Venganza. Capítulo 4

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3

Capítulo 4

La segunda hermana, se descubrió, como antes hizo su predecesora, al tiempo que le sonreía con lascivia, para después sentarse ante él, rozando sus labios con los de él, de forma casi posesiva, y dando lugar a que él no pensase más que en ella.

Después, le miró a los ojos, y con una voz igualmente cantarina, comenzó su historia. La historia de la joven curiosa. 

La historia de la joven curiosa.

Érase una vez una joven que era muy curiosa. Lo era tanto que...

 leía todo aquél libro que por suerte podía disfrutar. Daba igual si se trataba de matemáticas, de tratados sobre leyendas increíbles, o sobre antiguos mapas de fronteras infranqueables… todo lo que era legible, ella lo devoraba.

Poco a poco, se le quedaron pequeños los libros de casa, y decidió buscar más lectura fuera de ella. Así que decidió salir en busca de nuevas lecturas. Para ello, terminó buscando trabajo en la misma corte del rey, como doncella de la reina, a sabiendas de que en Palacio debía haber una gran colección de libros.

La joven era feliz trabajando como doncella de la reina, ya que la monarca era una mujer justa, y  cada día, le permitía disfrutar un rato de las historias que su biblioteca contenía.

Pero el visir se había fijado en la belleza de la joven y se sentía atraído por ella. La muchacha no podía creer en su buena fortuna, pues el visir era un hombre poderoso y atractivo. Dejaría de ser la doncella de la reina, y pediría como regalo de bodas una biblioteca propia.

Y así fue. Solo que al visir no solo le gustaba su esposa, y un día, la joven le descubrió retozando con una de las criadas. Sin mediar palabra, actuó como si nada hubiese pasado. Continuó sus estudios, adquiriendo nuevos libros, y empezando a estudiar alquimia en secreto.

Poco a poco, el visir fue perdiendo su lívido, hasta que un día, murió tras ingerir la cena, bajo los cuchicheos de la servidumbre que señalaban a su señora como causante de dicha muerte. Nada se pudo demostrar.

Su viuda vivió feliz desde entonces y hay quien cuenta, que llenó de libros, la habitación de su fallecido esposo. 

La segunda hermana calló al terminar la historia, mirando de forma directa a Karim, para finalmente hablar con suavidad.

- ¿Os ha gustado la historia, mi señor? Ahora, mi hermana menor procederá a contaros la historia de la hija del hombre dormido. La última historia de esta noche. Y tras ella, tendréis vos que elegir quién será la agraciada de compartir hoy vuestro lecho, no sin antes darnos vuestra palabra de curación para mi padre.

Capítulo 5