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Yo te cuento

sábado, 5 de septiembre de 2015

Cuaderno de memoria

Hace pocos días te hablé de “El ropero de las mujeres”, un libro escrito por un gran escritor y amigo.

Hoy también voy a disfrutar del privilegio de referirme a una obra nacida del seno de una persona cercana. En este caso, una mujer sensible, de cuyo corazón brotan sentimientos, ideas y talento.

Me refiero a “Cuaderno de Memoria”, escrito por Olga María Palmero Gamboa, a quien aún no tengo el gusto de conocer en persona, pero con quien comparto bastante. El amor a los libros, a la escritura, a dejar volar la imaginación, y a centrarse con seriedad cuando el asunto lo requiere. En aquellas ocasiones en las que he entablado comunicación con Olga, me ha mostrado un lado fuerte y a la vez sensible. La imagino sonriendo, dulce y de ideas claras.

Y así es su libro, “Cuaderno de memoria”. Un conjunto de relatos unidos entre sí, nacidos de la imaginación, de la recopilación de datos en verdad acontecidos, y de la gran labor de investigación, llevada a cabo por su autora.

Olga y yo compartimos no sólo familia, sino también lugar de nacimiento, Palma del Río. Si bien yo marché pronto a Cañada Rosal, y posteriormente a Carmona, ella si reside en la localidad que la vio nacer.

En este libro refleja de una forma sencilla, amena, atrayente y espléndida, la sociedad y los cambios políticos y sociales que en ella van teniendo lugar en un tiempo determinado. Cañada Rosal, Sevilla, Palma del Río… son los distintos escenarios de la vida de Ana Arimatea y su búsqueda como mujer, esposa, y madre… en aquellos tiempos de la II República, la Guerra Civil, la dura Postguerra y la Dictadura Franquista.


Su autora obtuvo el Premio Prensa-Escuela organizado por el Diario de Córdoba, y el Premio Seminario de Relatos de la Asociación Ecologista Hornasol. Ha publicado La Triaca (relatos), Cuaderno de Memoria, e Historias de un hombre bueno, entre otros.

Articulista en diversas revistas culturales y también escritora de trabajos relacionados con la dinastía Omeya en el Emirato Cordobés. También ha colaborado con la antología de poetas cordobeses por la donación de órganos.

Poco más puedo deciros, salvo quizás, mostraros un trocito de esta obra, que, personalmente, me emocionó y atrajo de principio a fin… quizás porque su protagonista, Ana Arimatea… me recordaba sobremanera a mi bisabuela… una mujer de armas tomar, pero en silencio, con discreción, fuerza y admiración.

Gracias Olga por este libro, compartimos apellido y familia, ojalá en algún momento, compartamos talento. Un beso muy fuerte.

“Pan y chocolate”

Su falda de bajo almidonao abanica el mediodía blanco de sol y de abril que ya quema.

Sus manos finas y fuertes huelen a campo, a vareta de olivo para secar, a jabón verde, a ella.

Alza las rodillas seguras al andar entre las mieses que comienzan a tostar, mientras su cabeza es coronada por las pajas cuidadosamente entrelazadas de su sombrero. En su barbilla se anuda, junto con su pañuelo de batista verde, la belleza y la raza de su cara blanca, oscureciendo más aún sus ojos caídos de color oliva. Su rostro es como un lienzo donde el pincel ha dejado una ligera tristeza difícil de mostrar.

Manuel, junto a la trilla que prepara para los cercanos días de siega, la ve pasar cada vez más bonita, persigue casi de memoria como sus pasos la llevan al hombre que es su marido. Buena y formal, puntual y servicial, porta con dulzura y gracia una quincana hecha de palmas por sus manos hacendosas, cargada con un trozo de pan, tocino y algunas naranjas con sabor acaramelado. Y, cosiendo sus labios con rabia de saber que es de otro, maldice su suerte, su timidez, su cobardía para con ella. Si tiempo atrás le hubiese hablado con valor, aquella tarde cuando asomada a la puerta le dio una rosa blanca de olor, tal vez aquel pelo que se perfumó de primavera, hubiese sido hoy de sus manos y de su sinvivir. Sería a él y no a su primo José al que Ana le llevase aquella mañana la quincana con viandas, y sus tres hijos, también serían los suyos.


“Mi Ana bonita de rosas en el pelo…”

2 comentarios:

  1. Gracias.
    Precioso.
    Qué ganas de volver a encontrarme contigo, si bien es cierto que aún no nos conocemos, siento que un hilo invisible no une, nos acerca y nos hace afines.
    Un abrazo, Olga.

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  2. Gracias a ti Olga. Me gustó mucho "Cuaderno de memoria". La forma de expresar cada sentimiento, cada situación, cada momento... describir cada persona... son únicos. Lo recomiendo de corazón. Un beso muy fuerte.

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