Florinda, la más linda.

¡Hola amigos! Y he aquí mi primera colaboración publicada con el proyecto @undiamenosuncuentomas, donde se trata de crear pequeños cuentos para los más peques en estos días de confinamiento. 

"Florinda, la más linda", ilustrada por Delia Serrano Moirón, una ilustradora magnífica, y una mujer encantadora. 

Os comparto, texto y vídeo, para los más peques. 

Florinda, la más linda

La pequeña Florinda era la menor de sus hermanas.

Una de ellas, era Juliana, una preciosa hadita que, a los animales, arreglaba las patitas.

Luego estaba Lina, de todas la más divina, pues ella teñía los campos, de verde y amarillo, y a las hojas, les daba brillo.

Y Leonor, que recolectaba pipas de girasol.

Luciana, la mayor de las hermanas, era la que sembraba, y así, todo tipo de vegetales, ella cultivaba.

Pero la pobre Florinda, estaba triste. Nada tenía que hacer al cabo del día, salvo limpiar su piel, pues de ella, brotaban semillas por doquier.

Florinda se sentía apenada. ¡No sabía hacer nada! ¿Es porque era la más pequeña?

Una mañana, se puso su capa favorita. La que una vez cosió con pétalos de color. ¡Pero qué calor hacía! La primavera, ya venía.  Necesitaba aire, y salió al exterior, a un verde campo que la abrazó.  

Luciana la vio, allí parada, y le dijo… ¿Qué te pasa, hermana?

Pero Florinda, no sabía que le pasaba. Solo sabía, que muy a gusto estaba. Ella que siempre vestía de verde y amarillo, lo tuvo bien sencillo. Sus alas, se tornaron hojas, y los pétalos que en ella crecían, por todo el campo se esparcían.

¡Pero qué bonito! ¡Pero qué ilusión! ¡Florinda, la más linda! Los campos están en flor.

Día a día, ella conseguía, que todas las flores se vieran hermosas, y llenasen la tierra con sus hojas.

Por todos lados crecieron flores, de todos los colores. Que Florinda era chiquita, pero muy trabajadora. No importa que seas pequeño, sino que tengas ilusión, y que pongas ganas en lo que haces, y mucho corazón.

Así que, querido amigo, las flores debes cuidar. Para que Florinda, pueda con su trabajo continuar.

Y si algún día, ves una hermosa flor, con muchos pétalos rosados, y unas grandes hojas como alas de hada, no le hagas nada.

Sonríe y se feliz, pues Florinda está junto a ti.

Margarita Hans Palmero

Ilustración: Delia Serrano Moirón