas arriba; o la complejidad de las relaciones humanas a través de la historia de Toribio y su nieto... lo hace con singular maestría. 

He devorado sus páginas. 

La autora te deja con la miel en los labios al final de cada capítulo, deseando saber qué ocurrirá a continuación.

Si tuviese que elegir entre una historia u otra, no podría hacerlo. Ambas te enganchan el corazón. 

Así que me limitaré a decir lo que me ha llamado la atención de cada una. 

 

 

En el caso de la historia de Hannah, se me contrajo el corazón con todo lo que tuvo que asimilar esa criatura, con apenas siete años.

Sin querer hacer spoiler, deciros tan solo que presencia como su padre es asesinado. El asesino además le marca la cara con dos horribles cortes. 

Se ve sola, desamparada, y en este estado, sube a un tren en Alemania, para huir de una guerra atroz. Me ha encantado el personaje de Hannah. La veía demasiado madura en su etapa infantil, pero es que realmente así debía ser, o la chiquilla no habría sobrevivido. Para mi, Hannah, es como esa rosa de la imagen. Una flor roja entre tanto blancos y negros.

Me parece sublime la manera en que saca agallas y se enfrenta al mundo, dando una lección de supervivencia, y autoestima. 

A pesar de la dureza de algunos fragmentos de su vida, su historia es francamente preciosa. 

 

 Y luego la historia de Marcos, "Lobo", como le llama su abuelo, y Toribio. 

Qué hermosura de imágenes el ver como un hombre que sentía que ya no tenía nada en la vida, un hombre que se sentía fracasado como padre, acoge en casa a la joven embarazada de su hijo. 

Esa relación de abuelo y nieto, es como las sensaciones que te producen mariposas en el estómago. Solo que la vida, tiene sus sombras, imagino que por ello la autora ha titulado esta novela de esa forma. 

Un día, el niño, desaparece...

Imaginad la angustia, la desesperación, las preguntas, las frustraciones...

Sin embargo, incluso en esa situación, eres incapaz de dejar de leer. Al contrario, devoras las páginas porque piensas... en la siguiente, aparecerá Marcos. 

 

Como diente de león, María Suré nos lleva por senderos que pueden aguardar en su seno muchísimas piedras, pero... es posible allanar. 

Me ha gustado mucho su forma de escribir. Y por supuesto, volveré a leerla en un futuro. 

Gracias por esta historia María.