Letras con aroma de café, de Esperanza Benayas Caño

 

No hace muchos días, escribí unas líneas en mi página de facebook. Recuerdo que era una tarde de estas, en las que gustan quedarse en casa con una manta, un buen libro, y un café. 

Te propongo un libro especial para ello. "Letras con aroma de café", de Esperanza Benayas Caño.

"Hay cosas sencillas que crean galerías de arte. Aspira el aroma y siente como te acaricia. Saborea, y deja que te bese. Paladea, y disfruta su seducción. 

Dibuja tu sonrisa en su espuma.

Acompaña vuestro encuentro con una lectura grata.

Mmmmm.

¿Un café?"

Hay lecturas que crean momentos. Como momentos de su vida ha compartido con nosotros su autora, Esperanza Benayas Caño. 

La vida, es como un buen café. Siempre podrás encontrar momentos a solas, descafeinados, atreverte con momentos capuchinos o especiados, aromatizar tu vida. Moler el grano y prepararlo de inmediato, recién molido, inundando tu hogar con el aroma que se extenderá como una caricia creando el mejor de los ambientes. 

Hay momentos, que sin más, son únicos. 

Esperanza desnuda su alma a través de relatos autobiográficos. Nos muestra la realidad de su vida, azucarada con letras, y servida en una hermosa taza. Su vida no ha sido fácil, pero como bien se dice... "La vida, es una actitud". Y su actitud es de valentía, llamar a las cosas por su nombre, y perder el miedo al qué dirán. 

Es una mujer directa, que abre su corazón, al igual que lo ha hecho en sus libros anteriores, mostrándose con total sinceridad. 

En sus páginas ha habido sorpresas para mí. La primera de ellas fue su dedicatoria. 

Gracias por dedicarme tu cariño, tu trabajo, y tus fragmentos de vida. 

En el interior de sus páginas hallarás experiencias hermosas, como el primer amor. El dolor de una pérdida, la calidez de un abrazo, la pena a la soledad, la valentía de los que no temen la opinión de los demás (eso no quiere decir que no les duela); las historias que ella ha vivido, pero que igual podrían haber sido tus historias, pues nadie está libre de muchas de las cosas que a ella le han sucedido.

Nos regala, envuelto en un papel decorado por el paso del tiempo, su primer amor, su primera borrachera, su mundo del revés en un momento de su vida, y como logró enderezarlo. También nos hace confidencias sobre sus lecturas, y aquí, he de darle las gracias doblemente, pues me encontré esta sorpresa...

"Cuando leo por la noche me gusta hacerlo acompañada de un buen café; en estas noches frías he elegido un libro especial: Estatuas de sal, de Margarita Hans Palmero..."

Gracias otra vez

Se me ha hecho un suspiro su lectura. Y es curioso, porque un día, hablando con ella, yo le explicaba que no podía escribir, que sentía un bloqueo. A consecuencia de ello, tenía varias versiones de una misma historia, que se disparaban entre algo juvenil en una versión, terrorífica en otro, a caballo entre una y otra... 

Ella me dijo con mucha sensatez. "A mi no me pasa eso. Porque yo, no escribo fantasía. Yo siempre escribo lo que siento, lo que llevo dentro, lo que me pasa, lo que veo". 

Y esa esencia, esa realidad, esa valentía, se refleja en cada uno de sus relatos. 

Dicen que no debe juzgarse un libro por su portada, pero que alguien me niegue que es una portada preciosa. 

Aquí os dejo el enlace a Amazon, por si sentís el deseo de tomar un café con esta autora. Yo, algún día, ojalá pronto, lo tomaré. Pero no de forma virtual, sino mirándola a los ojos, mientras escucho sus historias de sus labios, y siempre, después de darle un buen abrazo. 

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