Venganza. Capítulo 3

Capítulo 1
Capítulo 2

Capítulo 3

Él asintió, curioso e impaciente, por el pago prometido. Fuese cual fuese el problema que atañía al padre de aquellas criaturas enviadas por Alá, él lo resolvería.

La mayor de las hermanas le sonrió, mientras sus hermanas, procedieron a sentarse sobre sus tobillos, tras ella, con el fuego recortando sus figuras y manteniendo las cabezas ligeramente agachadas.

A continuación, la muchacha procedió a dejar caer su fina túnica de tela de tal forma que sus pechos eran visibles a través del tul de la prenda que había debajo, dirigiendo el hechicero de nuevo su mirada hacia ella con una lascivia desmesurada, mientras ella se sentaba frente a él, justo delante, acercando sus labios y besándole la mejilla,  dejando que él inhalase su aroma. Después, enderezó su cuerpo y procedió a comenzar su relato con voz suave…

La historia del hombre con suerte

Érase una vez un hombre que tenía mucha suerte. Al principio, era un hombre con pocos recursos y solitario.. Pero después, algo insólito pasó haciendo que ésta cambiase…

Consiguió hacer un negocio muy importante que le proporcionó una gran cantidad de dinero, haciendo que tuviese una reputación importante.

En uno de sus negocios, conoció a una joven de la que se enamoró. Al cabo de un tiempo de cortejo, le propuso matrimonio y ella aceptó. Se casaron, y tuvieron familia. Eran felices.

Pero un día en el que el hombre estaba fuera por motivos de negocios, un hombre llegó a casa, pidiendo ayuda y auxilio, reclamando una antigua deuda de gratitud. Cuando la mujer le dejó pasar, él la tomó a la fuerza.  Cuando el hombre con suerte llegó a su casa encontró a una esposa taciturna y un hogar destrozado.

A partir de ahí, su buena suerte se tornó en mala, y todo se volvió negro, sin que nadie pudiese remediarlo hasta ahora.

El hechicero la observaba atónito, mientras la joven se levantaba, volviendo a cubrir su cuerpo.

- Ésta ha sido mi historia señor.

Con elegancia, la joven regresó junto a sus hermanas, y se sentó al lado de ellas, siendo ahora, la hermana del medio quien elevaba con gracia su figura, y se acercaba a él, de forma más atrevida, contoneando las caderas.

Karim no esperaba ese despliegue de sensualidad y sintió que jamás una mujer se mostró  tan complacida y provocadora. 

La segunda hermana, se descubrió, como antes hizo su predecesora, al tiempo que le sonreía con lascivia, para después sentarse ante él, rozando sus labios con los de él, de forma casi posesiva, y dando lugar a que él no pensase más que en ella.

Después, le miró a los ojos, y con una voz igualmente cantarina, comenzó su historia. La historia de la joven curiosa. 

Capítulo 4

Capítulo 5