Tan solo era una niña, la niña perfecta, aunque ella no decidió serlo.
Para que lo fuese, quién más debía amarla, fue quién más le
arrebató.
Para ser querida, aceptó. Fue privada de libertad,
sueños, y estima.
A cambio, le hicieron un regalo.
Un espejo.
Un espejo en el que cada día podría observar lo
perfecta que era.
Un espejo en el que cada día se encontraba más a sí
misma.
Un día el espejo le mostró una imagen IMPERFECTA de
su persona.
Y a ella, esa imperfección, le pareció PERFECTA.
Y es que la belleza reside en la mirada que observa. Así como lo perfecto o imperfecto.
ResponderEliminarSaberse y sentirse bien con uno mismo, es el puente hacia la felicidad y a esa libertad que nos permite ser en esencia pura.
Bello, reflexivo e inspirador, Margarita.
Un placer leerte…
Abrazo grande, y muy feliz tarde 💙
¡Hola Ginebra! ¡Muchísimas gracias! Besos preciosa :D
EliminarQue bonito fragmento ^^
ResponderEliminarMe ha encantado
gracias por compartir ♥
Gracias a ti Naya. Besos :D
Eliminar¡Que bonito, Margari!
ResponderEliminarGracias por compartirlo <3
¡Muchísimas gracias! Besos :D
EliminarQué alegría y cuantas niñas así necesitamos en este mundo.
ResponderEliminarAbrazos.
Pues sí amiga mía. Este fragmento además ha servido como introducción a un relato mucho más profundo que espero poder compartir pronto con vosotros. Besos :D
EliminarFantástica tu entrada!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias preciosa :D
EliminarQuien nos encierra en la perfección no nos ama, hermoso relato Margarita, un abrazo!
ResponderEliminarHola preciosa, así es. Algún día compartiré el relato al que da pie este micro. Muchos besos :D
EliminarMuy cierto. Lo imperfecto es bonito. Un beso enorme y feliz día.
ResponderEliminarHola cariño, si, sobre todo cuando te obligan a ser perfecta, con lo hermoso que es ser, sin más. Besos Rocío :D
EliminarLa autoestima es la base de la libertad. Somos tal cual somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes, y así nos debemos mostrar. Magnífico texto.
ResponderEliminarSAludos.
Muchísimas gracias Manuela, un beso muy fuerte :D
Eliminarinteligente reflexión
ResponderEliminarMargarita donde los
versos aupan la ilu-
sión por aceptarse
encantador espejo
sabio en el tiempo
y forma de darnos
nuestro doble hilo
vivo de fantasía...
me encanto Marga-
rita ..feliz semana
y un fuerte abrazo
por compartirlo . jr.
la ilustración muy bella.
Hola José Ramón, muchísimas gracias. Este micro sirve de entrada a un relato que espero pronto vea la luz. Un relato que habla sobre autoestima y hasta que punto nos dejamos llevar por quién creemos que nos quiere. Besos :D
EliminarQue bonito y que triste. Es maravilloso cuando te quieren bien y la persona con más capacidad de hacerlo es siempre uno mismo.
ResponderEliminarHola Melania, así es. En este caso, aunque el relato no lo diga, esa perfección era exigida por sus padres. Besos preciosa :D
EliminarAceptar nuestra realidad es lo que más nos fortalece. Quien pretende transformarnos, solo se quiere a sí mismo y además, no es inteligente porque pretende algo imposible. Esto es lo que yo creo entender y, por supuesto, creo que es una verdad como la copa de un pino. Saludos de paz y amistad.
ResponderEliminarMuchísimas gracias amiga mia. Besos :D
EliminarMuy bonito Margarita, todos necesitamos un espejo donde mirarnos muchas veces.
ResponderEliminarUn Abrazo
Hola José Antonio, muchísimas gracias amigo mío. Besos :D
EliminarHola, me ha gustado leerlo, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Hola Flor de Cereza, muchísimas gracias a tí. Besos :D
Eliminar¡Hola, margarita!
ResponderEliminarEs muy melancólico, que bello poder leerlo.
Gracias por compartirlo.
Saludos.
¡Hola preciosa! Pertenece a un libro que lo es, pero eso sí, con finales... diferentes a mi estilo, jaja. Besos :D
EliminarSi interpreto bien... la chica era muy positiva. Pese a las adversidades, su espíritu era grandioso.
ResponderEliminarBuena tarde, Margarita. Besos 🏙
Un texto que tendríamos que leer a menudo con un gran mensaje. Ese tipo de espejos son los importantes. Gracias por compartir.
ResponderEliminarUn abrazo gigante!
el camino a la imperfección, el sabor natural y amargo que a muy pocos gusta y seduce. Tal vez, en nuestra era tan exquisita que nos toca vivir no esté muy bien vista...¡oh! los hombres caminan en el centeno.
ResponderEliminarme encantó, besoss