Yo, Elena, y mi historia, de Elena Romero

Hola Elena, ¿Cómo estás? Mi nombre es Margarita, y hoy, quería escribirte esta carta. 

¿Sabes? He leído tu historia y quería decirte que eres una niña muy, muy valiente. 

Solo tienes ocho años, pero ya has vivido un montón de aventuras. No todas los niños de tu edad pueden decir que hayan escrito un libro, aunque les haya ayudado su abuelita. Tampoco todos los niños pueden decir que hayan visto el Big Ben, subido a un avión, o moverse por el cole en scooter. 

Pero... ¿sabes? Lo que más me ha gustado de tu historia es tu tono de voz. Sí. Aunque sean letras escritas, muy bonitas y de muchos colores, como a mí me gustan... yo lo leo y lo escucho de tu voz, lo escucho como si tú me lo estuvieses contando sentadita a mi lado. Y te veo el brillo en los ojos, las estrellitas de ilusión. Te siento la sonrisa en tu fortaleza de heroina. Escucho a través de las líneas, la dulzura de tu voz, la esperanza que tienes en tus padres y en esos doctores que te están ayudando a tí y a tantos niños. 

Eres una niña con magia. 

¿Sabes que es lo que más me ha gustado de tu libro? Podría decirte que la dedicatoria... es preciosa y como yo también soy mamá, me ha hecho soltar alguna lagrimilla de emoción. 

Podria decirte que el principio de tu libro, cuando nos explicas quién eres. 

 ¡Ainss, y qué decirte de tus dibujos! A mí me encanta dibujar y colorear, así que cuando he visto tus dibujos, me he quedado con corazoncitos en los ojos. 

También podría decirte que me ha gustado mucho, y así ha sido, cuando nos explicas que a veces, te enfadas un poquito con todo lo que te está pasando, y hablas de tu familia.

¡O cuando nos cuentas sobre tu scooter! ¡Qué aventura!

¡Me gusta todo de tu libro, porque todo está lleno de alegría detrás de situaciones no siempre alegres! Porque veo en tí una personita muy especial. 
Por todo esto, quiero ayudarte en lo que pueda y te escribo esta carta, para que la leas tú, y para que alguien más que la lea, se anime a ayudarte. Porque sabes... eso es lo que más me gusta de tu carta, que después de decir que necesitas ayuda... 

nos cuentas que lo agradecerás con una canción o tocando el piano. Y sabes... me encantaría escucharte cantar o bailar al son de tu piano. Eso sería genial, porque significaría que has conseguido la ayuda que necesitas. 

Solo me queda algo que decirte querida Elena. Y es que te mando un beso muy fuerte, todo mi apoyo, y también, mi mejor sonrisa, igual que has hecho tú. Vamos a difundir tu mensaje y ojalá, tu mamá no tenga suficientes libros para vender. 
Un achuchón preciosa. 

Por desgracia, la historia de Elena es muy real. Por suerte, hay esperanza, profesionales que luchan para conseguir encontrar una solución, en este caso, al problema de Elena. 

No les cuento más, solo les animo a que si están interesados, pueden contactar con Diana Gomariz a través de Facebook, para adquirir este libro. Igual si somos muchos, conseguimos escuchar a Elena cantar o disfrutemos de su melodía al piano.