Mamá

(Imagen Pixabay)

En un cielo plagado de estrellas,

una de ellas lloraba sola.

¿Qué te ocurre amapola?

Siento vacío el corazón,

que el tiempo es largo sin nadie.

¿Buscas acaso un amor?

Busco el más grande.

¿Buscas alguien que te mime?

¿Alguien que te cuide?

¿Alguien que por tí,

entregue su luz?

De la estrella presuroso,

un suspiro partió ansioso...

Busco a quien amar,

busco a quién cuidar,

alguien a quien entregar mi luz,

una fuerza cálida en mi corazón,

un motivo para ser mejor,

alguien por quien desvelarme,

alguien que me importa más que el aire.

No es ése un amor pasajero,

tampoco algo ligero,

no es cualquier amor

el que susurras con esmero

No.

No es cualquier amor,

ése que tanto ansío, 

es la fuerza de la invencibilidad,

es el fuego sublime,

es el regalo,

de LA MATERNIDAD.

Estamos rodeados de fechas significativas, fechas en las que parece que rememoramos con más fuerza lo que puede suponer ser hijo, padre, amigo, enamorado o soñador. 

El día de la madre, al igual que el día del padre, es una fecha en la que a pesar de que nos resistamos a lo que en principio tiene aroma de marketing , no es el caso. ¿No son acaso nuestras madres, madres todo el año? Sí, es así. Pero también es hermoso dedicarles un día y recordarles que sabemos reconocer todo lo que hacen por nosotros. 

Me hubiese encantado compartir con vosotros una fotografía de mi madre. Es una mujer de una belleza singular, que me temo no he heredado. Una de esas bellezas serenas que transmite calma con la mirada y va regalando posibilidades tras sus desgastados pasos. Pero ella no quiere, no gusta de compartir su imagen en las redes.  

Hoy solo quiero darle las gracias. 

Gracias por escuchar lo que escondían mis palabras no mencionadas.

Gracias por quitar de mi mochila aquél cartel que decía "No puedo".

Gracias por enseñarme, guiarme y acompañarme.

Gracias por no juzgarme.

Gracias por fingir que no ves lo que intento esconder.

Gracias por hacerme sentir lo que he hecho bien.

Gracias por darme la mano.

Gracias por luchar siempre.

Gracias por encontrar salidas.

Gracias por la calidez de tu mirada.

Gracias por estar ahí. 

Simplemente, gracias, por ser mi madre.