Él deseaba un corderito, y yo... un buen libro.

(Imagen Pixabay)

"Si les he explicado todos estos pormenores con respecto al asteroide B 612, y si les he confiado su número, es debido a las personas mayores. A estas, más que nada, les encantan los números. Cuando les hablas de un nuevo amigo, nunca te preguntan acerca de lo esencial de esta persona. Jamás se les ocurre preguntarte: ¿Cuáles son sus juegos favoritos? ¿Le gusta coleccionar mariposas? ¿Cómo es el timbre de su voz? En cambio , preguntan ¿Cuántos años tiene? ¿Tiene hermanos?¿Cuántos? ¿Cuál es su peso?¿Y su padre cuánto gana? Únicamente entonces creen que lo conocen"

He aquí un fragmento de "El Principito", de Antoine de Saint-Exupéry, una obra que el pasado 6 de abril cumplió la bonita edad de setenta y cinco años y que ya ha visitado el planeta Tierra entero, y quién sabe cuántos asteroides. 

El pasado 5 de abril tuve el privilegio de asistir a una tertulia sobre el tema de la literatura. Dicha tertulia está organizada por mi amigo y vecino Manolo Martínez , http://laportademanolomartinez.blogspot.com.es/, cuyo blog podéis disfrutar pinchando en el enlace. Manolo organiza desde hace ya un año unas tertulias denominadas "Comer, beber y hablar", y donde en cada una de ellas va debatiendo sobre temas de actualidad en un grupo de amigos. Cada cual expresa su opinión y entre todos, se establece la consabida tertulia, en un ambiente distendido, y hermoso a la vez, dentro del marco de la belleza del Restaurante "El Molino de la Romera". 

En esa tertulia, hablamos sobre la importancia de la lectura, los hábitos, ¿leen los niños? ¿leen los adultos? ¿Papel, digital? Se trataron muchas cuestiones, pero finalmente salieron a la luz las anécdotas personales y los recuerdos de la niñez resguardados en ese baúl de los recuerdos que a veces... atesora polvo. 

Compartimos también pequeños fragmentos de nuestras obras favoritas. Yo llevaba un pequeño fragmento de "La ladrona de libros", que decía así...

"Liesel alargó el cuello, como si quisiera ver por encima de la puerta que tenía enfrente. Sin duda, su gesto invitó a la mujer a abrirla. 

-Jesús, María...

Lo dijo en voz alta, las palabras se derramaron por la habitación llena de libros y frío. ¡Libros por todas partes! No había pared que no estuviera forrada de abarrotadas e impecables estanterías. Apenas se veía la pintura. Las letras impresas en los lomos de los libros negros, rojos, grises, de cualquier color, eran de todos los tamaños y estilos imaginables. Era una de las cosas más bellas que Liesel Meminger había visto nunca. 

Sonrió maravillada.

¡Cómo podía existir una habitación así!

De hecho, cuando intentó borrar la sonrisa de su cara con la manga, enseguida se dio cuenta de que era inútil. Notó los ojos de la mujer sobre su cuerpo. Cuando se volvió hacia ella, se habían detenido a descansar en su rostro. 

Reinaba un silencio más profundo del que creía posible, un silencio que se extendía como una goma elástica que ansiaba romperse. La niña la rompió.

- ¿Puedo?

La palabra esperó, rodeada de un espacio inmenso de madera. Los libros estaban a kilómetros de distancia.

La mujer asintió.

-Claro que puedes.

Poco a poco, la estancia empezó a encogerse hasta que la ladrona de libros pudo tocar las estanterías..."

La ladrona de libros, de Markus Zusak.

Supongo que el aniversario de "El Principito" y el volver a adentrarme en La ladrona de libros, fue lo que me inspiró para escribir esta entrada. Pensé compartir con vosotros las imágenes más alucinantes sobre bibliotecas que jamás podáis imaginar. Sí, sí... mirad algunas... 

Librería Lello en Oporto, más conocida como la biblioteca de Harry Potter. Impresionante, ¿verdad? Pues mirad ésta...

Sí, lo sé, he sido traviesa. Ésta es de dibujos animados, más concretamente la de "La bella y la bestia". Pero no sé... ese cuento me gusta tanto, que también la quise compartir. 

O ésta...

George Peabody Library (Baltimore, Maryland,EEUU

Biblioteca de la Abadía de Admont, Austria

Biblioteca Nacional de Praga

Y hay muchas más... algunas especializadas en manuscritos y libros secretos... ¿No es emocionante?

Pues la misma magia que poseen estos lugares asombrosos, también se refugia en la Biblioteca José María Requena, de Carmona, o en la de cualquier pequeña asociación, e incluso en esos libros que alineas en casa sin saber dónde poner más; pues toda esa magia reside en sus obras. Y ello me hace volver al Principito y su cordero. Al Principito y su inocente y simple forma de ver la vida, a través de unos ojos que descubren por primera vez y que no todos logran comprender. 

En definitiva amigos, pongan un libro en su vida, y sean como el Principito. Viajen con él, pasen miedo con él, amen, sueñen, vivan aventuras, háganles preguntas, pero sobre todo... jamás olvidéis disfrutar de esas páginas que atesoráis, y que os ayudan a vivir todas las vidas que deseéis vivir. 

"Aunque cruzó todo el desierto, el principito solo encontró una flor. Una flor insignificante de tres pétalos...

-Buenos días- dijo el principito.

-Buenos días- respondió la flor.

- ¿Y los hombres donde están? - preguntó el principito con mucha gentileza.

La flor había visto pasar una caravana un día:

-¿Preguntas por los hombres? Creo que hay seis o siete. Hace años que los vi; pero jamás se sabe dónde están. Se los lleva el viento. Se disgustan mucho, porque no tienen raíces."